La asignación del Consejo de Educación de Los Ángeles de 30 millones de dólares para la compra de la tableta iPad para los alumnos; la colocación de más de dos mil vídeos tutoriales de física, matemáticas, cómputos y otros, por la Academia Khan, que son  vistos más de cien mil veces cada día alrededor del mundo en Youtube, indican que ha nacido un nuevo paradigma en educación escolar, que transformará la escuela, la forma de estudiar, aprender y especialmente el papel del profesor.

Después de estos hechos, la  escuela digital es una realidad, es una ola expansiva  que recorrerá el planeta a la velocidad de un tsunami y los países que no nos ajustemos a estos tiempos, seremos sumergidos en la ignorancia y en la pobreza extrema.

La tanda extendida a ocho horas, propuesta por el presidente Danilo Medina, como el eje número uno, en su plan estratégico de gobierno,  es una idea genial, si se aplica en forma adecuada, pues hay que proteger al niño de la calle, del barrio, de la televisión  e incluso a veces  de sus propios padres.

El dirigir nuestros escasos recursos hacia una tanda extendida dentro de la escuela clásica actual, a repetir más de lo mismo, en lugar de hacía una tanda digital, podría ser una condena a expandir nuestra pobreza material y espiritual. La tecnología digital es cara, pero es el futuro, por lo que estamos obligados a ser creativos y encontrar un camino óptimo para su aplicación, resultando saludable para alcanzar dicho objetivo, las estrategias elaboradas por el Consejo Regional de Desarrollo (CRD), a fin  de lograr un  real desarrollo del  país, y especialmente, de la educación en los diferentes niveles.

Cuando apareció la computadora personal al principio de los ochenta, pensamos que esta era una amenaza que quitaría muchas funciones al profesor, como también  lo esperamos de la radio y televisión sin resultado objetivo. Pasaron treinta años y el profesor siguió sin riesgo con el control absoluto del aula, dominando la información y la formación de los alumnos, pero esto ya no será igual.

Con la llegada del iPad y las tabletas, con cientos de aplicaciones educativas y las grandes empresas de informática, dirigiendo sus recursos billonarios  hacia la educación y especialmente hacia el aula; el profesor está obligado a revisar su papel y de no modernizarse será sacado del aula por la nueva tecnología. El gobierno está obligado a  ayudarlo.

Estamos ocupando los últimos lugares en el ranking mundial de la educación escolar. Desde hace varias décadas hemos sustituido la filosofía de la eficiencia en la escuela, por la filosofía política. Debemos buscar remedio a esta situación y la  tecnología digital podría ser la solución.

Si el programa del gobierno a través  Ministerio de Educación para extender la tanda a ocho horas, es para hacer más de lo mismo, desde ya podríamos predecir que no sólo será un fracaso, sino que será el mayor  multiplicador de pobreza del país.

Como nos enseña Peter Drucker, ser eficiente en un camino equivocado, es de muy poca inteligencia, lo sabio es ser eficiente en un camino de oportunidades. Estamos en un mundo que se mueve hacia lo digital a la velocidad de la luz. Movernos en otra dirección es exponernos a quedar rezagados históricamente.

Sería de gran dolor para los niños y un camino hacia la pobreza, extender el horario hacia la escuela clásica. La escuela tradicional, centrada en exámenes y en supervisión, mata la creatividad y el entusiasmo. Lo correcto es hacerlo hacia la escuela digital, innovadora y  emocionante.

Debemos hacer un puente inteligente en la brecha que nos separa de los países que se  nos fueron delante con la revolución industrial y ahora se nos van adelante, pero a la velocidad de la luz, con la revolución digital.

La escuela digital es la mejor ruta a la creación de emprendedores, por su metodología de libertad y creatividad. Los emprendedores traen riqueza material y espiritual a sus países. Extendamos la escuela dominicana, pero hacia la escuela digital.