Después de la Segunda Guerra, surgieron dos bloques confrontados ideológicamente. Occidente plasmó la “Doctrina Truman” para contener el comunismo, cuya versión económica fue  el “Plan Marshall”, descrito en Harvard por el General George Marshall: “Es lógico que los Estados Unidos deban hacer todo de lo que sean capaces para ayudar al retorno de la salud económica normal en el mundo, sin la cual no puede haber estabilidad política ni paz asegurada. Nuestra política no está dirigida contra ningún país o doctrina sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos”. El Plan ayudó a países europeos,  vencedores y vencidos, excluyendo la “neutral” España franquista. Rusia rechazó el Plan y prohibió a países de Europa oriental  integrarse al mismo. La URSS ripostó con el COMECON pero cobró  “reparaciones de guerra” a Finlandia, Hungría, Rumanía y Alemania.

En 1955 , en la “Conferencia Bandung”, Sukarno de Indonesia, Nasser de Egipto, Nehru de India y otros tercermundistas,  procurando una “tercera vía” crearon el “Movimiento de Países no Alineados”,  independientes de Washington y Moscú. Al caer la URSS,  el BRICS de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, intentó buscar equilibrio rememorando el “espíritu Bandung”. De ellos, Brasil creó la “Doctrina Odebrecht” de dominio geopolítico, con ambición mercantilista para expoliar países de América Latina, el Caribe y África, solventando gobernantes y subvencionando por adelantado campañas de candidatos compinches. Luego Odebrecht cobraba “ganando” licitaciones amañadas y sobrevaluadas e incumpliendo  plazos de entrega. El Plan Marshall de la “Doctrina Truman” perseguía la recuperación económica de países devastados por la guerra y el establecimiento de instituciones democráticas. La “Doctrina Odebrecht”, antidemocrática, expoliaba los países, financiando obras de infraestructura  con groseros sobrecostos. La ciudadanía  salía perjudicada al pagarse puntualmente préstamos del BNDES, que beneficiaban a Odebrecht y sus prosélitos locales: gobernantes, candidatos, funcionarios,  legisladores, consorciados y “asesores” ocultos.

Danilo fue favorecido aun  antes de ser Presidente, pues Lula, pagado por Odebrecht, propició que Joao Santana fuese ideólogo de su  elección y luego de  su reelección. Una ex-legisladora, renunciante del PLD, reitera que en el Congreso se impuso como “diktat” inapelable que debían aprobar a Punta Catalina porque de ahí saldría el dinero para la reelección de 2016. Danilo ha mostrado gratitud a Odebrecht,  no acudiendo a  la PGR de Brasil para investigar sobornos, ratificándole contratos que estaban en ejecución, incluyendo a Punta Catalina, y otorgándole  nuevas obras, a pesar de que declarándose culpable de sobornar, la ley obligaba a  rescindir todos los contratos de Odebrecht y descartarla como suplidor del Estado.

Desenmascarada y condenada la “Doctrina Odebrecht”, Danilo decidió rectificar y basar su futuro, su re-reelección, en  ventajas que se derivarían de proyectos de la “Ruta de la Seda” promovida por  la República Popular China (RPCh). Imitando al flamingo, que hasta duerme parado sobre una sola pata, Danilo se apoyó políticamente en su pierna izquierda, estableció relaciones con Xi Jinping, viajó a China, regresó triunfante  proclamando haber obtenido un préstamo de 600 millones de dólares, pero un año después no han habido desembolsos. Los flamingos  cambian de pata de apoyo procurando  equilibrio térmico del cuerpo. Sabiendo que “se había sobrecalentado” Danilo, cual flamingo,  decidió cambiar y apoyarse en su pierna derecha. Sus pregoneros dijeron que “se había enfriado” comprando  barcazas de carbón americano para probar Punta Catalina. Cerca del plazo para someter su re-reelección volvió a  sustentarse en la pierna izquierda para celebrar, pomposa y ricamente acompañado, el aniversario de su  viaje a China.

La llamada del Secretario Pompeo provocó que Danilo pronunciara su discurso de arrepentimiento y que dejara de sustentarse en su pierna izquierda. Cauteloso, descartó los apuntalamientos alternados de  su “Doctrina flamingo” y, por ahora, seguirá apoyado sólo en su pierna derecha. Como prueba de ello, en Agosto 8, a tres días de su arrepentimiento, Danilo recibió formalmente en Palacio, con sigilo, una delegación encabezada por Li Jun, Jefe Adjunto del Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista de la RPCh. La web de la Embajada China acá anunció por anticipado esa visita. Apoyado en su pierna derecha Danilo decidió  no  fotografiarse con la delegación comunista, constriñó difundir esa noticia y  la web de la Presidencia no  reseñó esa audiencia. La “Doctrina flamingo”, de cambios recurrentes en la pierna de apoyo está en receso, pues Danilo, sustentado coyunturalmente  en su pierna derecha, pretendería  gobernar después del 2020 a través de su delfín, y habilitarse para retornar  en el 2024 y  volver a presidir, por sí mismo, indefinidamente.