Como saben muchos de ustedes, desde el año 2006, The Metropolitan Opera House de Nueva York realiza transmisiones en vivo y tiempo real de algunas de las óperas de la función llamada “matinee” del sábado en la tarde, para ser vistas con imagen HD y sonido digital en las pantallas de cines alrededor del mundo, programa en el cual participan ya más de dos mil cines de 70 países, incluyendo desde la temporada 2011-2012 un cine de Santo Domingo. 

Tal como escribimos en Tívoli del miércoles pasado, la temporada 2018-2019 de The Met: Live in HD termina con la ópera “Diálogos de carmelitas”, de Francis Poulenc, en el cine Fine Arts Novo Centro el sábado 11 de mayo a las doce del mediodía (transmisión en vivo desde The Metropolitan Opera House) con repetición el miércoles 15 de mayo a las seis de la tarde (encore).

Siguiendo esos pasos, Royal Opera de Londres también comenzó hace algunos años a transmitir óperas, las cuales pronto podremos disfrutar en Santo Domingo, en diferido, en versiones grabadas que se proyectarán en una pantalla que será habilitada en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito, con los auspicios de la Fundación Amigos del Teatro Nacional, la Fundación Sinfonía, la Cámara Británica de Comercio y la Embajada del Reino Unido, comenzando el domingo 19 de mayo a las 6:00 p.m. con “La forza del destino”, de Giuseppe Verdi, con libreto de Francesco María Piave. Encabezan el reparto Anna Netrebko y Jonas Kaufmann, con la dirección musical de Antonio Pappano y la dirección escénica de Christof  Loy.

También la Ópera de París realiza transmisiones de óperas, las cuales quisiéramos también poder disfrutar aquí con los auspicios de la Embajada de Francia y de la Alianza Francesa. Ojalá sea posible. Lo mismo decimos con respecto a La Scala de Milán y la Embajada de Italia. Mientras tanto, esta es la sinopsis de “La forza del destino” según Wikipedia:

Jonas Kaufmann y Anna Netrebko en LA FORZA DEL DESTINO.

La trama transcurre en España e Italia, alrededor de 1750.

Acto I

Habitación del castillo de Calatrava, cerca de Sevilla

Don Álvaro es un joven noble de Sudamérica (presumiblemente Perú) que es en parte indio y que se ha establecido en Sevilla, donde, sin embargo, no se piensa bien de él. Se enamora de doña Leonora, la hija del marqués de Calatrava, quien, a pesar de su amor por su hija, ha decidido que ella se case sólo con un hombre de la más alta cuna. Leonora, conociendo la aversión de su padre, y profundamente enamorada de Álvaro, decide abandonar su casa y su país para fugarse con él, ayudada por su sirvienta, Curra (A.:Me pellegrina ed orfana – "Yo, exiliada y huérfana").

Su padre entra inesperadamente y descubre a Álvaro; él lo amenaza de muerte, y, para eliminar cualquier sospecha sobre la castidad de Leonora, Álvaro ofrece entregarse al marqués. Tira su pistola con tan mala suerte que del golpe se dispara y hiere mortalmente al padre de Leonora quien muere maldiciendo a su hija.

Acto II

Cuadro I.

Taberna en las afueras de Hornachuelos

El Alcalde, varios muleteros y don Carlos de Vargas, hermano de doña Leonora, están reunidos en la cocina de una posada. Don Carlos, disfrazado como un estudiante de Salamanca, bajo el nombre ficticio de Pereda, busca vengarse de Álvaro y Leonora (Son Pereda son ricco d’onore – "Soy Pereda, de noble ascendencia"). Durante la cena, Preziosilla, una joven gitana, narra las fortunas de los jóvenes y los exhorta a alistarse a la guerra (Al suon del tamburo – "Cuando suene el tambor") por la libertad de Italia, algo con lo que todos se muestran de acuerdo. Habiéndose separado de Álvaro, Leonora llega disfrazada de varón, pero se escapa sin ser descubierta por Carlos.

Cuadro II.

