Nuestro país, que en su momento fuera eminentemente agrícola, ha sufrido una transformación en la que, excepto por el arroz y las habichuelas, se ha venido dejando de lado el tema de la seguridad alimentaria y se ha transformado en una economía de servicios (Turismo) y en cierta medida de manufactura (Zonas Francas).

Esta transformación a traído como consecuencia el aumento de la inmigración del campo a la ciudad, al punto que hoy en día si evaluamos a nuestra población rural resulta ser una población de envejecientes, que por no saber otros oficios han permanecido en el campo, a pesar del olvido de las autoridades; pero han velado porque sus descendientes estudien, se preparen y aunque no lo hagan, emigren a las ciudades.

Adicionalmente, en nuestro sector agrícola se observan deficiencias en todos los niveles de la cadena productiva que hacen que los productos dominicanos sean menos competitivos, por mala condición y no por menor calidad de los productos, para ingresar a los mercados internacionales.

En sentido general somos una isla que vive de espalda al mar, así mismo somos una isla con una amplísima variedad de micro climas diseminados en todo el territorio nacional, como son el Templado, Bosque Tropical Húmedo y Bosque tropical Seco, entre otros, en los se pueden cultivar diferentes variedades de Hortalizas, Frutas, Verduras, Tubérculos y Granos, incluso pasto para la exportación a las islas del Caribe. Pero que para aprovechar esas facilidades propias de nuestra Isla, habría que hacer un plan para el desarrollo agrícola sostenible, en el que se elaboren estudios del clima, del suelo, la pluviometría, la disponibilidad de agua, etc., en todo el territorio nacional, para que zonifique y categorice las diferentes zonas del país. Estudios estos, que permitan determinar las ventajas competitivas de cada región, para incidir y promover los cultivos y las mejores prácticas agrícolas adecuadas para cada zona.

Otro aspecto imprescindible es la educación, con la que debemos crear técnicos especializados, con un sistema de enseñanza dirigida a promover la educación y la vuelta al campo de una nueva clase campesina, con la capacidad de hacer que nuestros campos sean mucho más productivos y eficientes, permitiendo con esto la sustitución del conocimiento empírico por el científico.

Tan importante como lo anterior, es el fomentar la agricultura comunitaria o cooperativista en lugar de productores individuales, promoviendo economías a escala, tanto en la compra de insumo, como en la utilización de maquinarias y mano de obra, entre otros; así como para negociar sus productos, como un bloque de volúmenes considerables y no como pequeñas unidades productivas. Las autoridades pueden utilizar como mecanismo de promoción de este plan, el ofrecer financiamientos blandos a agrupaciones formales con superficie conjunta significativa, en vez de hacerlo a productores pequeños. Esto permitiría detener la proliferación de centros de manipulación, acopio y empaque de perecederos, y permite, al Ministerio de Agricultura, establecer un plan de permisos por superficie mínima requerida.

En nuestro país, en el puerto de mayor importancia (Caucedo), contamos con una importante línea de frio, capaz de manejar las exportaciones e importaciones que realizamos, pero, adicionalmente, se hace necesario estructurar un plan de manejo en inocuidad, en el que el Ministerio de Agricultura pueda garantizarle a la población, que los productos importados que se consumen en el  país, cumplen con una adecuada normativa de inocuidad; así mismo, que garantice al productor local que sus productos cumplirán también con las normas internacionales de inocuidad, de forma que la frecuencia de los casos en que nos rechazan productos sea mínima, así como eliminar los casos de mercados a los que no tenemos acceso por las practicas inadecuadas de inocuidad de nuestros productos u otras razones de riesgos que bien pueden ser minimizadas o eliminadas.

También se hace indispensable que el Estado promueva al sector privado, para que en adición a la existente línea de frio, se instale una Pasteurizadora en Frio o Irradiador, el cual permita irradiar los productos que se importan e incluso muchos de los que se producen localmente para el consumo de los dominicanos y de los turistas que nos visitan; así como los que se exportan, para garantizar que ningún productor individual, pueda afectar las exportaciones de toda una industria o  sector productivo.

El mejorar la competitividad Agrícola de nuestro país es indispensable y debe ser una prioridad de la Estrategia Nacional de Desarrollo, si consideramos la seguridad alimentaria, el aumento de las exportaciones, el equilibrio de nuestra balanza de pago y muy especialmente la capacidad de generar empleos en las zonas rurales del país.