Pero no eran normales tantas bondades, CDA no podía enfrentarse sola a tantos sectores poderosos, la buena racha de Dominicana de Aviación empezó a cortarse y su crisis se inició con el aumento excesivo del precio de la gasolina de avión que, para el 23 de enero de 1985, se incrementó en el país, de RD$ 3.06 a RD$ 4.36, medida esta que no tenía razón ni económica ni fiscal.

Los incumbentes de ese entonces de la Secretaria de Industria y Comercio a finales de diciembre del 1984, requirieron a CDA facturas de la compañía que le suplía este combustible, con el propósito de llevar los precios de la gasolina de avión al mismo o similar nivel de los que estaba pagando la CDA en New York, Miami y Puerto Rico. Decimos con el propósito aparente, porque sorpresivamente los niveles de precios se incrementaron de manera tal que la CDA empezó a pagar en el país un 65% por encima de los precios que estaba pagando en New York.

Esta diferencia fue incrementándose en razón de que se combinaron dos factores, la prima del dólar que al 25 de enero de 1985 estaba en RD$3.28 por uno, inició un descenso conjuntamente con una caída de los precios internacionales de la gasolina de avión, llegando CDA a pagar un 307 % por encima de los precios a que lo estaba comprando en New York.

“como se explica que mientras los precios del combustible internacionalmente descienden, a la línea aérea del país se los incrementan localmente “.

Fue tan desastrosa esta medida que los ejecutivos de la compañía que le suplía este combustible a la CDA, entre ellos el Gerente para América Latina, con asiento en Miami y su Vice- Presidente con asiento en New York, visitaron el país y le expusieron al Secretario Técnico de la Presidencia, al Secretario de Finanzas y al Secretario de Industria y Comercio, que el Gobierno Dominicano debía, porque procedía, disponer una reducción del precio de la gasolina con carácter retroactivo, ya que había estado cobrando de manera excesiva  un sobreprecio que resultó muy lesivo a la compañía.

Que, en todos los países, esta compañía había hecho esto cuando por una razón u otra se determinaba a posteriori que una empresa pagó un precio por encima de los imperantes en el mercado. Esta sugerencia fue rechazada a unanimidad por los funcionarios indicados.

El presupuesto de CDA para el año 1985 contemplaba un gasto en combustible de RD$ 34.5 millones, se elevó a RD$52.1 millones, es decir RD$17.5 millones adicionales, que mermaron significativamente el capital de trabajo de la empresa.

Como las líneas aéreas extranjeras que volaban al país compraban en la Republica Dominicana, muy poco combustible, por no decir nada, y aprovechando el descenso significativo que habían experimentado los precios internacionales de la gasolina de avión, iniciaron una drástica reducción de sus tarifas, recordándose la tarifa muy publicitada “Viaje a New York por tan solo US$99.00”.

Dominicana de Aviación reaccionó y se vio forzada a reducir también sus tarifas con el objetivo fundamental de mantener el mercado que había captado.

Para suplir estos requerimientos adicionales de capital de trabajo y como había pagado RD$3.4 millones de pesos en abono a deudas contraídas durante los años 1979, 1980 y 1981, al Banco de Reservas, realizó una solicitud de financiamiento al mismo, solicitud que ni siquiera fue estudiada y el presidente del Consejo Directivo, el entonces Secretario de Finanzas, sin consultar a la CDA recomendó rechazar el financiamiento solicitado. El mismo funcionario que encabezó la negativa que le propusieran los directivos de la compañía que le suplía el combustible a la CDA indicada precedentemente.

El espectáculo estaba preparado. En los primeros meses del año 1986, se empiezan a manifestar los problemas de liquidez de la CDA y conjuntamente se inicia en todo el país una campaña de prensa encaminada a deteriorar la imagen de la Línea Bandera Nacional.

A raíz del cambio de gobierno, se nombra al frente de la CDA, un experto en Obras Publicas, quien pone a su lado a un grupo de asesores que se les conoce como personas muy ligadas a sectores empresariales que durante mucho tiempo habían estado interesados en la privatización de la compañía Dominicana de Aviación.

Esa administración se podría catalogar como la que mas daños le hizo a la CDA, ya que en ningún momento tuvo la más mínima intención de hacer algo por la línea aérea, por el contrario, solamente sañas y deseos de hacer daño.

Se indica que esta fue la administración que mas daño le hizo a la CDA por las siguientes actuaciones que usted podrá juzgar objetivamente:

Aun cuando la administración que concluyó en agosto del 1986, le dejó pagados los meses de agosto, septiembre y octubre, correspondientes al arrendamiento mensual del famoso “jordano”, deja de pagar noviembre, diciembre y en el mes de enero del 1987, pierde este avión. Esta fue una recomendación expresa a la administración de CDA de uno de sus asesores.

Abandona el avión B-747 (el Jumbo), en New York, no obstante, el Departamento de Planificación de la CDA y un grupo de pilotos de esta aeronave, en dos estudios por separado, recomiendan que su operación era rentable y que con menos de US$100,000, se pondría de inmediato en operación, arrendando las turbinas que estaban averiadas. En ese entonces la salida de operación del Jumbo, reducía los ingresos mensuales en unos $ 6.3 millones.

Se deja de pagar el arrendamiento del avión B-747(El Jumbo), también por recomendación de los asesores de la administración y conjuntamente con ello se enfilan los cañones contra el banco de Londres que había realizado los financiamientos necesarios para las operaciones de arrendamiento con opción a compras para la CDA, tanto del B-727-200 (El Jordano), como del B-747(El Jumbo).

Esto trae como consecuencia la incautación del Jumbo, la exigencia del banco de todos los dineros adeudados y finalmente la paralización total de todos los vuelos de la CDA a territorio americano.

Se deja de pagar un saldo negativo que obtuvo la CDA en el Clearing House (Cámara de compensación de las líneas aéreas) en el mes de noviembre de 1987 y la compañía queda fuera de esta cámara, con lo cual le es prácticamente imposible operar.