La FA Cup, de la Asociación de Fútbol inglesa, se disputó por primera vez en la temporada de 1871-1872, entre el Wanderers Football Club (no el Bolton Wanderers) y Royal Engineers que concluyó con marcador de 1-0. Esta escuadra continuó ganando la copa durante cinco temporadas más, hasta 1878. Incluso, hoy en día permanecen en octavo lugar en la lista de los clubes que más veces ha ganado la FA Cup.
Cabe destacar que los primeros equipos que participaban en este campeonato eran considerados “amateur”, y la mayoría estaban formados por estudiantes adinerados y de escuelas públicas. Lo interesante es que el club Wanderers ‒que fue desintegrado en el año 1883‒, pertenecía a la zona sur de Londres, en Battersea, lugar que ha despertado el interés del club FC Chelsea, para expandirse y no mudarse de estadio, según se publicó ayer en la prensa inglesa.
El FC Chelsea y Liverpool disputarán hoy sábado en Wembley la final número 131 de la FA Cup de esta temporada. Será un partido sumamente importante para el entrenador de los “reds”, considerando su posición en la Liga Premier y las escasas posibilidades que tiene para llevar al equipo a las competiciones europeas la próxima temporada.
Los “blues” querrán ganar su primer título mañana, luego de un año con muchos altibajos, emociones y experiencias que, en algunos casos, han experimentado en otras ocasiones. De todas maneras, el cambio de entrenador del Chelsea y las nuevas tácticas han resultado en 11 victorias, 4 empates y 2 derrotas, siendo su mayor éxito llegar a la final de la Liga de Campeones de la UEFA por segunda vez en la historia del club.
Di Matteo ha logrado reordenar el sistema defensivo del equipo y mejorado enormemente las proyecciones ofensivas al contragolpe. Frente al QPR se notaron tácticas muy definidas con un 4-3-2-1 y 4-3-1-2, siempre apoyándose en el toque rápido por los costados y en los espacios creados por Fernando Torres, que muy bien supo halar las marcas. Frente al Newcastle United las cosas no salieron bien; el equipo de Alan Pardew jugó inteligentemente adelantando líneas y cortando los contraataques rápidamente en la mitad de campo. Además, los goles, ambos genialidades del delantero de las “urracas”, llegaron en momentos que podrían considerarse sorpresivos. El Chelsea sufrió pequeños momentos de su propia dosis frente a un equipo que ya tiene experiencia jugando de esa forma (recordando el 3-0 que le propinaron las urracas al Manchester United).
Para el partido de mañana, Di Matteo contará con casi todo el plantel, y tal vez sus tácticas cobren vida nuevamente ante el Liverpool que, en los últimos encuentros se ha encontrado con mucha suerte y poca consistencia en la defensa. Probablemente, el italiano apueste por la inclusión de Drogba y no de Torres, aunque a mi entender deberían jugar ambos. Las deficiencias en la zaga central del equipo rojo apuntan a que el club londinense arremeta con todas sus fuerzas desde el pitazo inicial.
Dalglish, por su parte, deberá lidiar con los avances esporádicos del Chelsea y tendrá que apretar bien las tuercas en el medio. Su equipo sólo gana bien cuando juega Luis Suárez, que además, también en este encuentro tendrá los ojos y las piernas de los mediocampistas y centrales de los de Londres muy de cerca. La inclusión de Carroll en compañía de Suárez podría ayudar a que el uruguayo esté un poco más suelto en el campo.
Por la liga inglesa se han enfrentado en 137 ocasiones, y por la FA la última vez en la semifinal de la temporada 2006/2007, ocasión en la que triunfó el equipo rojo con resultado de 2 a 1, con goles de John Arne Riise y Luis García para el Liverpool y el descuento de Didier Drogba. Lo cierto es que no sabemos hasta mañana cuáles serán los planteamientos de cada técnico sino hasta cuando veamos las alineaciones. Pero sí podemos augurar un partido de ida y vuelta, por momentos trabado en la mitad de la cancha, y con la posesión repartida entre los dos. Al fin y al cabo, se trata de una final entre dos clubes con mucha historia y grandes jugadores.