Habría que encumbrarse en la cima insaciable de la vanidad, semejante a la nube virtual de nuestro sistema computacional donde se guardan para una ocasión todos los datos que aportamos, para no enraizarse y compenetrarse con la cultura y el terruño que nos vio nacer , crecer y hacer las travesuras en ese entorno cultural que conformó la identidad que llevamos. Así de esa manera somos seres nostálgicos que amamos regresar a ser aquello, que se nos fue supuestamente cuando nos alejamos de su presencia en distancia y tiempo. Es posible que a todos nos pase, soy cotuisano y esa indescriptible pasión me embarga y lo mágico es que según pasan  los años [ lo estoy viviendo) se siente con mayor intensidad, por razones esotéricas de aquel artículo que escribiera sobre el Eterno Retorno succionado de la obra del mismo nombre de E. Mircea. Entonces, como no encarar la defensa sagrada de lo que considero patrimonio indelegable de Cotuí: su Oro, su Universidad Uteco, por su origen comunitario, etc.

Mientras escucho el sonido suave y melodioso de la magia instrumental de N. Paganini, escribo estas líneas y medito con cautela y desagrado, en la discreción del pensamiento cómplice: “Uno no sabe para quién trabaja”. ¿Porqué la pregunta?. Porque Uteco, que es la Universidad de la Provincia, surgió en calidad de proyecto comunitario y hoy  mediante Ley 236­ /14 se enajena convirtiéndola en pública a cambio de que el Presidente Danilo Medina designe el Rector, Vicerrectores y otros funcionarios de la Universidad, como a efecto sucede; enajenación de un patrimonio de la comunidad cotuisana que conllevó el esfuerzo titánico de sus padres y madres fundadores, que insólitos presencian la entrega espuria a los dictados de la política de Poder por componendas de los Regentes con las mismas orientaciones ideológicas del Partido en el Poder. Ha sido propiamente una deslealtad con vocación francamente política, que no se justifica porque daña la Academia y no desempeñaría su calidad de entidad científica, educativa y social apartada de la brega en un pueblo chico de los avatares de la parcialidad política. Esa fue la filosofía de los primeros hombres y mujeres y antes que llegara el PLD al  Poder, dieron sus mejores talentos y años a la Institución, sin cobro alguno. Lo acogieron como una empresa comunitaria suya, de su pueblo.

El Gobierno la hizo pública conforme al decreto arriba citado, aunque la estratagema consistía en que los Regentes homónimos al Poder cedieran el patrimonio a la hegemonía del Presidente nombrando a las autoridades principales, siendo penoso que aquel promotor del Proyecto por su cercanía al Expresidente Leonel Fernández y funcionario de Funglode se confabulara con tan mezquina enajenación. Vuelvo y reitero, como en escritos anteriores:sólo hay estar vivo para ver cosas inauditas de gentes que no habían claudicados. Me sacudió, en mi calidad de Primer Rector, la noticia hace una semana de la juramentación del actual Rector en despacho del Presidente con los Regentes, informando en pose de foto la designación por Presidente Medina. El poder de los Regentes y la Comunidad de UTECO ahora pasa transfigurado al poder del PLD en Gobierno. ¡Qué ironía tiene la vida!  Espero más tarde o más temprano la resistencia de la comunidad a tal adefesio y el tema de la Barrick Gould.