Esta semana se celebra en todo el mundo el día mundial de las Telecomunicaciones, de la Sociedad de la Información (DMTSI) y de igual manera el día mundial del Internet. Todo esto por mandato de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) que es el órgano especializado en la materia dentro de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Asociación de Usuarios de Internet (AUI).

Esta celebración se realiza el 17 de mayo de cada año, desde 1969, en conmemoración del aniversario de la firma del primer convenio Telegráfico Internacional de 1865 y la creación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.  En noviembre de 2005, la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información pidió a la Asamblea General de las Naciones Unidas que declarara el 17 de mayo como el día Mundial de la Sociedad de la Información para promover la importancia de las TIC y los diversos asuntos relacionados con la Sociedad de la Información.

Definitivamente, esto es un hecho que merece ser celebrado, sobre todo por la forma en que el mundo ha sido impactado, gracias al desarrollo de las telecomunicaciones, las nuevas tecnologías  y el internet, y a su vez todo lo que esto ha acarreado en beneficio de la humanidad,  pero de igual manera tenemos que poner atención a como este crecimiento, a su vez permite que los seres humanos perdamos la privacidad y la intimidad que tenemos como derecho.

Podría parecer  exageración de  mi parte, pero los seres humanos nos encontramos ahora bajo vigilancia a un grado sin precedentes. Antes se vigilaban determinados aspectos de determinadas personas; ahora se vigila todo tipo de aspectos de todo tipo de personas, utilizando tecnologías de uso cotidiano (teléfonos, cámaras, tabletas) con lo cual se han logrado empoderar a distintos grupos, o la instalación de cámaras por todos lados que nos graban inocentemente  para nuestra supuesta protección.

Lo cierto es que el intercambio masivo de información que resulta de las nuevas prácticas generadas alrededor de dichas tecnologías representan un importante flujo de confidencias para las organizaciones que regulan u operan dichas redes, entiéndase  corporaciones y gobiernos.

Es algo tan sencillo, como ingresar una búsqueda tal y como  acostumbramos en Google, Yahoo! u otros,  pero la diferencia es que dicha búsqueda puede incluir una combinación de lugares, fotos e intereses que incluyen tus amigos y hasta personas que no conoces.

Esta vigilancia es, sin duda alguna, uno de los mejores aliados  para detectar patrones de comportamiento y de descifrar la vinculación  de correlaciones de todo el que de alguna manera esté conectado a la red, y  si bien lo cierto es que al menos es importante conocer lo que sucede, o podría suceder, con la colosal cantidad de información que cualquier individuo genera constantemente. ¿Quién tiene acceso a esta información, y para qué  podría utilizarla?

Así mismo, con la integración del GPS  en nuestros Smartphone,  vehículos y ahora hasta en nuestros relojes, además de ayudarte a buscar la mejor ruta para llegar algún lugar  a donde te dirijas,  de igual manera estos permiten  anunciar de forma automatizada, la ubicación a tu red de amigos, para que terceros (llámese departamentos investigativos estatales y privados, agencias publicitarias u otras), sepan dónde te encuentras y, más allá, determinen tus patrones de movilidad ,  a tal nivel que ya  existe un algoritmo que puede predecir, con  un 93% de efectividad, en dónde te encontrarás a futuro, con base en la información  acumulada a partir del GPS de tu dispositivo móvil.

En definitiva lo importante es saber que vivimos en un mundo que no tenemos control de muchas cosas y puedes ser grabado, captado y hasta multado electrónicamente pero  debemos aprender a tener cuidado de quien tiene acceso a nuestra  información privada ya que una foto que publique algún amigo o conocido sobre ti, divirtiéndote, en algún lugar no publicable o simplemente  tomándote unos tragos, podría  costarte desde tu trabajo hasta el divorcio.