En la espiral de la vida hay malos y buenos tiempos. Los malos tiempos deben darnos fuerza para continuar con una nueva visión de lo que es la vida, de la realidad existencial.
En la espiral de la vida hay bajadas y subidas, y en ese tobogán cada uno de nosotros tiene que ser el capitán de su propio viaje.
Dijo alguien que la vida es una pausa entre dos grandes misterios…
Pero en todas sus dimensiones y circunstancias, la vida vale la pena vivirla.
¿Quién vivirá tu vida por ti? ¿Cómo vivirás tu vida?
¿Cuál es el sendero real para encaminar tu vida?
Aunque parece evidente que sólo uno vive su propia vida, la cuestión se relaciona más con las múltiples maneras en que uno la desperdicia en sinsabores, odios, amarguras, egoísmos, dejando nuestros sueños de lado y perdiendo el contacto con el ser interior; descuidando el espíritu. No cuidando nuestra porción del universo.