La Cuba de ahora ¿Es la Cuba de antes? No lo creo, la Cuba de hoy marcha a un socialismo de pantalla, de historia pero no de presente, los enemigos de antes, ya no lo son, pero no han cambiado en nada, la marcha del presente es la del olvido de las posturas ideológicas antiimperialistas. Se impuso el capital del nuevo orden mundial, sus líderes se abrazan unos con otros y no precisamente en señal de fraternidad, las cumbres no son espacios para preocuparse por los males de la humanidad, sino centro de convenciones gigantescas para realizar grandes negocios entre los pequeños grupitos de poder que dominan todo.

Lo humano ha sido desplazado por la economía fría y explotadora del mismo sistema capitalista por los que más de uno entregaron sus vidas para verlo desaparecer, hoy están desapareciendo las ideologías revolucionarias, flotan los revolucionarios en el gran océano de la maldad capitalista. De repente el mundo se ha quedado sin opciones, el camino único que nos ofrecen es el del capitalismo, el dominio de unos pocos sobre las grandes masas de los pueblos.

Una elite política, empresariaL, religiosa y mediática ostenta el poder real, los pueblos son simples espectadores y no cualquier espectador, sino uno que es tan ingenuo que hace daño. La Cuba de hoy ocupa un lugar preferencial en el hemisferio, luce marcando el paso y el ritmo de los acontecimientos de todas las naciones, o casi todas, se precipita junto al capital a la restauración del mismo modelo capitalista dejando atrás las ideas que le sirvieron de soporte para encumbrarse como la nación de las utopías.

Perdimos la voz franca, comprometida y justiciera del Comandante Fidel Castro, al parecer su estado de salud física le fue restando influencia en las grandes decisiones sobre el rumbo de nuestros pueblos, se ha impuesto en la Cuba actual el pragmatismo de la sobrevivencia en base a las oportunidades que brinda la riqueza que no han producido los cubanos. Olvidándose del más grande aporte hecho a la humanidad, la esperanza de un mundo mejor. Se puede vivir en medio de las dificultades más extremas, lacerado por las grandes epidemias del sistema capitalista, tales como el hambre, el desempleo, la explotación del hombre y la mujer, la destrucción de nuestra biodiversidad, entre otras tantas, pero cuando se pierde la esperanza, la vida se extingue.

Hugo Chávez se ha transformado en el referente incomodo, imposible  e inalcanzable, los revolucionarios de la actualidad trabajan para reconstruir el sistema capitalista del porvenir, con mayores concentraciones de poder, menos libertades para los pueblos, por cuanto una elite gobierna en las naciones, los pueblos quedan atrapados por el sistema carcelario que han levantado en nuestras propias sienes, hechas a la medida de nuestras neuronas.

Pena la esperanza perdida, la llama que una vez alumbró la conciencia de la humanidad, se va apagando, adiós Fidel Castro a tus sueños, se ha luchado tanta para seguir siendo esclavos de los mismos. Hemos nadado tanto y al final estamos muriendo en la orilla.