La coralidad fílmica es un proceso y a la vez un trayecto mediante el cual un producto audiovisual se expresa desde sus movimientos escriturales y sus orientaciones iconográficas acentuadas  por los motivos planteados en un proyecto cinematográfico o videocultural.

Este tipo de determinación coral se conforma como registro, acción, orientación, tratamiento o comunicación cinematográfica, a partir de textos de ficción, historias de vida o recogidas en diversas fuentes de lo cotidiano.

El idiolecto usado en una película o en cualquier tipo de género cinematográfico incide en las cardinales y movimientos de significación del texto o producto fílmico, proyectado para ser legible y posible ante, y, por el espectador.(Ver, en tal sentido, Claude Chabrol: Cómo se hace una película, Ed. Alianza, Madrid, 2016).

Lo que significa entonces que en el mismo trabajo cinematográfico, el código que rige la representación fílmica y la historia construye el nivel coral de la película. (Véase películas como “Babel”, “21 gramos” de Alejandro González Iñárritu; “Vidas Cruzadas” de Robert Altman; “Caídos del cielo” de Francesco Lombardi; “Sin City” de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino, escrita por Frank Miller; “Sucker Punch” de Zack Snyder, Nacido para matar, de Anton Furst, Terremoto, de Mark Robson, Huracán de Jan Troell,  y otras).

El concepto de película o producto “coral” en el cine, también responde a una visión particular y general de un texto fílmico, orientado a una suma de ejes, cardinales, voces que se leen de manera vertical y horizontal en el producto cinematográfico y que por lo mismo traduce una visión desde la fotografía, el guion, la dirección, la actuación y toda la etapa de postproducción.

Justificado el texto fílmico y entendido como texto coral, asistimos a una lectura polifocal, esto es, orientada a varios puntos de la comprensión cinematográfica y mostrando las posibilidades de creación que revela el espesor de la película puesta en un contexto de sobredeterminación audiovisual; lo que quiere decir que la polisemia que revela una película se evidencia frente al espectador.

El concepto de coralidad resulta comprensivo desde el punto de vista constructivo y orientacional, lo que a su vez permite entender el mecanismo cinematográfico de producción y significación. El procedimiento para interpretar y constituir fases de realización y recepción corales promete en la historia del espectáculo cinematográfico una valoración múltiple de productos fílmicos instruidos desde la fase de proyecto hasta la fase de recepción. De esta manera, la concepción de un cine de significación resulta unificadora y a la vez comprensiva para cualquier propuesta ultramoderna y crítico-cinematográfica.