Introducción

La Generación del 48 es el resultado de la asimilación de principios, concepciones, simbologías y configuraciones poéticas, propias de otros movimientos literarios europeos y latinoamericanos. Y esa simbiosis es normal si nos disponemos a situar el  contexto histórico y la temporalidad política que le sirvió de plataforma a esos escritores que integraron a esa generación de sujetos-autores, delimitando mi estudio en los escritores Abelardo Vicioso y Abel Fernández Mejía . En ellos, procuro determinar cómo el funcionamiento  estético de su discurso poético, tiene, como apuesta, la instauración  de una ontología que apunta hacia la renovación del Ser, no como vaga metafísica, sino realidad trascendente. 

De acuerdo con  el investigador, lingüísta y agudo crítico literario dominicano, Odalís G. Pérez , "para la generación del 48 la poesía es ser, lenguaje, mundo, libertad y arrojo"(2008-p.57). Agregó yo que, para la Generación del 48, el poema traslimita su metaforización, logo, ruptura, misturas, confluencias. Es transgresión de la lengua, eufonía y compromiso, desde el discurso poético del sujeto creador.

La Generación del 48 es una afluencia abierta al sentir y al expresar filosófico-ontológico del hombre, en su discurrir en un espacio y tiempo determinados en su existencia. El hombre como posibilidad de renovación  constante, como un constructo que se reinventa en cada instante del existir.

La libertad del sujeto en su manifestación vivencial y la proyección de una evolución simbólica, desde la lengua y sus enunciaciones expresivas, son matrices sígnicas que, la Generación del 48, en su tiempo, marcaron y marcan una huella metafórica trascendente, lo que sitúa su identidad poética y permite diferenciarla de otros grupos o movimientos literarios nacionales, los Postumistas (1918-1921), los Nuevos (1936), los Independientes del 40 (1940) y de  los Sorprendidos (1943-1947). Se trata de un movimiento literario que, al igual que la mayoría de los poetas Postumistas, con Domingo Moreno Jimenes (xxx-xxxx), a la cabeza, poetizó su entorno natural, lo hizo imagen y lo puso a estallar en palabras, convertido en novedosas metáforas.

Aquella disposición que asumió el Postumismo, al fijar su mirada en su entorno referencial, para poetizarlo y darle vida, lo continuó la Generación del 48 con plena conciencia poética de su realidad, haciendo de la lengua su soporte rítmico, para, desde el signo, acentuar los soportes rítmicos y filosóficos de su hermenéutica poética, siempre centrada en la movilidad y el sentir del sujeto que admite, rechaza y exige su derecho a simbolizar, simbolizarse y asumir como algo que le es propio, su otredad.

Se trata de una poesía-mundo, no en la cosmovisión subjetiva de lo etéreo, no. Es por eso que "su mundo" tiene nombre, latitud, 48,000 kilómetros cuadrados, migrantes y fronteras. "Su mundo" tiene atmósfera ardiente, quemante, resquicios, traficantes, dictadores y soberbia . Su mundo es el mundo de los acechados, fichados y truhanes, a quienes señalan, enuncian, narran y poetizan para envolverlos en la magia de una lengua que connota estaciones que humanizan y destila rayos y centellas convertidas en deudas libertarias de inquilinos, chiriperos, mercaderes y transeúntes, echados de los deslindes de la patria. El mundo poético de la Generación del 48 es un espacio glocal llamado República Dominicana, en una dialogía poética hacia lo universal.

Eso de "lo dominicano universal" lo asume de "Los Sorprendidos" (1943-1947) y perfila un discurso metafórico, simbólico más confrontador y litigante, sin dejar de acuñar lo estético como soporte artístico en su  poetizar, adentrándose en el narrar una cotidianidad política que, desde su voz, se hizo transinsular, traspaso los linderos de la isla, para formar parte de un registro poético fundacional en este país, para el mundo.

Desde la tonalidad de lo épico, no dejó de hacer del signo su registro lírico, su decir amoroso, para soñar una patria más digna y decorosa, donde "los ninguniados", los "don nadies", tengan un pedazo de esperanza para abrazar la primavera.

La Generación del 48 es una movimiento de escritores y poetas que asumió lo estético para enarbolar una voz de compromiso, una presencia de consecuencias humanas, una política en y desde la lengua, para su creación poética. He aquí lo poético desde la tierra en busca de la creación de otros cielos, desde un poema convertido en estrategia de amor y coraje, para  convertir la palabra en su estratagema simbólico-estética, en procura de renovar al Ser, lo que es lo mismo, transformar su tiempo y su espacio vital.

Partir de "lo dominicano" hacia lo universal, es asumido por la Generación del 48, desde Domingo Moreno Jimenes y los demás postumistas. Es con el Postumismo que los demás movimientos literarios adquieren una conciencia creativa, basamentando su poética en "lo nuestro", dándole sentido y referencialidad al contexto nacional, desde lo estético.

Sin desligarse de lo artístico, los poetas y escritores de la Generación del 48, le dan estatura simbólica al poema y hacen de la lengua el poder del sujeto-actuante, en su condición onto-pensante.