Don Juan Tomas siempre abre nuevos rumbos. Y de nuevo lo ha hecho su fértil pluma en ACENTO Inquieta su gira intelectual del gran reto enfrentado por homo sapien sapien, (nosotros): la superinteligencia. Las especulaciones y análisis del siempre inquieto Nick Bostron, cuyos pensamientos forman el eje central de este fascinante artículo, recuerdan las discusiones éticas suscitadas por la icónica obra de Aldoux Huxley, Brave New World (Un Mundo Feliz).
Mas su hermano, en este contexto, podría encajar mejor. Joseph, junto al jesuita Teillard de Chardin (quien nos diese una escatología divina con el alpha de la emergencia al omega de la convergencia divina) formularon una nueva lógica para la evolución. Ambos científicos ven a la evolución desdoblándose de lo mas sencillo hacia una mayor complejidad. El Vaticano prohibió la oonosfera Chardiana, donde en su camino hacia el Omega Divino, el Cristo Cósmico, desarrollaríamos un cerebro global.
La paleontología, arqueología y la historia confirman lo complejo ha configurado el futuro del ayer. Como nos enseñase el gran poeta Jose Martí, el diamante, ante de luz fue carbón. Sí, el futuro será complejo. Según la totalidad de la humanidad (mas de 7,000,000,000 de homo sapiens sapiens, la capacidad intelectual de las mujeres empoderada y mayor acceso a la educación y a las grandes bases de datos) piense mas y mejor (aunque los pensamientos en si no sean nobles, el pensar será intrínsecamente mejor hecho), conectados entre si en tiempo real, de poco podemos estar seguro. Mas si podemos vaticinar: el futuro será mucho mas complejo–o singularmente y catastróficamente simple.
Lecturas y discusiones sobre el panorama bautizado como Cuarta Revolución Industrial, y siempre alentado por un eterno optimismo, me hace ver a la humanidad, el homo sapiens sapiens, ascendiendo, endo-genéticamente, del ADN moldeado a través de billones de años (lo básico, lo animal) hacia la realización del potencial humano (al margen de la transhumanisación) en su totalidad (ecos de Carl Sagan’s The Garden of Eden/ El Jardin del Edén) exo-genéticamente.
Por supuesto, acepto la posibilidad, mas aun, la inevitabilidad, del homo mejorado con tecnología (muchos disfrutamos implantes en nuestra dentadura, por ejemplo, otros llevan marca pasos, corazones mecánicos avanzan en confiabilidad, las células madres son cada vez mas fácil de manipular). Mas, homo seguiremos siendo. Si no la embarramos, con cosillas como el envenenamiento del planeta y el cambio climático y la violencia incontrolable los mismos ocasionarán, la Inteligencia Artificial, la Inteligencia Aumentada y los sistemas cyberfísicos nos llevarán a un 3016 distinto al cual podamos prever ahora–con cambios mas drásticos , aun exo-planetarios, de lo que se hubiera podido vislumbrar en el l016 sobre el 2016. ¿Por que? Porque como anlisara el futurista Alvin Toffler, la velocidad del cambio, y su segunda derivada, la aceleración, serán cada vez mayor.
En realidad , sin embargo, la evolución no ha dotado al monito desnudo con la intuición para anticipar catástrofes futuras, todavía quiere su comidita hoy, pase lo que pase–coma yo caliente y muérase la gente–aunque "gente" sea todo el planeta. ¿Quien ganará la carrera e/ las dos liebres: el monito desnudo y su comidita hoy o el homo sapiens sapiens potencializado con Inteligencia Aumentada e Inteligencia Artificial?
Desde otra perspectiva, no soy tan optimista con el futuro de todos los humanos. La experiencia vivida en nuestra era del conocimiento, las crecientes diferencias en ingresos, el creciente sesgo en el acceso a la tecnología, lento progreso en lo social informado por la ciencia e informática, el acaparamiento del conocimiento como instrumentos de poder absoluto, me lleva a concluir: muchos son los llamados pero pocos los escogidos.
Don Juan: Agradezco su pluma, adelante.