“Aquí no se puede inventar, no se lleven del cuento de que es una dictadura de partido, pues un presidente que no tiene congreso, no lo dejan gobernar. Yo necesito mi congreso y estos compañeros que estamos postulando son parte de mi congreso. Tienen que marcarme a mí y a mis congresistas en la boleta. A mis regidores, mis alcaldes y diputados, para que podamos hacer lo que los habitantes de Pedernales esperan que hagamos.” Danilo Medina, discurso en mitin político, Pedernales, 17 de marzo de 2016

En una nueva demostración de la estabilidad política de que disfruta la Republica Dominicana, su población acude hoy entusiasmada a las urnas a elegir un nuevo Presidente y 4,106 cargos legislativos y municipales. A nadie le importa que este país se halle entre los últimos en índices de salud, educación, saneamiento, desarrollo humano, seguridad pública, alimentación. La gente vota, y los políticos del “main stream” (corriente mayoritaria) ni se molestan en plantear estos temas. Porque ellos saben que a la mayoría la motiva la esperanza de que a algún puesto suba alguien de quien puedan conectarse para lograr aunque alguna parte de ese pastel llamado “presupuesto nacional”.

El Estado sustituye al “Benefactor de la Patria”

“Vilmente asesinado cae el Benefactor de la Patria”, titulaba El Caribe el 1º de junio de 1961 dando cuenta de la muerte del dictador Rafael Leónidas Trujillo.  Este se había dado el título de benefactor de la patria. Aunque la palabra benefactor, del latín, no está en el diccionario se traduce como “bienhechor” al español, un adjetivo que significa “Que hace bien a otra persona”.

Desaparecido Trujillo, sus funciones de benefactor pasaron al Estado. Así lo entendió su sucesor inmediato, Joaquín Balaguer,  quien comenzó a hacer bien desde su alta posición de Presidente de la Republica y, por lo tanto, con plena autoridad sobre el Presupuesto y los bienes públicos. La prensa de la época recoge numerosas disposiciones de Balaguer repartiendo de todo, desde dinero hasta comida,  muebles e inmuebles.

La idea de que el “Estado da” quedó fija en la mente de la población, especialmente aquella con cantidad de necesidades y aspiraciones insatisfechas. La llamada “burguesía cívica”, es decir, la antigua clase dominante que se mantuvo 31 años subordinada por Trujillo y que tomó el poder el 19 de enero de 1962, solo repartió entre sus miembros. Tras la pausa de siete meses del gobierno de Juan Bosch, esta clase reasumió la dirección del Estado hasta el 24 de abril de 1965. Y reanudo la repartición del botín dejado por Trujillo, siempre entre sus miembros, una de las causas de su derrocamiento. 

Vuelto al poder en 1966, Balaguer se instauró a sí mismo como el nuevo “Benefactor de la Patria”, hasta 1978. De 1986 a 1996, ya en franco declive, Balaguer puso en práctica o intentó muchas de esas políticas paternalistas, que para entonces chocaban con el neoliberalismo vigente a escala mundial, que solamente quita y no da nada.

El pastel público se redefine y se rellena

El ascenso de Leonel Fernández, en 1996, coincide con una etapa  de relativo auge económico y del ingreso a las arcas públicas de cantidades de dinero inimaginables, por dos vías: nuevos impuestos y préstamos. Más adelante se abriría un pozo casi inagotable que dura hasta hoy: los bonos soberanos. También contribuyeron a la abundancia la minería, el auge del turismo, las remesas, los deportes, inversiones de origen dudoso especialmente en bienes raíces; el lavado de activos y otras actividades criminales como el narcotráfico. En fin, dinero por los cuatro costados.

Esta conjunción de factores dio lugar a una expansión sin precedentes de la nómina pública y del poder discrecional del Presidente de la  Republica.  Al respecto, en junio del año pasado me atreví a afirmar, apoyado en fuentes, que Danilo Medina se proyectaba como el tercer Presidente más poderoso en un siglo (1916-2016) superado, obviamente, por Trujillo y Balaguer. Aquella vez me faltó anotar que a esa cronología había que insertarle los ocho años que duró  la ocupación militar del país por parte de Estados Unidos (1916-24), a todas luces una incuestionable dictadura.

