En Haití, país donde no parece haber solución a los múltiples problemas, recurrentes catástrofes naturales, pobreza extrema, golpes de Estado, inestabilidad política, debilidad institucional, Estado débil (fallido para muchos), gobiernos corruptos, alarmante inseguridad; en fin, donde parecería que todo está perdido y no hay nada que hacer para cambiar la situación, hay todavía gente que sin mucho ruido trabaja por un mañana mejor.

 

Los gestores de la Ciudad del Conocimiento, un ambicioso proyecto que abarca desde un CPE-Centre de la Petite Enfence (estancia infantil con educadores calificados) hasta una universidad y sus respectivos centros de investigación, son un ejemplo. Con este proyecto, sus gestores ambicionan romper el circulo de la pobreza a través de la educación, la salud y el empleo.

La Cité du savoir (ciudad del conocimiento), en medio de una La Cité du savoir (ciudad del conocimiento), en medio de una antigua plantación de caña, en Milot, norte del país, no lejos de Cap-Haïtien.

El proyecto, concebido y financiado por la diáspora haitiana, principalmente la establecida en el Quebec, cuenta actualmente con un centro de la pequeña infancia, una escuela primaria y una granja avícola. Los locales disponen de paneles solares y una planta generadora, el internet de alta velocidad llega por ondas, ya que el lugar está muy alejado para conectarse por fibra óptica.

A pocos pasos de allí, se ha iniciado la construcción de una oficina de ingenieros y una clínica. En el campus de 31 hectáreas, facilitadas por el Estado, también se proyecta levantar una escuela secundaria y las instalaciones de la universidad tecnológica, así como un sector agrícola con una finca e invernaderos, empresas y algunas viviendas. La idea es formar allí, desde la estancia infantil a la universidad, a jóvenes con otra perspectiva que el exilio y dispuestos a construir su porvenir en Haití.

Una clase de primaria en la Ciudad del Conocimiento-

Ya esta en operación el ISTEAH-Institut des sciences, des technologies et des études avancées d’Haïti (Instituto de Ciencias, Tecnologías y Estudios Avanzados de Haití), una iniciativa del Grupo de Reflexión y de Acción por un Nuevo Haití, fundado a raíz del terremoto de 2010 por Samuel Pierre, integrante de la diáspora haitiana, profesor de la Escuela Politécnica de la Universidad de Montreal y reputado especialista de las redes de telecomunicaciones.

Maqueta del Instituto de Ciencias, Tecnologías y Estudios Avanzados de Haití.

El instituto cuenta actualmente con cientos de estudiantes de grado, maestría y doctorado. Como Haití no posee las infraestructuras necesarias ni profesores suficientes para ofrecer enseñanza científica y tecnológica de calidad, el ISTEAH asegura su enseñanza de tres ciclos (grado, maestría y doctorado) gracias a una importante red de asociaciones con universidades internacionales. En lo que se construyen las instalaciones del ISTEAH, los cursos se dan en establecimientos repartidos en seis ciudades y son retrasmitidos por videoconferencias para los estudiantes de las regiones más apartadas.

 

Más de 200 profesores de centros de enseñanza de prestigio internacional, como University of British Columbia (Canadá), Dartmouth College (Estados Unidos), École Polytechnique Fédérale de Lausanne (Suiza), École normale supérieure de Lyon (Francia), Institut national supérieure de Lyon (Francia), Université du Québec à Montréal, Université de Strasbourg (Francia) y una quincena de profesores de la Escuela Politécnica de la Universidad de Montreal imparten, de manera voluntaria, cursos a distancia y viajan algunas semanas al año al ISTEAH. Pocas academias de la región, cuentan con tan significativo número de colaboradores provenientes de centros de enseñanza de ese calibre.

 

Las carreras que ofrece el ISTEAH son claves para sentar las bases del desarrollo del país, administración de negocios, gestión de proyectos, ingenierías, ordenamiento de colectividades territoriales, ciencias de la educación, ciencias de la gestión, ciencias económicas. Ya están en operación algunos centros de investigación, en matemáticas, educación y gobernanza, tecnologías de la información para el desarrollo, ciencias moleculares y de la vida, gestión de riesgos, ordenamiento territorial y medioambiente, comercialización de productos agrícolas e innovación y emprendimiento.

 

Con el ISTEAH se busca reconstruir las élites que Haití perdió tras muchos años de dictaduras, formar decidores bien formados que se conviertan en agentes del desarrollo. El vecino país no está hundido en la pobreza por una fatalidad del destino, sino porque, entre otros factores que no voy a comentar aquí, su clase pensante fue forzada a abandonar el país, quedando así en manos de ineptos y corruptos durante décadas. Según el Banco Mundial, de cada 100 haitianos que poseen un diploma de educación superior, 83 viven en el extranjero, solo frenando esta fuga de cerebros podría aspirarse a un mañana mejor.