Con el paso del tiempo, hemos podido evidenciar cómo la sociedad dominicana, la cual siempre se ha caracterizado por ser conservadora y respetuosa de sus principios, está entrando por un valle muy oscuro donde los valores de la familia tradicional están perdidos o son prácticamente inexistentes.
La sociedad dominicana ha tenido sus valores y principios fundamentales bien definidos y esos principios han permanecido estáticos a través del tiempo.
Sin embargo, está cobrando fuerza en el país un movimiento social el cual bajo el pretexto de los “derechos humanos” esta buscando tener un respaldo legal que posaría como la mayor amenaza para la familia tradicional dominicana.
Me refiero al movimiento LGBT, el cual busca legalizar el status de personas con sexualidad homosexual, bisexual, y transexual.
Es cierto que todas las personas deben ser respetadas y tratadas por igual, pero darle fundamentos legales a este grupo de personas es la perdición de una sociedad la cual aprecia los valores y principios.
Hace poco en los Estados Unidos se aprobó el matrimonio homosexual dándole el reconocimiento que este grupo ha estado buscando en toda su historia. Nuestro país ni ningún otro país del mundo debe seguirle la estela a los EEUU por el simple hecho de que no siempre hacer lo que la mayor potencia mundial haga significa que esta bien.
Los EEUU han probado que también se pueden equivocar y estoy completamente seguro que la historia me dará la razón cuando afirmo que ha sido una terrible decisión aprobar el matrimonio homosexual ya que quebranta las líneas de la moralidad de las personas.
El hecho de haber legalizado el matrimonio homosexual causa una gran confusión en las personas de que ya no saben diferenciar entre lo bueno y lo malo, lo moral y lo inmoral, lo ético de lo no ético.
Nuestro país siempre ha sabido trazar la línea de la moralidad y debemos procurar como ciudadanos responsables que esta línea permanezca visible para las próximas generaciones de dominicanos y dominicanas.
No podemos ignorar que el movimiento LGBT esta cada vez creciendo más en nuestro país, mi propuesta será que el gobierno empiece un diálogo con este grupo y entre ambos busquen un punto medio en el que el gobierno de un golpe de autoridad y no permita que se pierdan los valores y principios de la familia dominicana.