Los máximos representantes de la ética y disciplina del PRD salieron solemnemente a la sala de audiencia donde se conocería sobre la acusación disciplinaria presentada contra el militante Guido Orlando Gómez Mazara. De inmediato procedieron a dar lectura a la resolución que en uno de sus acápites ordena la expulsión definitiva de Gomes Mazara de las filas del Partido por supuesta violación a varias disposiciones del estatuto vigente.
Los miembros del Consejo Nacional de Disciplina no advirtieron que violaban su propio “Código de Ética y Disciplina” de tal modo que su resolución quedaba afectada de nulidad de manera irremediable.
Resulta que el régimen disciplinario del PRD aprobado por el CEN el día 2 de noviembre del año 2005 establece dos grados de jurisdicción para el juicio disciplinario; un primer grado que se inicia ante el Consejo de la zona, municipio o provincia y un segundo grado que se lleva ante el Consejo Nacional de Disciplina, tal como lo dispone el artículo 41 del Código de Ética del PRD que textualmente dice: “ El Consejo Nacional de Disciplina y Ética, fungirá como consejo de alzada y los Consejos de Disciplina y Etica Provincial (sic) sobre la jurisdicción de la provincia o de los municipios”.
Sin reparar en esta disposición a Gómez Mazara lo sometieron a juicio por ante el Consejo Nacional de Disciplina, con lo que se le violó un grado de jurisdicción. Esto implica una evidente violación del régimen preexistente para el juzgamiento disciplinario y el olvido de una regla de carácter constitucional consagrada en el Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos ratificado por la Rep. Dominicana, en el sentido de que “toda persona declarada culpable tiene derecho a que el fallo condenatorio sea sometido a un tribunal superior”
Gómez Mazara interpuso un recurso de reconsideración por ante el mismo Consejo Nacional pretendiendo que la situación fuera enmendada y sin embargo el Consejo Nacional ratifico su decisión. El Código de Ética perredeista contempla el recurso de apelación, Pero debemos preguntarnos: ante quien apela Gómez si ya fue sancionado por la instancia de apelación en instancia única. No hay que ser un experto para saber que esta decisión es susceptible de ser anulada. Si los perredistas entienden que Guido fue “bien muerto” yo afirmo que fue “mal matao”