En la primera parte (introdución) de este trabajo, sentamos los alegatos justificativos que me motivan a analizar el soporte teórico-discursivo de esta generación de escritores y su soporte estético. En esta segunda parte, vamos a abordar los objetivos y los principios de esa generación de escritores, como una forma de contextualizar la pragmática escriptural de los sujetos-autores de esa generación literaria, para luego analizar la poética de los dos autores que he seleccionado, Abelardo Vicioso y Abel Fernández Mejía.
-Objetivos de la Generación del 48:
La Generación del 48 tenía plena conciencia de su función creadora. En ellos se generó una racionalización del arte. Tenía un pensar con y para el hombre: Una ontopoética sostenida desde un discurso que, desde la transgresión  de la lengua, y sin abandonar su postura ideológica, asumió lo estético como fundamento de su rigor creativo y expresivo.
Es esta la Generación de escritores de lo estético y del compromiso. Es  con esta generación de escritores que la literatura dominicana contemporánea se sitúa en la estatura de un quehacer  vinculante, integrador  y humanizante: Vinculante porque asocia su entorno a la poética de sus representantes; integrador, porque hace suyo algunos postulados de movimientos europeos, como el Surrealismo y el Simbolismo, así como de "Los Nuevos"; del "Postumismo", los "Independientes del 40″ y de los "Sorprendidos"  (1943-1947); humanizante, porque el hombre, el Ser y su sociedad entran a formar parte de su corpus metafórico, haciendo de la filosofía un  recurso expresivo transversal en sus enunciaciones poéticas , dentro del simbolismo de sus creaciones.
Los objetivos de la Generación de Escritores del 48, fueron difundidos por diferentes canales comunicacionales, como en las publicaciones de la colección "El Silbo Vulnerado", entre esas  están  la obra titulada "Trio" y "La Lumbre Sacudida". En la solapa de la
Obra "Trío", la cual fue la primera publicada en esa colección , exponen que:
– "El Silbo se propone garantizar el rumbo de ciertas manifestaciones fundamentales del proceso cultural dominicano";
-"Consecuentemente, se recogerá y entregará en el silvio sólo aquellos productos del mar pensamiento dominicano que puedan situarse dentro de las exigencias del arte y de la ciencia";
-"Toda manifestación del arte dominicano debe partir de las propias raíces de nuestra colectividad";
-"Esto debe alcanzarse mediante la búsqueda e identificación con nuestras más plausibles esencias, como único medio para arribar a la expresión de las dimensiones universales del ser dominicano";
-"Y, consecuentemente, a estructurar con perfiles definitivos la autonomía y validez de nuestra cultura";
-"Las manifestaciones culturales de nuestro medio deben ser desenvueltas de mido conducentes   a fructuosas conquistas y reveladores hallazgos que demuestren la hermosa compatibilidad funcional de los menesteres intelectuales con la condición humana; y"
-"Reconocimiento de los valores eternos que integran el acervo de la cultura universal, con la práctica real y la incorporación de procedimientos y principios básicos al devenir de nuestra realidad"; ( CASTRO, T., -Compilador-. "La Generación del 48 en el ensayo"  Pp. 496-497).
Aparte de estos postulados para  sus creaciones, también en la solapa de  de la "Lumbre Sacudida", podemos leer lo siguiente:
– 1-"El hombre es el único ser sujeto de destino y la única criatura susceptible de plantearse el problema de su tránsito por el mundo";
2-"La poesía, "dando el tono humano de su procedencia", aunque sea universal, e intemporal, tiene una gran y apasionada función a tono con con un  tiempo y un espacio dados";
3-"Lo contrario es reducir la poesía a un mecanismo inerte, a un simple divertimiento, a una pirueta intelectual, incompatibles con la seriedad y hermosura que le son propias";
4-"Consecuentemente, la colección tiene su proclamado principio de creación basada en una amorosa conquista de las mayores posibilidades nuestras, raíz y energía de la universalidad dominicana".