Atrio del monasterio

Leonora se refugia en el monasterio (R.: Sono giunta! [¡He llegado!] … A.: Madre, pietosa Vergine [Madre, piadosa Virgen]) donde ella cuenta al abad, Padre Guardián, su verdadero nombre y que pretende pasar el resto de su vida como ermitaña. El abad le relata los desafíos por los que va a pasar. Leonora, el Padre Guardián, Fray Melitón y otros monjes se unen en oración.

Anuncio de LA FORZA DEL DESTINO.

Acto III

Cuadro I

Bosque próximo al pueblo italiano de Velletri, en Italia

Mientras tanto, don Álvaro se ha unido al ejército español bajo el nombre de don Federico Herreros (R.: La vita è inferno: O tu che in seno agli angeli – "La vida es un infierno para aquellos que son infelices… ¡Oh, mi amada, entre los ángeles!"). Una noche salva la vida de don Carlos que sirve en el mismo ejército bajo el nombre de don Félix Bornos. Se hacen amigos y van a la batalla uno al lado del otro.

Cuadro II

Habitación de los oficiales

En una de esas escaramuzas don Álvaro resulta, como él supone, mortalmente herido, y confía a don Carlos el cuidado de una valija que contiene un puñado de cartas que tiene que destruir en cuanto don Álvaro muera. (D.: Solenne in quest’ora – "Júrame, en esta solemne hora"). Don Carlos ha jurado no mirar el contenido de las cartas, pero empieza a sospechar de su amigo. (Sc.: Morir! Tremenda cosa! … A.: Urna fatale del mio destino – "¡Morir, qué cosa tan tremenda!… Aléjate, fatal lote enviado a mi Destino!"). Abre la valija, encuentra el retrato de su hermana, y se da cuenta de la verdadera identidad de Álvaro. En ese momento un cirujano dice que don Álvaro puede recuperarse. Don Carlos se alegra de poder vengar la muerte de su padre.

Cuadro III

Campamento militar cerca de Velletri

Don Álvaro se ha recuperado y se enfrenta a don Carlos. Empiezan un duelo, pero los soldados los separan a la fuerza. Mientras contienen a don Carlos, el angustiado don Álvaro jura entrar en un monasterio.

Los soldados se reúnen. Trabucco, un vendedor ambulante, intenta venderles sus productos; fray Melitón los sermonea por sus comportamientos viciosos; y Preziosilla los lidera en un coro en alabanza de la vida militar (Cr.: Rataplan, rataplan, della gloria – "Rataplán, rataplán, del tambor es la música que enardece el espíritu marcial de un soldado").

Acto IV

Cuadro I

El monasterio

Don Álvaro ha ingresado en el monasterio de Hornachuelos, cerca de donde está la cueva de Leonora, con el nombre de Padre Rafael. Don Carlos llega y le fuerza a luchar (D.: Col sangue mio [Con mi sangre]; Le minacci, i fieri accenti – "Con mi sangre… Las amenazas, los acentos fieros").

Cuadro II

Exterior de la cueva donde vive Leonora

Leonora reza para encontrar la paz en la muerte (A.: Pace, pace mio Dio! – "¡Paz, paz, Dios mío!"). Álvaro entra, pidiendo ayuda, después de haber herido mortalmente a don Carlos en su duelo. Los dos amantes se reconocen. Leonora sale de escena para ver a su hermano, quien, mientras ella se inclina hacia él, la apuñala en el corazón. Leonora regresa con el Padre Guardián; él y don Álvaro rezan al cielo mientras ella muere.

NOTA: En la referida producción de Royal Opera, la duración de “La forza del destino” es aproximadamente cuatro horas, incluyendo dos intermedios de 25 minutos cada uno. En el tomo dedicado a los discos de óperas de la serie de libros The New York Times Essential Library: A Critic’s Guide to the 100 Most Important Recordings, Anthony Tommasini recomienda dos grabaciones de “La forza del destino”: la de EMI Classics de 1954 protagonizada por María Callas y Richard Tucker con la orquesta de La Scala de Milán dirigida por Tullio Serafin; y la de RCA Victor de 1976 protagonizada por Leontyne Price y Plácido Domingo con la Orquesta Sinfónica de Londres dirigida por James Levine.