Podremos imaginar vivos a Durkheim, Weber y  Parsons en una visita a Santo Domingo. Quedarían  sorprendidos, impresionados con la realidad social nuestra que es más parecida al realismo mágico de Macondo que a cualquier sociedad por ellos estudiada.

Por eso, en esta Sociología Aplicada a la realidad dominicana que trabajo en clase, y con la apoyatura de la Antropología Interpretativa de Geertz, disfruto analizar con mis alumnos, los significantes y significados de nuestro entorno social. En la enseñanza por competencias que implementamos en el Departamento de Estudios Teológicos y Humanidades de la PCMM, guiamos al alumno en la construcción colectiva del conocimiento, por eso juntos, analizamos, interpretamos,  comparamos y valoramos la sociedad en que vivimos.  Por eso los convoco a aterrizar en el aeropuerto “Las Américas” las teorías sociológicas europeas y norteamericanas. Imaginemos a estos tres grandes cientistas sociales, en recorrido por “los barrios más violentos de la provincia Santo Domingo que son Sabana Perdida, El Almirante, Los Solares, Cancino Adentro, Punta de Villa Mella, Buenos Aires de Herrera, La Altagracia, El Tanque, El Libertador y Los Alcarrizos” http://www.diariolibre.com/noticias_det.php?id=24611. ¿A qué atribuiría Durkheim, el incremento de los suicidios en dominicana?

Y luego, los llevamos a Naco, Piantini y a un Penthouse de la avenida Anacaona. Quedarían impactados de las desigualdades sociales. Una misma Capital, dos realidades sociales polarizadas. ¿Y si los situamos a observar en una avenida de la ciudad de Santo Domingo? Supongo quedarían desconcertados con la desigualdad, la polaridad, representada por los vehículos: podrían ver un Rolls Royce, Jaguar, Ferrari, BMW, Porsche o Audi, sin embargo, al ver  algunos de los conductores,  podrían preguntarse: ¿Será el dueño o será el chofer? Y no por vehículo de lujo sino por la forma en que se comporta. Y al lado de este vehículo de lujo, podemos ver un carro público cayéndose a pedazos que por vidrios en las puertas, trae un nylon o un pedazo de cartón se estaciona esperando la luz verde del semáforo. Ahí vemos clase alta y clase baja, pegaditas pero distantes, una al ladito de la otra, pero antagónicas en poder adquisitivo, en educación y comportamiento social. Ambos conductores esperan -o no esperan-  la luz verde del semáforo, los ves irse por encima de la ley y de la razón que da la educación. Y hablando de este tema, me río de imaginar a estos sociólogos clásicos conduciendo en las calles y avenidas de Santo Domingo. Darían más gritos que los chillidos de mi hermana de Miami cuando me visitó ¡Qué espectáculo sería eso! ¡Un desafío a re-conceptualizar cualquier teoría del orden social!

La realidad social dominicana desarticula la clásica división de clases sociales, de las teorías sociológicas que establecen tres grandes clases sociales: clase alta, clase media, y clase baja. Aquí esa pirámide es solo modélica-referencial. Dentro de la Clase Social Alta en dominicana, hay desniveles marcados por  la educación, cultura y el origen, lícito o no, de los bienes adquiridos. Y cierto es que como grupo social pertenecen todos a la Clase Alta pues tienen similar poder adquisitivo y similares oportunidades de acceso a bienes y servicios: las mismas tiendas, restaurantes, clubes privados…, sin embargo, la educación y modales, los separa. A sitios donde asisten los de la Alta con baja educación, los hijos de familias tradicionalmente ricas, dejar de ir. Rechazan este comportamiento en contra de las normas sociales.

El martes en la tarde, tres de mis alumnas y yo, presenciamos un simbólico ejemplo: En un precioso BMW convertible transitaba por Av. Máximo Gómez. Adentro iban tres jóvenes que por su vestimenta, tipo de peinado y comportamiento denotaban una casi nula educación, imagen reforzada por aquella música estridente que mis alumnas identificaron como  el dembow Kalimete de Alfa. Un ejemplo simbólico de Alta-media popularmente llamados “nuevos ricos”: alto poder adquisitivo-bajo nivel educacional-un estilo de vida extravagante sustentado en los gastos exorbitantes.

La educación y la cultura establecen abismales niveles de desigualdad social tan o más notables que las riquezas acumuladas.

Es estratégico para los destinos de una nación, la inversión en Educación y en Cultura.

ALTA-ALTA

Alto poder adquisitivo
Alta educación, cultura y dominio de las artes.
Origen lícito de los bienes adquiridos
Comportamiento acorde a las normas cívicas,  la etiqueta y el protocolo.
Enfocados a la inversion.
Estilo de vida austero. Mantienen sus comodidades a discreción.

ALTA-MEDIA

Alto poder adquisitivo
Baja educación. Poco y ningún conocimiento de las artes.
Necesitan exhibir exageradamente, lo adquirido.
Actúan con mentalidad de gasto
No valoran como prioridades la educación ni la inversión.
Manifiestan inconsistencia de estatus, pues aún perteneciendo por criterio económico a clase alta, se comportan como de clase baja que es el estatus adscrito (nacimiento).

ALTA-BAJA

Alto poder adquisitivo.
Se ubican en esta los que aún teniendo similar cantidad de riquezas acumuladas,  las obtuvieron de forma ilícita.

Jeanpierre Licairac