No es la Loteka, el pale, la Leídsa o la Lotería Nacional que pondrá a mucha gente a ganar dinero a partir de enero 2020.

Es el concurso “Millonarios con Gonzalo” donde se distribuirán miles de millones de pesos sin necesidad de rifas ni adivinando números que nunca salen. 

Con Millonarios con Gonzalo usted tiene garantizado su premio.

¿Como jugar? Acérquese a Francisco Javier (expertos en sorteos sucios) y ofrézcale su cédula, comprometiéndose a realizar esfuerzos para sobornar a otros votantes de partidos opositores a que hagan lo mismo.

Dependiendo del número de cédulas que usted recoja usted gana. Sin son partidarios del PRM le pagan el triple. A los del de Leonel el doble.

La idea es simple. Reducir los votos opositores eliminando su capacidad de votar.

Así se juega a la política cuando el uso del dinero público para fines electorales menosprecia al dominicano pobre, sin empleos y sin esperanza de un futuro mejor.

Y el nuevo jefe de campaña del candidato peledeista ya tiene vasta experiencia en la materia cuando ocupó la misma posición para llevar a Leonel Fernández al poder.

Este es el llamado fraude electoral clásico, definido como la intervención ilícita de un proceso electoral con el propósito de impedir, anular o modificar los resultados reales ya sea aumentando dolosamente la cantidad de votos de un candidato, favoreciendo, coaccionando o presionando al votante con un cargo público, usando recursos del Estado para comprar votos o disminuyendo las de los candidatos rivales mediante coerción y sobornos.

¿Y quien tiene la capacidad de hacer todo eso? Elemental querido Watson.

En nuestro país se practican todas esas travesuras y algunas que no se conocen muy bien en el léxico moderno.

Por ejemplo, en la pasada convención abierta del PLD, la facción de Leonel Fernández acusó al gobierno de haber intervenido el sistema electrónico de votos mediante la irrupción del código fuente para introducirle un algoritmo.

Ese cuestionamiento tuvo base, fue creíble y la JCE no ha dispuesto una auditoria forense de su sistema informativo porque hay un terrible miedo a que pudiera ser verdad.

En mayo hay que volver al sistema tradicional de votación porque no hay ninguna garantía de que el voto electrónico sea confiable y no de pie para un fraude colosal. 

Mientras la distancia entre el candidato oficialista y el del PRM, que es ampliamente favorecido por la mayoría de las encuestas, siga creciendo, en esa misma medida todas las formas de fraude electoral se intensificaran y la persistencia por usar el voto electrónico aumentaran.

El gobierno no se quedará de brazos cruzados apoyando a un candidato a todas luces opaco, torpe y con limitada capacidad política para ver como lo humillan en las elecciones de mayo.

Y Francisco Javier no cambiará eso con su imagen ni sus palabras sino con lo que sabe hacer mejor. Trampas, desinformación (fake news), chantaje, sobornos y todo el manual de vagabunderías electorales que a usted se le ocurra.

Danilo, por su parte, usará todo su poder para evitar la derrota y estará dispuesto a llevarse al país por el medio para colocar a Gonzalo en una posición competitiva. 

¿Eso puede cambiar los resultados electorales que se esperan? Definitivamente no, porque el problema no es solo Gonzalo Castillo, es un problema de Danilo Medina, de su partido dividido y desgastado y de su ineptitud para comprender los retos que enfrenta el país para realizar las grandes transformaciones que, en el ámbito económicos, social e institucional, se hacen imperiosas e impostergables.

El PLD, un partido antireforma nato, jamás haría esas transformaciones.