Los dominicanos presentes en el exilio opuestos a la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina, en ningún momento descansaron en sus propósitos  de derrocar al  tirano,  utilizando  como método  la lucha armada desde el exterior,  para llegar al país  a enfrentar  el ejercito, principal organismo represivo del tirano.

Las dos primeras  acciones armadas  contra Trujillo, organizadas  en territorio cubano, y conocidas como  la Expedición del Mariel, de 1934, y la de Cayo Confites en 1947; ambas  resultaron  frustradas; en la primera,  se destacó, entre otros, el licenciado Rafael Estrella Ureña, y en la segunda Juan Bosch, Juancito Rodríguez  García y Fidel Castro.

La tercera expedición  armada  de los dominicanos en el exilio partió desde Guatemala,  el día domingo 19 de junio de 1949, llegando al territorio nacional  por Luperón, la misma noche de la  fecha señalada, y en ella   intervinieron   dominicanos e  internacionalistas de Nicaragua y  Costa Rica. Los dominicanos   participantes en la acción fueron  Horacio Julio Ornes Coiscou,   José Rolando Martínez Bonilla, Federico H. Henríquez,  Tulio H. Arvelo,  Hugo Kunhart, Salvador  Reyes, Miguel Feliú Arzeno y Manuel Calderón Salcedo; los nicaragüenses  Alberto Ramírez, Alejandro Selva y  José Félix Córdova Boniche, y Alfonso Leyton, de Costa Rica.

El  día  que llegó la expedición, fallecieron  calcinados dentro del mismo avión que los  trajo al país,  Alberto Ramírez, Hugo Kunhart, Alfonso Leyton y  Salvador Reyes.

El 22 de junio de 1949,  fueron detenidos, y luego  procesados y condenados  los dominicanos,  Horacio Julio Ornes Coiscou, Tulio H. Arvelo, José Rolando Martínez Bonilla, Miguel Feliú Arzeno,  y el nicaragüense José Pérez Córdova Boniche.

Posteriormente, el 23 de junio en un enfrentamiento con el ejército murieron   Federico H. Henríquez (Gugú), Alejandro Selva y Manuel Calderón  Salcedo.  Los tripulantes del avión, tres norteamericanos también  fallecieron.

Para la expedición de Luperón  prestaron su concurso  los gobiernos de Costa Rica, Guatemala y Cuba,  y  aportes significativos Juancito Rodríguez, Juan Rodríguez García, Miguel Ángel Ramírez y José Horacio Rodríguez.  Este último participaría luego,  como comandante,  en  la  gesta  del 14 de junio de 1959. 

Al final de la década  del 80 del siglo pasado, mientras me encontraba en Moscú, visité en un centro de salud a mi amigo Tulio H. Arvelo,  y en el mismo lugar  se encontraba la revolucionaria española Dolores Ibárrubi-La Pasionaria-.  Tulito nos narró,   a  La Pasionaria y a mí,  algunas de sus vivencias  relacionadas con  su vida en el exilio, su participación en la Expedición de Luperón, y el calvario  de su prisión luego de ser condenado  conjuntamente con cuatro de sus compañeros expedicionarios.

Al cumplirse 67 años de la Expedición de Luperón, es propicia la ocasión para que el pueblo dominicano rinda tributo de recordación a los dominicanos e internacionalistas que vinieron al país  a luchar,  al igual como lo hicieron  diez años después  los integrantes de la Raza Inmortal  de junio de 1959,  para que  el país disfrutara  de plenas libertades, efectivos  derechos y una   independencia y soberanía plena.