Una de las principales preocupaciones en el mundo cuando se procura crear condiciones apropiadas para una educación de calidad es el horario escolar.

El aprendizaje es un proceso muy complejo que entre los propósitos principales está el asegurar una formación integral. Lo cual significa que se procura el dominio de todas las áreas, desde Matemática hasta la Lengua Escrita y Oral tanto materna como las lenguas extranjeras dentro del currículo.

Tomando en cuenta además que un aprendizaje efectivo y significativo no se limita sólo a los conocimientos, sino que se pretende desarrollar en la o el estudiante valores, actitudes y habilidades  que los preparen adecuadamente para la vida.

Lo dicho explica y justifica la importancia de la Jornada Escolar Extendida-JEE-  o Jornada Completa. Recodar que el tiempo escolar se redujo por muchos años a una tanda que apenas llegaba a 4 horas, es recordar al mismo tiempo otra de las grandes falencias de la educación nacional.

¡Pero… mucho cuidado! ¿Se tiene claro el qué hacer en el horario escolar de forma tal que ese tiempo se optimalice, que se logre el aprendizaje esperado?

No es una solución simple lo que se plantea. Tomar en cuenta que con ese horario continuo la profesora o el profesor tienen una tarea ciclópea por delante con esos “angelitos”. Con todos los desafíos de niñas y niños así como jóvenes adolescentes que hacen de la profesión docente hoy una de las más difíciles por estresante y desafiante.

Ese horario escolar como otra de las grandes conquistas y avances de la educación nacional requiere un examen detenido así como soluciones creativas y realmente efectivas. Pues sucede que lo que menos se debe de permitir en esa Jornada Escolar Extendida es lo improductivo de ese tiempo tan valioso. Pero más grave aún sería el aburrimiento tanto de los docentes- que no son robots- como de las y los estudiantes que realmente se juegan la calidad de sus vidas futuras.

Es posible lograr un horario escolar que sea motivante y desafiante, que no sobrecargue y haga extenuante la labor de la profesora y el profesor y que efectivamente impacte en el aprendizaje significativo. Más no es tarea fácil.

Se ha dicho con razón que al sistema educativo se le ha otorgado los prerrequisitos principales para que la República Dominicana ocupe un sitial de honor entre las naciones del mundo; pero hay que tener muy en cuenta que faltan tareas de gran relevancia, principalmente referidas a lo que se hace en el aula. Por lo que la gestión del horario escolar pasa a ser una prioridad.