El Caribe del 5 de marzo de 2012, en vísperas de la elección de Danilo Medina para el actual periodo, publicó un reportaje sobre la nómina publica, que informaba: “En el año 1996, cuando terminó un gobierno de 10 años de corrido de Joaquín Balaguer, el Estado dominicano tenía 293,058 empleados, mientras que 15 años después, esa cantidad se duplicó hasta alcanzar los 580,445 servidores públicos. La cifra no incluye las llamadas nominillas, en donde hay miles de dominicanos que reciben pagos mensuales, generalmente sin trabajar. Pero en el caso del gasto en pago de salarios, el aumento ha sido mucho mayor, a pesar de que los salarios del sector público, al menos los de servidores de las Fuerzas Armadas, Educación, Salud Pública y la Policía están entre los más deprimidos y no han sido incrementados en proporciones extraordinarias. Hace 15 años, en 1996, el Gobierno destinó RD$6,452 millones para gastos de servicios personales, es decir, en pago de salarios. Mientras que para el pasado año 2011, el gasto fue de RD$79,465 millones, un incremento de 1,131%, más de diez veces mayor. El periodista Esteban Delgado comentaba que “El tamaño del Estado no se compadece con la cantidad de empleados en el sector público”.

Actualizando estas cifras a las más recientes disponibles vemos que “Según los datos de la Contraloría General, a agosto del 2014 la nómina del Gobierno Central ascendía a 440 mil 898 empleados activos, cantidad superior en 20.5% a la que había en agosto del 2012, al momento de asumir Danilo Medina la Presidencia de la República”.

No sería ocioso especular sobre el crecimiento de la nómina y los gastos públicos a lo largo de esta campaña electoral. La campaña del Gobierno, según se ha publicado, ha pasado semanas gastando entre 8 y 11 millones diarios solo en publicidad y actos proselitistas, lo cual no hay manera de comprobar con exactitud, además de que son cifras ofrecidas por los opositores.

Joven imputado por la justicia participa en campaña

Estas  elecciones no salen de la nada

Para los dominicanos de entre 15 y 54 años (57.8% de la población) las elecciones son algo normal. Han crecido viendo este evento regularmente, siempre con una mayor o menor tensión, pero como algo normal. Entre el 1º de junio de 1966 y hoy se han escenificado en el país 16 elecciones, 14 de ellas presidenciales.

Tras el derrumbamiento del régimen tiránico en 1961, el país se concentró más en organizar elecciones y formar gobiernos que en ejecutar a los responsables de la tiranía que sobrevivieron al sátrapa, como Joaquín Balaguer, Negro, Petán y Ramfis Trujillo, Johnny Abbes García, Tunti Sánchez, Rubirosa, Pechito, entre otros.

El primero que propició este enfoque fue Juan Bosch, con su nefasta política de “Borrón y cuenta nueva”. Una de las primeras cosas que dijo cuando regresó al país fue: “Aquí lo que se necesita es un gobierno de concentración nacional”  Así las cosas, se realizaron elecciones, Bosch fue electo Presidente, la Asamblea Constituyente promulgó una nueva constitución, y todo el mundo pensó que entrabamos en una nueva era. Pero, al parecer, nadie se percataba de que las fuerzas armadas y otras instituciones trujillistas permanecían intactas, además de que no hubo rendición de cuentas. De hecho, el sistema judicial, la Iglesia, los medios de comunicación, la educación  y otras ramas del aparato de consenso social seguían en manos de trujillistas u operaban a su modo.

El 25 de septiembre de 1963 se produjo el consabido golpe de Estado militar (recurso entonces de moda en Latinoamérica, Asia y África) que derrocó a Bosch, una total negación de su política de “Borrón y cuenta nueva”, que se reconoce fue lo que llevó al poder al ganarle el apoyo de los sectores neo trujillistas, pero que no pudo contener las fuerzas regresivas que lo derrocaron. 

La consecuencia directa del golpe se tardaría 19 meses, pues  estalló el 24 de abril de 1965  en la forma de una rebelión de las clases subalternas urbanas. Tras la decisiva intervención del poder extranjero, se formó un gobierno con importantes concesiones a las fuerzas pro Bosch y  realizaron elecciones presidenciales y legislativas que eligieron una asamblea constituyente.  Una constitución, totalmente negadora de la de 1963, fue proclamada el 28 de noviembre de 1966. Todo estaba preparado para la instauración de un régimen desarrollista y contrainsurgente. Pan y garrote.

