La “naturaleza humana”, aquello que se opone a la “conciencia humana”, la hemos vivido en este largo año pandémico: la tendencia hacia el “olvido” del malestar como terapia complementada con una preferencia hacia la chercha irresponsable es una muestra del egoísmo de “rebaño” que aplicamos. Es decir, el hedonismo individualista lo colectivizamos para utilizar el olvido como sedante. De ahí que los “la juntadera” es un fenómeno de la juventud.
Sin embargo, la conciencia humana –el impulso para trascender nuestra condición–, ayudada por el sistema racional encarnada en la ciencia y en la tecnología, nos habla de “esperanza” cuando dos instituciones venerables, la Internacional Business Machines, mejor conocida por sus siglas de IBM, anuncia la firma de un acuerdo con la Cleveland Clinic, de Detroit, Michigan para aplicar la “computación cuántica” (la sucesora de la actual computación digital) a sus investigaciones sobre las futuras pandemias.
Para acercarnos a la noticia, veamos el video de Nacho Girón, IBM busca prevenir la próxima pandemia, en el enlace siguiente de CNN:
Por su parte, Cleveland Clinic lo presenta como un paso de la larga colaboración con IBM en informática médica. A través de esta asociación, el objetivo es la mejor captura del valor de la data y enaltecer el cuidado del paciente a través de los hospitales del sistema y centros de salud familiar. Para ver la versión de Cleveland Clinic en su website, consultar el siguiente reportaje: Cleveland Clinic inks five-year agreement with IBM, disponible en: https://www.modernhealthcare.com/article/20170103/NEWS/170109990/cleveland-clinic-inks-five-year-agreement-with-ibm
Esta colaboración llevará a que una organización privada tenga por primera vez una computadora cuántica de su propiedad. Ver el reportaje de Andrea Park, IBM to install first private sector quantum computing system at Cleveland Clinic, en el siguiente enlace:
La sociedad del Acelerador Discovery entre IBM y Cleveland Clinic estará localizada en el «Global Center for Pathogen Research & Human Health» (Centro para Investigación de Patógenos y Salubridad Humana), que fue establecido en febrero de 2021 con una dotación de US$500 millones de inversión por parte del hospital y el Estado de Ohio. El centro de investigación está enfocado en la identificación y preparación para enfrentar las próximas pandemias mundiales a través de la investigación genómica y sociológica y el desarrollo de nuevos diagnósticos, tratamientos, vacunas e instrumentos digitales.

En esta etapa es dónde IBM entra en escena. La «Inteligencia Artificial», sus instrumentos para trabajar en la nube y en computación cuántica acelerarán exponencialmente el proceso de compilación y análisis de toda la data necesaria para alcanzar las metas del Centro: usando robótica e Inteligencia Artificial, por ejemplo, para sintetizar nuevas moléculas y las avanzadas técnicas computacionales para identificar potenciales nuevos fármacos.
Por último, pero no menos importante, los críticos existen. Eliza Strickland crítica desfavorablemente, el record de promesas incumplidas por IBM mediante la súper computación y que presenta en su cuadro donde recopila los proyectos no concluídos exitosamente por la empresa. M[aas abajo incluyo dicho cuadro. Dejo el juicio al lector. Ver su artículo: How IBM Watson overpromised and under delivered on AI health care, en el siguiente enlace:
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Entonces, ¿hay esperanzas con este mensaje de IBM y Cleveland Clinic? La ciencia y la tecnología son productos humanos, sujetos a los vaivenes de nuestra constelación de sentimientos. Por ello, es un demiurgo sujetos al azar y, por lo tanto, sujetos a la complejidad de la vida misma. El resultado de la presente pandemia es aplicar las lecciones aprendidas y no seguir “soñando” en soluciones mágicas, aunque tengan disfraces científicos. Sí, hay esperanzas aunque no certezas. Aún en el cuadro de Eliza, vemos grandes resultados en el ramo de la oncología, ya que solo sabemos que avanzamos si nos sobreponemos a los fracasos. Es una gran lección de la fuerza de voluntad de los técnicos y científicos.
Todavía debemos tener el equilibrio de nuestras personalidades para tener la humildad de reconocer que el trabajo de la ciencia y la tecnología no funcionan por milagros, funciona por trabajo arduo, y mucha seripindia… es decir, mucha inspiración.