El Régimen Subsidiado del Seguro Familiar de Salud –SFS- del Sistema Dominicano de Seguridad Social está orientado a asumir los riesgos de salud de la población más vulnerable del país : desempleados, discapacitados, indigentes y los trabajadores con ingresos inestables o inferiores al salario mínimo nacional.
Al margen de importantes transformaciones, el Régimen Subsidiado no superará su condición y estigma de ser otra forma de acudir a los tan deficientes servicios públicos de salud con la diferencia de que se porta un carnet.
Si bien fue un gran acierto consignado en la Ley 87-01 que crea en Sistema Dominicano de Seguridad Social que la administración del riesgo del Régimen Subsidiado fuese asumido por el Seguro Nacional de Salud- SeNaSa- y lo cual entendemos que lo ha hecho muy bien en el marco de las limitaciones estructurales, hay una falla de origen dado que la provisión de los servicios de salud se restringe a los hospitales públicos, anulando la libertad de elección por la sola condición de ser pobre y contrario a las más avanzadas corrientes actuales de lucha contra la pobreza, las que precisamente promueven esa libertad de elección.
El Régimen Subsidiado puede constituirse en la gran diferencia entre un servicio de salud en crisis y otro que marche hacia su verdadera superación. SeNaSa ha logrado un importante avance con el registro y organización a septiembre de 2014 de 2 millones 752 mil afiliados. Se agrega a lo anterior, como un avance loable, el hecho de que se gestionen aportes del gobierno central para dicho régimen por un monto superior a los 4 mil millones de pesos.
Se requiere aun así de un significativo incremento del cápita que en la actualidad equivale a menos de la cuarta parte del Régimen Contributivo, es decir 201 pesos ante 836 pesos.
Aun introduciendo la libertad de elección e incrementando la cápita, al margen de cambios que se asocien a los modelos de gestión y atención, no será posible lograr la gran contribución a la solución de la crisis del sector Salud que está llamado a hacer el Régimen Subsidiado.
Se requiere además, lo cual trasciende las atribuciones de SeNaSa, la definitiva implementación del Primer Nivel de Atención; la efectiva habilitación y acreditación de los servicios de salud tanto públicos como privados; la verdadera introducción de instrumentos de supervisión y auditoria de los servicios de salud tales como los protocolos e historias clínicas. De forma tal que el Régimen Subsidiado sea una importante contribución en la superación da la ya histórica crisis de Salud de la República Dominicana.