En la actualidad, las oleadas migratorias masivas son fenómenos que nos hace incluirlos dentro de los factores de principalía que contiene el proceso de la globalización, tal inclusión se hace teniendo en cuenta las teorías hiperglobalista y transformacionalista que sugieren David Held, Anthony McGrew, David Goldblatt, y Jonathan Perraton, en su obra Transformaciones Globales (título en español) 2002, que establecen que las migraciones forman parte de la transformación global y que la idea del Estado Soberano como unidad independiente de autogobierno es una retranca para el movimiento globalizante.

El modelo global establece la existencia de necesidades de impulsar poblaciones de naciones y regiones pobres a expatriarse, borrar fronteras en el rastreo y obtención de materias primas, mano de obra barata, nuevos mercados, entre otras; es lo que algunos han dado en llamar, la creación de un proletariado global.

El 19 de Septiembre del 2016 se efectuó en Nueva York la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Refugiados y Migrantes, en la cual se trató de lograr consenso sobre la gestión de los movimientos de migrantes y refugiados en el mundo. Por primera vez se reunían los jefes de Estado de todo el mundo (representantes de casi 200 naciones),a fin de tratar este tema. Se adhirió a la reunión la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) constituyéndose en una organización relacionada a las N.U., que no tenía en su 72 años una Agencia de Migración. La decisión final de la Cumbre fue la decisión de llegar a un Pacto Mundial sobre la Migración el próximo año 2018.

El Magnate húngaro George Soros (Budapest, 1930), sobre quien muchos entienden que ha sido parte esencial en la creación de la crisis de refugiados, y que reconociera estar detrás de los flujos migratorios de los últimos años en Europa; en ocasión de la mencionada Cumbre, aprovechó para anunciar una inversión de 446 millones de dólares en la crisis de refugiados.

A Soros, se le tiene como uno de los principales propulsores del movimiento globalizante en todo el mundo y según algunos medios, siempre ha aceptado estar implicado en la mayoría de las iniciativas mundialistas y anti-nacionales. Es admirado por muchos por sus actividades filantrópicas, y odiado por muchos otros que alegan que es un creador de crisis; lo cierto es que, muchas de sus iniciativas han creado transformaciones en la configuración económica y social de algunos países.

Sin embargo, según ha escrito el afamado economista y profesor de la Universidad de Columbia Joseph Stiglitz , el multimillonario Soros, además de reconocer el poder de la globalización en el incremento de la riqueza, ha admitido la gran cantidad de efectos dañinos que conlleva, afirmando que “la globalización ha herido a muchas personas, especialmente los pobres en el mundo en vías de desarrollo”. Además ha dicho que “la globalización ha distorsionado la distribución de recursos favoreciendo los bienes privados a costa de los bienes públicos”.

Enfocando el fenómeno migratorio que más nos interesa, el que se produce en la isla que compartimos con Haití, hay que decir que los factores que lo ocasionan si bien, son los mismos que en todas partes del mundo, no debemos dejar de lado que en este caso en particular, el país emisor lleva a cabo una “política de estado” de estímulo de la emigración de sus nacionales hacia el lado Este de la isla. Esto le acarrea visibles beneficios pues sus gobiernos lo ven como un alivio a su responsabilidad de darle satisfacción a las necesidades socio-económicas de multitudes que constituyen la clase más necesitada de aquella sociedad y que ven su destino de este lado de la frontera como una panacea.

Pero ahí no queda la política de Estado de Haití, sino que va más lejos, pues promociona e incentiva lo que en otras regiones y épocas se ha conocido como “Invasión del vientre”. Hagamos un poco de historia lejana a nuestra latitud… En la aspiración perpetua del Islam por conquistar Europa, se ha dejado atrás las guerras, batallas o acciones terroristas, ahora se viene haciendo a través de sus mujeres y sus pariciones en territorio europeo.

Sobre el particular, veamos sólo algunos ejemplos de este tipo de invasiones:

  • El ex presidente de Argelia Huari Bumedian en 1974 dijo en una Asamblea en la ONU que “…Será el vientre de nuestras mujeres el que nos dé la victoria. Al igual que los bárbaros acabaron con el Imperio Romano desde dentro, así los hijos del Islam, utilizando el vientre de sus mujeres, colonizarán y someterán a toda Europa”.
  • El asesinado líder libio Muammar el Gadafi dijo en una ocasión: “Hay signos de que Alá garantizará la victoria islámica sobre Europa sin espadas, sin pistolas, sin conquistas. No necesitamos terroristas, no necesitamos suicidas, los más de 50 millones de musulmanes en Europa la convertirán en un continente musulmán en pocas décadas”.
  • Ya vimos como los bosnios musulmanes y los albanos-kosovares derrotaron a los serbios por medio de la exportación de seres humanos, haciéndolos tener hijos en gran cantidad en el territorio receptor para de esa manera imponerse y apoderarse de ese país, como lo hicieron.

Esta es la principal amenaza a nuestra Seguridad Nacional y a nuestra existencia como Nación y como país. Es tiempo ya, de una vez por todas que veamos la acción del Gobierno contra el malsano propósito haitiano y la mafia que transporta mujeres parturientas desde Haití directamente a las emergencias de los hospitales dominicanos. Es tiempo ya de dejar de dar palos a ciegas sin una política clara contra la inmigración ilegal no obstante contar con los instrumentos jurídicos necesarios como la Constitución de la República, La Ley General de Migración N0. 285-04 y su reglamento de aplicación (Dec. N0. 631-11), entre otros.

La Pregunta que me surge es: ¿Nos vamos a dejar quitar nuestra Patria?