En cinco días, los dominicanos acudiremos a las urnas a votar en las elecciones presidenciales y legislativas. Inminentemente, el país tendrá una nueva administración, que dirigirá el Estado para el cuatrienio 2020-2024. Los candidatos que están en la contienda han presentado sus planes, propuestas, o lineamientos generales de lo que harán en las diferentes instancias del gobierno.
En el caso de la educación superior, algunos de los candidatos a la presidencia, lo han presentado como parte importante de sus ejes de gobierno. Pues, no es un secreto, que la educación superior está directamente relacionada con la innovación, el sistema productivo, el empleo y las condiciones de vida de los ciudadanos. Sin embargo, en el fervor de la (atípica) campaña política, conocer las propuestas (o al menos la opinión), de algunos temas poco populares, electoralmente hablando, es una tarea difícil. Más aún, de aspirantes que, no responden preguntas, han limitado sus intervenciones, o se han concentrado en la (muy cuestionada) “solidaridad”.
Así que, como soy de aquellos que leen las instrucciones, hice el ejercicio de buscar las propuestas de gobierno en materia de educación superior, del oficialista Gonzalo Castillo y del opositor Luis Abinader. Los planes de estos, varían considerablemente, en la profundidad y en los detalles de las ideas. Por ejemplo, cuando se buscan las palabras “educación superior” dentro de sus programas de gobierno, estas aparecen 39 veces en el de Abinader y 8 veces en el de Castillo.
Es importante, señalar que, existen coincidencias elementales en los dos programas de gobierno en los siguientes puntos:
- El desarrollo de una cultura de investigación en las universidades del país, prometiendo aumento de recursos, para proyectos de investigación, desarrollo e innovación.
- Mantener, aumentar y hacer mas equitativos los programas de becas nacionales e internacionales, en base al mérito estudiantil.
- Establecer programas de crédito educativo, que permitan el acceso al sistema a estudiantes de bajos recursos económicos.
- Desarrollar y promover la educación virtual y a distancia, así como actualizar el reglamento de esta modalidad educativa.
- Implementar el Marco Nacional de Cualificaciones, para permitir la validación de conocimientos dentro y fuera del sistema formal, facilitando a los estudiantes la transferencia de créditos dentro del sistema de educación superior.
Otro punto en el cual coinciden es la creación de una red de Institutos Técnicos Superiores Comunitarios (Community Colleges), en diferentes regiones del país. Estos institutos superiores, donde se ofrecen carreras técnicas de dos años, son de gran importancia para el desarrollo productivo, económico y social. Además, es una demanda no satisfecha desde hace décadas, acordada en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2010-2030 (Ley 1-12) y en el Plan Decenal de Educación Superior 2008-2018. En este punto, el programa de Luis Abinader es más específico, proyectando la creación de un Instituto Técnico Superior Comunitario en cada una de las provincias, así como la creación de 10 centros de alta tecnología (como el ITLA), diseminados en diferentes regiones del país.
En otro orden, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la calidad y las reformas del marco legal del sistema de educación superior, son temas que no tienen presencia en el programa de Castillo. Mientras, Luis Abinader plantea sanear financieramente la UASD y trabajar en la mejora de su infraestructura física. Igualmente, aborda el tema de la calidad, prometiendo fortalecer el rol del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, en la supervisión y la evaluación de las Instituciones de Educación Superior.
Por último, y quizás lo más importante, es la propuesta que hace Abinader de “adecuar el marco institucional de la educación superior, ciencia, tecnología e innovación a la sociedad del conocimiento”. Pues, la mayoría de las promesas para el sector educativo superior dominicano, no podrían ser materializadas, sin un nuevo marco legal que, permita los cambios que necesita el sistema.
Cómo podemos ver, hay coincidencias importantes en las propuestas de estos dos candidatos. Sin embargo, el contraste es evidente en los detalles, profundidad y relevancia de las ideas presentadas. Ahora, es esperanzador que, según las predicciones realizadas por las más respetadas firmas encuestadoras, quien se perfila como próximo presidente del país (y quienes diseñaron las propuestas), consideren elementos de carácter cualitativo.
Ojalá, las propuestas no se conviertan en letras muertas. Dado que, la República Dominicana, no puede seguir sacando malas notas en desarrollo académico, investigación, competitividad, desarrollo social y humano. La educación superior dominicana, necesita un cambio; una transformación que la convierta en uno de los motores del desarrollo, para lograr el país que queremos.