Hemos comentado que ningún Sapiens se desarrolla de forma individual, sino colectiva. Por lo que resulta evidente la importancia de la comunicación. Veremos lo que es, para qué es y cómo debiera ser.

Como señala Harari en su obra Sapiens, lo que más nos caracteriza frente a otras especies, es nuestra habilidad para comunicaciones muy complejas. Eso permite que actuemos bien integrados. Muchos objetos o servicios que utilizas, desconoces como se producen, pero tu integración social te permite disfrutar de ellos. Aunque seamos civilizados, estando solos en una isla desierta, funcionaríamos como humanos primitivos.

La comunicación comienza con un pensamiento que surge en tu mente y decides transmitir a alguien (aunque siempre estás enviando mensajes incluso sin saberlo). Ese pensamiento lo codificas en los centros del habla de tu cerebro, donde utilizas claves convencionales de tu entorno social. De tal forma, produces un sonido en una escala vibratoria entre los 19 Hz y los 19 KHz, que estando en un ambiente de poco ruido, sea perceptible para personas con capacidades auditivas normales. Quien te escuche, descodifica los sonidos en sus zonas cerebrales programadas para esos fines y se forma una representación más o menos parecida a la que tuviste inicialmente en tu mente (capta tu idea). Para hablar utilizas mecanismos no muy complejos de tipo motor, pero también centros superiores de procesamiento de la información, que permiten decir palabras con sentido. Aunque se señaló las zonas cerebrales de Broca y de Wernicke en este proceso, hoy sabemos que la psiconeurofisiología del habla es mucho más compleja, ya que tiene conexiones hasta con los centros vinculados a las emociones (Sistema Límbico).

Otros tipos de lenguaje como el escrito y de señas, funcionan de forma similar, aunque lógicamente involucran zonas cerebrales que te permiten registrar los estímulos luminosos, o entender las imágenes, que es cuando logras realmente verlas. Es decir, puedes ver o no ver, pero también puedes no interpretar o entender lo que ves.

Aunque los Sapiens somos predominantemente visuales y en segundo lugar auditivos, también nos comunicamos por el tacto y en menor medida, por el olfato.

Actualmente estamos manejando una gigantesca cantidad de señales o informaciones, pero con muy escaso contenido. Es una situación preocupante, porque tiende a embrutecer.  Es muy importante que la gente despierte.

Debes recordar que las palabras pueden tener significados muy diferentes para una u otra persona. Al comunicarte debes evitar el egoísmo, para que puedas ver la realidad a través de los ojos de tu interlocutor. Tienes capacidades de comunicación que no conoces, pero debes comenzar a utilizarlas. Cuando realmente quieres comprender al otro, utilizas todo tu potencial para meterte en el mundo de quien te habla. No respondas como un reflejo o rebote automático, interioriza lo que recibas e intenta contestar desde tus niveles superiores. Podrías creer que no sabes de lo que hablo, pero zonas de tu mente lo entienden perfectamente.

Tu capacidad de comunicación solamente tiene los límites que tú creas que tenga.

Intenta contactar la Supraconciencia de los demás cuando les hables, aunque a algunas personas les pueda tomar mucho tiempo asimilar tu mensaje.

La mayoría de las personas, prefieren creer que tú desconoces sus partes negativas o débiles. No los hagas sentir mal; sólo toca esas zonas, cuando ellos estén en la disposición y capacidad de manejarlas contigo.

Si llegas a desarrollar grandemente tu potencial para la comunicación y lo utilizas para aprovecharte de los demás, lo lamentarás. Conforme al desarrollo de tus potencias, aumenta tu grado de responsabilidad. No es lo mismo la ignorancia que la maldad consciente.

Si no logras comprenderte a ti, a los demás también se les dificultará comprenderte. Si no logras comunicarte con tu interior, podrías hablar mucho, pero dirás poco. Comienza comunicándote diariamente con tu interior y con lo que conozcas de Dios. Recuerda que no basta con decir que lo haces. Cuando hables, no te limites a repetir lo que otros dijeron. Al mejorar nuestra comunicación, mejoramos el Mundo.

Muchas cosas de vital importancia, pueden decirse con tan solo una mirada. Y en algunas ocasiones, no hay nada más expresivo que el silencio.