Con esos postulados, los escritores de la Generación del 48, prefijan una toma de conciencia de su práctica creativa y la asumen como fundamento filosófico de su poetizar.  Hicieron de la literatura una razón humana para la existencia del sujeto y una plataforma metafórica, sígnica, para su apuesta intelectual e imaginativa.
En esta primera manifestación de los objetivos de la Generación de Escritores del 48, "lo dominicano con sentido universal", fluye como un principio de práctica creativa que ya había sido enarbolado por los escritores de la "Poesía Sirprendida". "Lo nuestro", lo dominicano", primero que los "Escritores Sorprendidos" (1943-1947), fue llevada como argumentación de su ejercicio creativo cotidiano, por los "Escritores Postumistas" (1918), lo que nos permite asociar a esta Generación de escritores a un proceso de asimilación del transcurrir del quehacer literario, y en específico, poético, en nuestro país, dentro del denso y tensado panorama político que envolvía a la sociedad dominicana de la época, en plena tiranía del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina.
En la misma solapa de la obra "Trío", se puede leer lo que puede ser una proclama de su concepción sobre el funcionamiento de los intelectuales y de los artistas, los cuales, según lo planteado aquí, ambos deben actuar de acuerdo a su momento histórico y situacional, haciendo suyo su tiempo y su realidad vivencial, desde la perspectiva del escritor orgánico.  Veamos:
-"Los directores de la colección "El Silbo vulnerado" entienden que, en los días que corren, el auténtico rol del hombre intelectual y artista se compadece sólo con una actitud creadora orientada en función de su tiempo y de su medio. No interesa, por consiguiente, el ejercicio literario epidérmico que se basta a sí mismo en su puerilidad verbal esteticista, no aquella labor que, en general, se resuelve sólo en superficiales incursiones más o menos eruditas".
"De manera que, la simple recapitulación, el intelectual profesional y los amaneramientos están excluidos del sistema de esta colección que se basa, como norma inquebrantable en una dirección de creación al servicio de nuestra condición, del tiempo y de la sociedad a que pertenecemos". (CASTRO, T., 1998, p. 497).
Es con esta generación de escritores que  la poesía dominicana queda proyectada como un acto de creación con y por el sujeto, rechazando de plano "(…)el ejercicio literario epidérmico que se basta a sí mismo en su puerilidad  verbal y esteticista (…)". Lo estético es llevado a la estatura de un valor artístico vinculado con la regeneración del hombre, donde el acto creativo, sin  caer en lo panfletario, es asumida como recreación y Transformacion del Ser y su contexto existencial
La Generación de Escritores del 48,     tiene trillado un espacio en nuestras arquitectura geográfica, por lo que su huella poética ha trascendido los trazos de la insularidad.  Un  escritortan riguroso, como lo fue el poeta español Leopoldo Panero,  estando en el país en el 1964, expresó lo siguiente sobre esta generación
de escritores:
"Creo queb se trata de uno de los brotes poéticos más prometedores conque cuenta hoy la poesía general de habla española. La poesía, la joven poesía dominicana, es reciente, pero el lenguaje común revela, como si dijéramos, diez siglos de tradición espiritual. Recibir esa tradición desde una nueva y peculiar sensibilidad y enriquecida desde ella; continuándola, es una empresa hermosa, noble, verdaderamente origina; quiero decir desde los orígenes de la palabra que puso el destino en nuestros labios". (Alma Mater. Año 1, núm. 7 octubre de 1954).
Estamos ante una Generacion de Escritores que en su decir y en su hacer, nos traza una trayectoria fundacional en su pragmática creativa frente a la lengua, y que, desde los linderos de la estética, marca en nuestra literatura los sentidos y compromisos del intelectual frente al poder, apegado a la ética y a los resquicios vivenciales de su otredad.