Nuevo pacto político y sucesión ordenada

De 1966 para acá, instaurado el nuevo pacto político hegemonizado  por los estadounidenses, nadie se ha atrevido a intentar variarlo, excepto:

  • En la madrugada del 16 al 17 de mayo de 1978 un clan cívico-militar enriquecido ad infinitum y ensoberbecido tras 12 años en el poder, encabezado por el general de división Neit Rafael Nivar Seijas, adelantó aprestos de lo que pareció un golpe de Estado, por medio de desconocer los resultados electorales, que le eran adversos. Una poderosa confluencia de sectores nacionales e internacionales, incluyendo la decisiva intervención del propio poder metropolitano, dio al traste con la iniciativa retrógrada.
  • Tras el escandaloso fraude perpetrado en las elecciones de 1994 se generó una crisis de gobernabilidad que terminó con el acuerdo de acortar el periodo presidencial en dos años y realizar elecciones el 16 de mayo de 1996.

Desde 1996 las elecciones se han realizado sin contratiempos. El sistema de partidos ha evolucionado, convirtiéndose en un revoltijo sin diferenciación ideológica cuyas filas se intercambian miembros y dirigentes sin cesar. Lo único en que están todos de acuerdo, y tal vez sea jocoso, es en que ningún partido usa el color rosado. ¿Por qué será?

República Dominicana en el mundo, según CIA y ONU

Tomando cifras de fuentes autorizadas como el World Factbook de la Agencia Central de Inteligencia de los  Estados Unidos, y de las agencias de las Naciones Unidas, veamos cómo se sitúa Republica Dominicana en el mundo hoy día. La mayoría de las cifras corresponde al año 2015. El total de países y territorios comparados es de 229. O sea, por ejemplo, que el país ocupa el lugar 164 de 229 en cantidad de migrantes que salen, 1.91 por cada mil habitantes.

Posición de la Republica Dominicana en el mundo

Renglón Cifras Posición/229
Territorio 48,670 km2 132
Población  (est. Julio 2015) 10,478,756 87
Edad promedio 27.4 años 136
Crecimiento poblacional x 1,000 h 1.23 96
Tasa de nacimientos x 1,000 h 18.73 93
Migración neta (migrantes x 1,000 h) 1.91 164
Mortalidad materna x 100,000 nv 150 62
Mortalidad infantil x 1,000 nv 18.84 94
Esperanza de vida al nacer 77.97 años 63
Gasto en salud 5.4 % del PIB 140
Gasto en educación 2.2% del PIB 163
Desempleo juvenil (15-24 años) 29.4% 26
Producto interno bruto (PIB) 147,600 millones dólares 74
Ingreso por persona 14,900 dólares 108
Crecimiento del PIB 7% 16
Crecimiento industrial 5% 34
Deuda pública 44.2 % del PIB 102
Deuda externa (al 24 dic. 2014) 24,310,000 dólares 82
Exportaciones 9,617,000,000 dólares 91
Importaciones 15,260,000,000 dólares 84
Importaciones de petróleo  (2014) 26,500 barriles diarios 64
Carreteras (pavimentadas o no) 19,000 kilómetros 105
Teléfonos fijos (2014) 1,230,000 líneas 68
Celulares conectados (2014) 8,300,000 94
Usuarios de Internet(2014) 5,000,000 69
Gasto militar 0.61% del PIB 121
Personal militar 64,000[i]  

 

[i] https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerzas_Armadas_de_la_Rep%C3%BAblica_Dominicana

Notas

  1. http://acento.com.do/2015/opinion/8255756-danilo-se-encamina-a-ser-el-tercer-presidente-mas-poderoso-en-100-anos/

2. http://www.elcaribe.com.do/2012/03/05/nomina-publica-crece-mas-mas#sthash.zquFxVDh.6Sr2zv78.dpuf

3. http://acento.com.do/2015/economia/8266505-gasto-en-remuneraciones-a-empleados-publicos-se-incrementa-en-22/

4. Ver Pablo Jerez: Días de incertidumbre, Santo Domingo, 1995, 168 páginas

5. Sobre el fraude de 1994, véase el libro del periodista Juan Bolívar Díaz: Trauma Electoral. Editorial Mograf, segunda edición, 1996. Sobre el mismo tema existe: Anatomía del Fraude Electoral. Testimonio Preliminar. Presentado por José Francisco Peña Gómez y Fernando Álvarez Bogaert. Santo Domingo, junio de 1994. También la excelente obra de la periodista Ángela Peña: Campañas y Crisis Electorales. La experiencia dominicana. Editora Lozano, Santo Domingo, 1996.

6. Y no es que no se haya usado en el pasado. El Partido Acción Constitucional (PAC), de derecha, utilizó este color en los años 70.