La importancia de la educación no está en discusión, es por todos aceptado que una mejor educación disminuye los niveles de pobreza, aumenta las capacidades productivas y facilita la movilidad social, contribuyendo a formar sociedades con menores niveles de marginalidad y delincuencia.

El tema de la educación tiene múltiples facetas, algunas de ellas sin ninguna relación con la enseñanza, como es el caso de la nutrición.  Es bien sabido que los niños en el período que abarca desde su nacimiento hasta los tres años, precisan de una alimentación  adecuada que le permita a su cerebro desarrollarse como es debido;  si esto no se produce la capacidad de aprendizaje de quienes hayan sufrido esa deficiencia se ve disminuida. En la Republica Dominicana no se presentan casos de desnutrición como los que vemos en África, pero existen zonas del país en donde la alimentación es muy deficiente y esto tiene consecuencias negativas en la educación.

Pero entremos en el tema que motiva este artículo; la pandemia ocasionada por el Covid 19, ha afectado los procesos educativos en todo el mundo, provocando una profunda modificación en las formas de enseñanza-aprendizaje que se venían utilizando hasta la aparición del mencionado virus, masificándose la educación a distancia.

En nuestro país, que ya venía bastante rezagado en cuanto a contenidos y técnicas de enseñanza, la situación ha provocado un aumento de la deserción, y un incremento de la brecha que ya existía entre la educación pública y la privada.

Actualmente las autoridades del Ministerio de Educación están haciendo un gran esfuerzo para que este año escolar no se pierda, provocando que la educación pública se aleje aún más de la privada.

Se realizan enormes inversiones en la adquisición de dispositivos digitales para alumnos y profesores y se rentan espacios en radio y televisión para tratar de facilitar la educación no presencial.  Escuchamos declaraciones muy optimistas sobre la marcha de este proceso;  pero creo que a este optimismo no le vendría mal una dosis de realismo.

Nosotros tenemos una serie de problemas y limitaciones que dificultan el éxito de este programa que está en proceso de desarrollo, entre ellas: conectividad deficiente, energía eléctrica intermitente en algunas regiones, familias numerosas con sólo una televisión y un radio;  padres sin la preparación y el tiempo necesarios para poder ayudar a sus hijos, etc. ,  estos problemas son de difícil solución  y alguno de ellos insolubles.

Creo que la forma más sensata y práctica de enfrentar esta situación, es el establecimiento de un sistema semi-presencial, en donde se escogieran los lugares de inicio en función de la incidencia del Covid en cada uno de ellos, con menor presencia de estudiantes en las aulas y comenzando por los cursos más bajos.

Es de importancia capital, asegurarse de que en los planteles escogidos, se cuente con servicio de agua corriente permanente, y que estos estén dotados de los insumos necesarios para que tanto alumnos como profesores puedan cumplir con las normas de higiene establecidas.

No debemos olvidar que quienes más se afectan con estos problemas, son los más vulnerables y los sectores de menores ingresos y una crisis grave en materia educativa podría convertirse en una catástrofe que afecte a toda una generación.