En septiembre del 1928 mientras Alexander Fleming realizaba varios experimentos en su laboratorio, noto que una colonia de hongos había crecido espontáneamente en una de las placas de Petri sembradas con Staphylococcus Aureus. El hongo más tarde identificado como Penicillium Notatum, produce una sustancia natural con efectos antibacterianos: La Penicilina y aunque en Alemania se conocía el uso de la sulfonamida, es a partir de ese momento que comienza la denominada era de los antibióticos.
Los antibióticos como fármacos que matan o impiden el crecimiento de determinadas clases de microorganismos sensibles (en general bacterias), nos permiten prevenir y tratar infecciones, pero pueden al mismo tiempo, convertirse en amenazas para salud.
Del primer legado de Alexander Fleming, una molécula química con propiedades antibióticas, nos habla el reciente informe de la OMS titulado Antimicrobial Resistance: global report on surveillance (Resistencia a los antimicrobianos: informe mundial sobre la vigilancia).
Una vez más, nuestra especie debe adaptarse, esta vez, con un cambio de actitud y de pensamiento, orientando la lucha contra infecciones con un enfoque diferente mediante el empleo de nuevas alternativas naturales
La resistencia —que se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan— es ya una gran amenaza para la salud pública.
El Dr. Keiji Fukuda, Subdirector General de la OMS para Seguridad Sanitaria ha dicho "el mundo está abocado a una era post antibióticos en la que infecciones comunes que han sido tratables durante decenios volverán a ser potencialmente mortales»,
El informe además de alertar sobre el uso excesivo de antibióticos que crea resistencia, advierte de los peligros de su uso deficiente o a dosis no recomendadas, así como el uso de antibióticos muy potentes para afecciones simples, los cuales suelen formar parte de la habitual forma en que se consumen.
Muchas veces, desligado de unas bases científicas, el paciente entiende que sí ya se siente mejor no tiene él porque seguirlos tomando.
El Dr Fleming, como brillante científico, realizó un doble aporte al también descubrir una enzima, la lisozima que al igual que los péptidos antibióticos, son componentes de la inmunidad innata con que la naturaleza ha dotado al reino animal incluyendo a los seres humanos.
Rescatar la capacidad con la que nos ha dotado la naturaleza de recuperar nuestro equilibrio vital, permaneciendo en un estado saludable al poder vencer y prevenir las infecciones con nuestro propio sistema inmunológico, se convierte en un reto de salud pública para todos los gobiernos del mundo.
El legado de nuestro ADN nos capacita dentro de la evolución humana para enfrentar este gran reto de nuestro tiempo, pero una vez más, nuestra especie debe adaptarse, esta vez, con un cambio de actitud y de pensamiento, orientando la lucha contra infecciones con un enfoque diferente mediante el empleo de nuevas alternativas naturales que no crean resistencias en los agentes patógenos, pero sobre todo sanan sin dañar.