No hay que ser sociólogo, psicólogo, politólogo, estadista, y mucho menos espiritista para saber las causas principales del aumento de la criminalidad y del consumo y tráfico de drogas en los últimos años  en nuestro País.  Utilizar como chivos expiatorios a la Policía Nacional y al Código Procesal Penal como las únicas cabezas responsables del desorden Nacional es una aberración. 

Incongruencias como estas nos hacen recordar un refrán muy popular que dice:”la culebra se mata por la cabeza”, refiriéndose a que los problemas hay que solucionarlos desde su raíz y a tiempo, para poder aplicar las medidas correctivas y de esta forma controlar su propagación para evitar el caos.

Si las fuerzas vivas de la Nación no llegamos a un consenso de forma expedita para cortar las cabezas a las causas principales de nuestros males, estaríamos a punto de convertirnos en la Hidra de Lerna, la inmensa serpiente de la mitología Griega que tenía varias cabezas las cuales al ser cortadas volvían a crecer dos por cada una, y solo Hércules  pudo cortar la cabeza principal y dar muerte al Monstruo.

Cortemos de raíz las cabezas del monstruo de nuestros males como son: la violación de la Constitución y las Leyes por nuestras autoridades, la corrupción y la poca inversión en educación

Los últimos reportes divulgados por el Foro Económico Mundial califican a nuestro País como el mayor en corrupción y el de menor inversión en educación.  Estos reportes nos ayudan a identificar algunas de las cabezas que en los últimos años se han multiplicado como las del gigantesco monstruo  mitológico, y que son las verdaderas responsables del drama Nacional, las cuales debemos cortar de cuajo, si no queremos sucumbir como Nación.

Según el Reporte Global sobre competitividad 2011-2012, de 142 países evaluados, República Dominicana ocupo los lugares 142, 141 y 140 respectivamente, en materia de despilfarro del gasto, favoritismo en las decisiones de los funcionarios del gobierno y desvío en los fondos públicos.

En el mismo reporte relativo a las instituciones e institucionalidad ocupamos el lugar 135 en cuanto a la confianza de la ciudadanía en los políticos, el 136 en la calidad de la educación, el 115 en material de independencia de justicia y el 107 en “pagos irregulares y sobornos”.

Estos y otros reportes del Foro Económico Mundial parecieran dar credibilidad a muchos de los cables Wikileaks donde pone en tela de juicio actuaciones impropias en: los Poderes del Estado, los dirigentes políticos, los funcionarios civiles y militares y, los miembros del cuerpo diplomático y consular de nuestro País.  Al igual que el uso indiscriminado de los recursos del Estado en campañas políticas, el clientelismo, complicidad de funcionarios del Estado con narcotraficantes  y despilfarro del erario, entre otras.

Dejemos de buscar chivos expiatorios; es hora de que los dominicanos nos empoderemos y  al igual que Hércules cortemos de raíz las cabezas del monstruo de nuestros males como son: la violación de la Constitución y las Leyes por nuestras autoridades, la corrupción y la poca inversión en educación,  y exijamos a nuestras autoridades un manejo pulcro de la cosa pública y un reordenamiento efectivo del Estado Dominicano.