La Liga Municipal Dominicana nace en diciembre del año 1938, por cuanto cumplirá 82 años, un tiempo más que suficiente para alcanzar la madurez institucional.
Pero en el 2007, un grupo de políticos salta para atrás, encabezados por el gran líder Leonel Fernández — un pichón de Leviatán disfrazado de moderno– le quitaron la atribución de distribuir los presupuestos a los ayuntamientos. Es decir, le imprimieron a la Liga un proceso de “modernización” que la avanzaron hasta a mediados del siglo XIX, escamoteándole las conquistas logradas por ella a lo largo del siglo XX, incluida la Era de Trujillo donde ésta surgió.
Pero tampoco la “modernización” peledeísta avanzó un poco más atrás, como al año de 1844, cuando se creó la Constitución liberal fundadora de la República, la cual le otorgaba a los ayuntamientos y a los gobernadores provinciales un real poder local.
Por ello la Liga necesita, desde ayer, el liderazgo de una persona de amplias miras políticas, preparación y experiencias exitosas en el ámbito municipal.
Y esa persona es un hombre, es perremeísta y tiene un nombre: Víctor D’Aza Tineo.
Empezó su rutilante carrera política ganando la Alcaldía del Municipio de Villa González, 1998-2002.
Allí implantó – de la mano de las Juntas de Vecinos, Grupos de base, líderes comunitarios con la asesoría y acompañamiento de la Fundación Solidaridad—la primera experiencia del Presupuesto Municipal Participativo en la República Dominicana. Un genuino experimento social que desató las energías de la comunidad, haciéndola juez y parte del desarrollo del gobierno local.
En ese antecedente se basó, justamente, la aprobación de la Ley 170-07 de Presupuesto Municipal Participativo.
Luego pasó a dirigir la Federación Dominicana de Municipios, a la sazón una simple asociación de alcaldes. Pero D’Aza no es un político que llega a los puestos a sentarse. Como Director Ejecutivo inició un proceso transformador que llevó a FEDOMU a lo que es hoy, una influyente, coherente y verdadera federación de municipios. Es decir, una activa instancia de asesoría técnica, acompañamiento y capacitación de los ayuntamientos.
Víctor D’Aza Tineo, 1964, nativo de la comunidad de Arrenquillo, Villa González, Santiago, se recibió de licenciado en derecho por la Universidad Tecnológica de Santiago. Tiene una Maestría en Planificación Urbana y Gestión Municipal por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y un curriculum vitae tan denso que no cabe en las cincuenta y dos columnas –de quien suscribe–, por un año. Ha participado en cursos, talleres, conferencias y seminarios en Miami, New York, Panamá, El Salvador, Argentina, Costa Rica, México, España. Todos vinculados al área de su experticia, el tema municipal.
Fue Presidente de la Comisión Especial de Reforma Municipal, designada por Decreto del Poder Ejecutivo. Fue Diputado por la Provincia de Santiago y es un hombre de tradición familiar.
Que falta mucho tiempo para la reunión de la Asamblea General de la LMD, dirán algunos. Pero en el convulso mundo político dominicano, la chiva hay que darle pasto y amarrarla temprano. Sobre todo porque ya suenan trompetas proponiendo revivir la época en que la función de la Liga se redujo a la práctica del clientelismo político denigrante y burdo. El regreso al pasado reciente significaría eliminar de golpe y porrazo las posibilidades de desarrollo de los municipios dominicanos, sin saberse por cuánto tiempo más.
El clamor nacional demanda la eliminación de la LMD. El PRM tiene en bandeja de plata la oportunidad de demostrar al país que lo prudente y beneficioso es producir un cambio sustancioso en ella.
Con D’Aza a la cabeza la entidad supramunicipal volvería a sus orígenes para que se propicien los recursos que estarían al servicio de los ayuntamientos.
Si el Primer Mandatario decide dar un salto dialéctico hacia adelante concerniente a la LMD, podría ser el otro gran legado en el terreno de apoyar los poderes locales. Transformar la Liga cambiaria la realidad calamitosa de los municipios y sus ayuntamientos.
Y con Víctor D’Aza Tineo al frente de la Liga Municipal Dominicana gana el país, ganan los municipios y gana el PRM. No se pide más.