Los economistas keynesianos han sido criticados por el uso de reglas de comportamiento generalesque carecen de fundamentos microeconómicos. Así, se posibilita que la sumatoria de los comportamientos individuales que cumplan con la regla de decisión optimizadora, armonicen perfectamente con el equilibrioindividual y general en todos los mercados. Este método ha facilitado el uso de la figura del agente económico representativo que sintetiza el comportamiento de todos los individuos.
La presente administración del gobierno dominicano se puede calificar como un agente representativo; no porque adopte medidas de políticas públicas siguiendo los criterios de racionalidad económica, sino porque su inobservancia de las reglas de optimización así como delas reglas de comportamiento social han permeado a toda la sociedad.
El Foro Económico Mundial (FEM) clasificó a la República Dominicana (RD) como uno de los países más corruptos del mundo. De ciento cuarenta y dos países la RD ocupa el preeminente lugar 140 en la desviación de fondos públicos (FEM, 2011, página 165). Las desviaciones de fondos públicos a las que alude el FEM se acumulan en firmas particulares de relacionados del gobierno.
De esta manera se ha conformado una corporación de la corrupción por departamentos. Comprende un departamento de construcción, de turismo, combustibles, electricidad, educación superior, transporte, relaciones públicas y el departamento judicial. Una organización completa que opera fuera de la ley.
El gobierno viola la Constitución de la República y las leyes para favorecer la operación de la corporación y/o evitar que algunos de sus directores departamentales enfrenten dificultades judiciales. Existen incontables ejemplos de esta práctica, por ejemplo el caso de la deuda externa contratada con la Sun Land sin la aprobación del Congreso de la República, el incumplimiento de la Ley No. 66-97 que consagra el 4% del PIB para el Ministerio de Educación, de igual forma la ley No. 200-04 sobre el libre acceso a la información pública y la Ley No. 112 sobre Hidrocarburos. Asimismo, se viola la Ley No. 340-06 de Compras y Contrataciones de Bienes, Servicios, Obras y Concesiones, tal es el caso de la falta de licitación para elMetro de Santo Domingo como de la reciente contratación de servicios de electricidad.
Además, algunos funcionarios públicoshanestimulado desde el gobierno y del partido oficial a violar la Ley General de Electricidad No. 125-01. Respaldando un comportamiento ilegalque consiste enno pagar el servicio eléctrico hasta tanto las compañías distribuidoras de electricidad le compensena los usuarios por los apagones recibidos.
Los órganos del Estado llamados a velar por el cumplimiento de la Constitución y de las leyes incurren en prácticas reñidas con la sana administración de los recursos públicos. El Senado de la República y la Cámara de Diputados se reparten dinero público mediante los denominados barrilito y cofrecito; práctica que llegó al nivel de escándalo cuandorecomendó su eliminación en el Informe sobre los Obstáculos al Desarrollo, del consultor internacional Jacques Attali.
La prensa dominicana ha reseñado muchos casos de delitos de tráfico de drogas, asaltos y secuestros vinculados a miembros de las organizaciones gubernamentales llamadas a combatir estos delitos; convirtiéndose esta situación en caldo de cultivo que oficializa los actos criminales.
Pese a este ignominioso comportamiento delictivo en la esfera pública, todavía no se ha instrumentado un solo expediente contra quienes violan las leyes. Por lo que el castigo por la comisión de hechos punibles no forma parte de las medidas de prevención para impedir la corrupción ni la violencia.
Así se comporta el actual gobierno, razón por la cual el mandato constitucional de cumplir y hacer cumplir las leyes no esparte de su norma de comportamiento.
En este marco, el gobierno aparece ante la población como el agente representativo del modelo de delincuencia y sugiere el comportamiento individual y social a seguir. Cada uno en el ambiente que le corresponde; pero todos caracterizados por el modelo optimizador que incluye como principal ingrediente irrespetar las leyes y normas sociales; en otras palabras delinquir se ha convertido en la norma, en la forma de acumulación y de ganarse la vida. Vaya modernidad!