Con esta entrega, iniciamos el último tramo de la serie sobre calidad en la construcción. Habiendo pausado el tema en la parte concerniente a los despachos de arquitectura, en el anterior artículo sobre el tema, hoy continuaremos con el control de calidad en el espacio propio de la construcción, es decir, durante la ejecución de la obra.
Se sobreentiende que cuando hablamos de control de calidad en obra nos referimos a que durante el proceso de edificación se debe cumplir con las especificaciones del proyecto definido en despacho y por los arquitectos (también por los ingenieros de turno), así como también con las mínimas condiciones de calidad en los procesos constructivos y con la normativa de aplicación.
Haciendo referencia al CTE ( Código Técnico de la Edificación) de España, se plantean para el contexto del quehacer constructivo unas exigencias mínimas de calidad, seguridad y habitabilidad y que para dar cumplimiento a las mismas, en el referido ordenamiento normativo, se establece la necesaria redacción de un plan de control de calidad, con los siguientes controles mínimos: control de calidad en la ejecución, control de calidad en la recepción en obra y control de calidad de la obra terminada.
Son varios los intervinientes en este proceso de gestión de la calidad en la construcción. Por citar a los más relevantes podemos hacer una relación sucinta, que incluiría al promotor, al constructor, al director de obra (generalmente un arquitecto superior) y al aparejador (arquitecto técnico) como director de ejecución de obra. Este último, será el encargado de controlar la obra “de pe a pa”, tanto en términos documentales, como en la referente a la propia ejecución de la misma. Quizás en este punto, haría falta establecer las diferencias y competencias que tienen tanto el arquitecto superior como el arquitecto técnico o aparejador. Ambas figuras, en España, tiene su razón de ser y sus papeles bien definidos. Ese quizás lo convertiremos en una promesa con toda la seguridad que ello supone, para ser cumplida en otro artículo al respecto.
Hoy adelantaremos que con respecto al control de calidad en obra, el aparejador es el encargado de verificar la documentación, dar conformidad de que está en orden y cumpliendo lo estipulado para el proyecto. Pero además, y tan importante como esto está su labor de dar el visto bueno de que cada unidad de obra se esté ejecutando de acuerdo a ese proyecto desarrollado por el despacho de arquitectura y con arreglo a las normas preestablecidas, incluso, y en muchos casos, gestionando también los temas de seguridad y salud en la obra. Toda esta documentación quedaría bajo su salvaguarda hasta ser depositada en las instancias correspondientes, sea esta el colegio profesional o el estamento de la administración pertinente.
Este control de calidad no se hace al “tun-tun” , le toca al encargado de la ejecución de la obra elaborar y desarrollar un programa de ejecución y control de calidad, en consonancia con las especificaciones del proyecto y el plan de control de calidad redactado.
Hoy lo dejaremos aquí, pero seguiremos con el tema. Hasta la próxima…