Hoy se conmemora el 155 aniversario de la Gesta de la Restauración de la República, en donde el general puertoplateño Gregorio Luperón tuvo una partición de primer orden.

Dicha Gesta se inició en Capotillo, el 16 de agosto de 1863, para la luchar en contra de los españoles que nos anexaron el 18 de marzo de 1863 a petición del presidente de la República, general Pedro Santana.

El joven puertoplateño Gregorio Luperón, con apenas 22 años de edad y no conocido aún, se negó rotundamente a firmar el acta de anexión. A partir de ahí no cesó su lucha por la restauración del país del dominio español. Luperon se convertiría en el auténtico líder y en la primera espada por sus destrezas en las armas y don de mando en la Restauración de la República.

En Puerto Plata fue en donde más se combatió a la anexión y siendo el último pueblo en apoyar la misma, el 26 de marzo de 1861.

El 16 de agosto de 1863, los dominicanos dieron inicio a la Guerra de la Restauración en Capotillo, por José María Cabral, José Cabrera, Santiago Rodríguez, Benito Monción y otros tantos dominicanos.

La Gobernación de Puerto Plata era dirigida por el general españolizado Juan Suero. Quien esperaba que de algún momento a otro se iniciara allí dicho movimiento.

En Puerto Plata se inició la Restauración el 27 de agosto de 1863, bajo el mando del general Juan Nuesi Laffite.

Desde un principio el Padre Regalado ayudó a la causa de la Restauración.

En Puerto Plata fue en donde más se libraron importantes combates, después de Santiago. En ambas ciudades el poder español recibió golpes muy duros, que contribuyeron al triunfo de la Guerra Restauradora. El pueblo puertoplateño apoyó a los líderes que encabezaron el movimiento en Puerto Plata.

En la ciudad de Puerto Plata, se organizaron tres cantones, que fueron: Maluis, Las Javillas y Cafemba. Sus líderes, fueron Juan Nouesi, Gregorio de Lora, Pedro Gregorio Martínez y otros.

El 4 de octubre de 1863 los restauradores incendiaron la ciudad de Puerto Plata, como habían hecho en Santiago, el 6 de septiembre de ese año. Estos incendios ayudaron al triunfo de los dominicanos. El de Puerto Plata obligó a los españoles a concentrarse en la fortaleza.

Fueron muchos los puertoplateños que se integraron a la lucha por la defensa de la soberanía nacional.

En su gran mayoría, los firmantes del acta de anexión de 1861, después estuvieron del lado de los restauradores y participaron de manera activa.

Gregorio Luperón, se convirtió de la noche a la mañana en una de las figuras más importantes por su bravura, don de mando y habilidades en las armas. Fue un líder natural. No participó en los combates de Puerto Plata. Allí quién actúo y dirigió posteriormente los cantones fue Gaspar Polanco, llenándose de gloria y dando demostración de tener condiciones para las armas, aunque era un iletrado. Posteriormente llegó a ser presidente de la República, en 1864.

¡Loor eterno a los héroes de la Restauración de la República!