Esa parece que es la creencia del presidente del PRD y de sus cercanos y escasos seguidores. Y a esta tarea se dedican con un esfuerzo sostenido desde el PRD "institucional". Pero están muy equivocados. Miguel Vargas será el gran perdedor cualquiera que sea el resultado de las elecciones presidenciales del próximo mes de mayo: si gana Hipólito Mejía, será a pesar de lo que hizo Miguel Vargas para que no ganara; si pierde, se alegará, no sin razón, que fue por su culpa.
Lo que sucede con la candidatura presidencial en el PRD es un caso, si no único, insólito: el presidente del partido nunca ha reconocido que fue derrotado en las primarias internas en que se seleccionó el candidato a la Presidencia de la República. Alegando que fue víctima de un fraude, a lo más que llegó fue a "declinar" lo que entendía como su derecho a ser el candidato, por el bien del partido.
Empeñado permanentemente en el error, no ha renunciado a la presidencia del partido luego de perder en las primarias, después de haber impuesto una modificación en los estatutos del partido, para que el que fuera elegido como candidato a la Presidencia de la República fuera, al mismo tiempo, presidente del partido. Perdió y se mantiene aferrado a la presidencia del partido.
Pero lo peor no ha sido no haberse integrado aún a la campaña de la candidatura de su partido, sino expresar que la apoya desde una posición "institucional", pero en los hechos mantener un discurso y un comportamiento que reduce las posibilidades de que el PRD triunfe en las próximas elecciones.
Un observador imparcial puede fácilmente llegar a la conclusión de que el presidente no apoya la candidatura de su partido, sino que más bien conspira contra ella. Y frente a esta situación, que reduce las posibilidades del triunfo, es poco lo que se está haciendo para superar esta insólita situación.
Una reunión entre el presidente del partido y el candidato para superar las desavenencias, no se ha podido realizar. Nueve Diputados le recomendaron al presidente del partido, en carta pública, que se integrara a la campaña o pidiera una licencia. Frente a esto, cuarenta y dos Diputados respaldaron la posición del presidente del partido y éste expresó que los enfermos son los que toman licencia y que él no tiene ninguna enfermedad. Y todo sigue igual a escasos tres meses de las elecciones.
Mientras no se puede ni reunir con el candidato de su partido suscribe acuerdos con el Presidente de la República y del PLD. En mensaje parece que está claro.
Si en las elecciones se producen "irregularidades" que ameriten solicitar aclaraciones o presentar impugnaciones ¿saben quien solo puede hacerlo? El PRD institucional
Si como sentenció Peña Gómez "solo el PRD derrota al PRD" es muy posible que el PRD sea derrotado en las elecciones presidenciales de mayo próximo