Continuando con nuestra secuencia de artículos relacionados con la calidad dentro del contexto de la construcción, incluidos los procesos previos de redacción y gestión de proyectos,  tenemos un término que dejamos, un poco,  en barbecho: Sistemas de Gestión de Calidad (SGC).

Algo hemos comentado sobre los SGC pero para refrescar la memoria, dejamos esta definición proveniente de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR): es un conjunto de elementos relacionados o que interactúan,  para establecer la política y objetivos, para lograr dichos objetivos y para dirigir y controlar una organización con respecto a la calidad. Es bueno aclarar de nuevo, que estos elementos son los procesos que se deben llevar a cabo para que una organización función. También es bueno recordar que un proceso son actividades, o una actividad en concreto, que se apoya en recursos o herramientas que van en pos de unos resultados; en nuestro caso la calidad.

Si continuamos en nuestro universo ISO 9001, un SGC de una organización (empresa de construcción, despacho de arquitectura o ingeniería, un proyecto concreto), debe estar – y de hecho lo está- apoyado en el entorno propio de dicha organización, en su evolución y los riesgos,  ventajas y necesidades asociados a la misma; los objetivos de la propia organización para su propia operatividad; los objetivos del producto o servicio ofrecido; los procesos…etc.

Esto deja claro que la importación sin más de un sistema desde otra organización no garantiza el éxito y ni el correcto funcionamiento en la nuestra.

Recordemos que un SGC de una organización son los manuales de procesos y de instrucciones para determinados trabajos, manuales y registros de procedimientos de la calidad, procedimientos de inspección y ensayo, etc.,  que funcionan como parte de un todo armónico y que responderán a la cotidianidad procedimental de la susodicha organización en cuestión.

Un ejemplo

Pongamos el ejemplo de un despacho de arquitectura como modelo de organización, en la que se implementa un SGC. Lo primero es que un buen Sistema de Gestión de Calidad de un despacho de arquitectos, debe contar con una adecuada gestión documental. Esto conllevaría un tener un sólido manual de calidad y los consiguientes procedimientos de uso y/o aplicación necesarios. También deberían existir registros (entradas, salidas, gestión, etc.),  tanto internos como externos, que garanticen el control y el buen desenvolvimiento de las actividades propias de generación documental de un despacho (memorias, planos, cálculos, entre otros), y que repercuten en la calidad de las actividades de cara a la satisfacción de los clientes…Es largo el asunto, pero no complejo…

Intentaremos seguir con el ejemplo y abundar sobre el tema, partiendo del hecho de que un ejemplo de estas características será solo eso, y que cada organización se basará en su propio SGC, de acuerdo a su naturaleza y necesidades. Hasta la próxima.