La creatividad, según Paul Ricoeur, es un misterio al que solo tenemos acceso a través de sus frutos. Es como si solo conocemos al creador a través de sus obras. El pensador francés nos dice que el lenguaje es una vía privilegiada de acceso a la creatividad, en lo que atañe a la expresión que usa las formas simbólicas para construir una nueva realidad. Así se rebasa cualquier psicologismo, como los que imperan en la actualidad, en torno al fenómeno de la innovación y la creación no tan solo en el arte, también en la vida cotidiana. Lo importancia de esta conexión lenguaje y creatividad es que enlaza la creatividad con la imaginación como facultad humana.

Este enlace entre imaginación y creatividad es significativo en vista de que da un sentido democrático a la creatividad, lo que rompe con la dinámica recurrente de restringirla de modo privilegiado a la expresión artísticas o a la expresión poética.  Ahora la creatividad proviene de una facultad humana y como tal está presente en los actos humanos particulares bajo la forma de un decir o un hacer. En este sentido, digo o hago algo de forma creativa. ¿Pero, de qué depende lo creativo en este decir o hacer?

La tesis de Ricoeur es que la creatividad es una dialéctica entre la sedimentación y la innovación respecto a una tradición cultural heredada. Esta tesis se sostiene en la distinción kantiana entre imaginación reproductora e imaginación productora. La imaginación  reproductora es imitativa en el sentido platónico del término, es decir, realiza copias o, en otro lenguaje, trae al presente una imagen de lo que ya existe. En cambio, la imaginación productora no depende de lo que ya existe, sino que lo utiliza y transforma para generar algo nuevo, una nueva obra. Aquí es plausible la conexión entre creación de la obra y originalidad en la medida en que lo creado no existía, aunque bien parta de lo existente. Ahora bien, ¿cómo se crea desde lo que existe?

Aquí es donde intervienen las reglas sedimentadas en la cultura; en otras palabras, aquí es donde interviene la tradición de las formas regladas para la construcción, según el tipo de obra que se trabaje dentro de un marco cultural heredado. El artista es conocer, primero, de la tradición y sus reglas para crear y, posteriormente, innova a partir de estas reglas sedimentadas en la medida en que transforma lo esperado. Esta dialéctica entre sedimentación e innovación no solo está, según Ricoeur, en la labor artística, sino que la interpretación depende en buena medida del reconocimiento de la misma. Por esto último, la obra adquiere significación e importancia en la medida en que es reconocida dentro de una tradición reglada con la cual dialoga y de la cual se separa.

Por ejemplo, la extraordinaria novela del argentino Julio Cortázar, Rayuela, supone una ruptura con la novela lineal tradicional y sus formas de ejecución. La fragmentación de la composición se sostiene y transgrede a la vez  las reglas de composición de la novela moderna a partir de Madame Bovary de Flaubert. Hay una sedimentación en la cultura de unas formas de realización y de lectura del género narrativo que permite al autor innovar y permitirá, luego, al lector reconocer en qué medida la novela sigue o se aleja de estas reglas de composición.

Lo dicho anteriormente nos permite sostener, con Ricoeur, que la creatividad es reglada. Esto es, no hay modo de ser creativo a no ser partiendo de unas reglas dadas. Como estas últimas ya son parte de una larga tradición cultural, el aporte que puede brindar la educación es precisamente enseñando estas reglas de composicón que se constituyen a su vez en indicaciones para la lectura, en el caso de la obra verbal o de apreciación estética en el caso de la obra de arte.

Es importante para el sistema educativo enseñar las reglas sedimentadas en la tradición porque son la posibilidad misma para la posterior creación y apreciación. Las reglas estimulan y dan orientación a la expresión particular del alumnado, de ahí que sostenga aún la defensa y enseñanza de los modelos clásicos y restringa llamar a cualquier expresión alocada de “arte”.