En estos tiempos de COVID-19, los estilos de comunicación se manifiestan con mayor intensidad dado que la familia permanece más tiempo junta y las interacciones interpersonales son más frecuentes.
La comunicación es más de lo que expresamos, es también cómo lo hacemos, tanto en el plano verbal, como en el no verbal. También hay que tomar en cuenta el contexto en el que ocurre la comunicación y el grado de la vinculación afectiva.
No es lo mismo decirle a una dependiente de una tienda “mi amor pásame ese vestido, por favor” y que no reaccione, a que ocurra en el contexto de una relación afectiva entre el emisor (esposa) y el receptor (esposo). La no respuesta podría ser interpretada de manera diferente. Watzlawick plantea en uno de los axiomas sobre la comunicación, que es imposible no comunicar, que toda comunicación tiene un valor de mensaje, por tanto, no comunicar significa no querer comunicar.
Cuando nos comunicamos nos comprometemos con lo que decimos, incluso implicamos al otro. El tono de voz, las inflexiones, los gestos y las señales son interpretados por el receptor y el significado estará determinado por el tipo relación establecida. En el caso citado, la no respuesta impone un compromiso: “No quiero comunicarme contigo, por lo que el receptor recibe el mensaje y deja de comunicarse. Es probable que la comunicación solo se produzca en situaciones en las que sea necesaria.
En toda comunicación se reciben mensajes en dos niveles, uno en el plano analógico (lo que se dice) y el otro en el nivel digital (lenguaje no verbal). En los contextos caracterizados por una asimetría relacional, el emisor se encuentra en una posición de poder, en la que el receptor ha sido condicionado para que mantenga una posición de sumisión o de obediencia.
Un ejemplo característico, es cuando una pareja en un tono sarcástico le dice a su cónyuge: “¿Quieres ir?, ¡vete!”. La pareja receptora, que conoce el contexto de la relación, decide no ir, porque el tono irónico e imperativo contradice el mandato. La persona considera que ir, sería un acto de desobediencia o insubordinación. Dada las experiencias pasadas, reconoce que de hacerlo vendrían consecuencias negativas.
El mandato es de doble significación, pues la persona sometida queda atrapada entre ir y no ir, cualquier decisión trae consecuencias. Si el emisor pregunta: ¿por qué no fuiste?, al buscar una explicación, niega el doble mensaje. Es un patrón de comunicación patológico. Este pauta puede ser extrapolada a la relación entre padres e hijos.
En muchas familias, el diálogo puede ser fluido, claro, flexible y abierto. El intercambio de mensajes entre el emisor y el receptor es congruente, no hay mensajes ocultos, descalificadores, paralizantes ni silenciadores.
En la actualidad, observamos que los medios tecnológicos se han convertido en estrategias bloqueadoras de la comunicación, además son usados intencionalmente como distractores. El otro no existe. Refuerzan el estilo evitativo de la personalidad, la desconexión emocional, el no intimar ni dialogar. Se evidencia la actitud distante, fría y de pobreza afectiva.
Incluso, pueden ser un medio silenciador, por ejemplo, si un un miembro de la familia intenta comunicar, el receptor no levantara la cabeza, pues la deja zambullida en el celular, tableta o laptop, no presta atención. La actitud luce distante, no está atento, su lenguaje no verbal denota que no escucha (la mirada se mantiene esquiva, su rostro luce desconectado y transmite el mensaje de que no le interesa conversar). Además, no emite respuestas para sostener un diálogo abierto, fluido y conectado emocionalmente.
Todas las especies se comunican y tienen sus códigos muy bien definidos, también la especie humana que se comunica a través de signos y símbolos.
La comunicación sostiene, refuerza o desvanece las relaciones entre las personas en todo orden social. Es un arte que puede ser de utilidad constructiva, de vinculación emocional y de afirmación entre los comunicantes. También, a través de ella, se distorsiona la realidad, los pensamientos; se anulan o doblegan a las personas.