Juan Bosch, Luis Abinader y Xi Jinping.
  • 1. No fue a lo loco que al menos tres periodistas, incluido este cronista, recomendaron al presidente Luis Abinader que no se decantara tan abiertamente en contra de la China en su afán por mostrar su apoyo a Donald Trump, de quien le pronosticamos que para el 20 de enero de este año no estaría en la Presidencia de los Estados Unidos y que, con tal proceder, le sería más embarazoso justificar un brusco cambio de adhesión a Joe Biden, seguro inquino de la Casa Blanca.
  • 2. Ser discreto en política, y en casi todas las actividades humanas, es una virtud enseñada por los moralistas con más sindéresis del conocimiento de los seres humanos, como Gracián. Y la prudencia no le va a la zaga porque en el juego de las potencias internacionales los países pequeños no poseen soberanía, según enseña Stephen Krasner; tal el caso de la República Dominicana y en sus relaciones con tales potencias fácilmente corre el riesgo que quedar atrapada en las patas de esos caballos.
  • 3. Particularmente, el suscrito le recomendaba al presidente Abanador, para que no escupiera para arriba, ser discreto y prudente con las relaciones con China. A nuestro mandatario estuvieron dirigidas las citas de José Martí acerca de cómo deben comportarse los países pequeños en sus relaciones comerciales y diplomáticas con las grandes potencias. Y los analistas se fundamentaban en un error diplomático de Danilo Medina al restablecer relaciones diplomáticas con China y su manifiesto desprecio a Taiwán, país con el que mantuvimos unas relaciones y cooperación técnica por más de setenta años. Si bien es sabido que tarde o temprano esa isla pasará a la soberanía de la China continental, era indispensable guardar las maneras.
  • 4. Dos hechos comprobados recientemente en torno a lo expuesto más arriba: no fueron los Estados Unidos con Donald Trump ni con Joe Biden los que vinieron a resolver la compra de la vacuna en contra de la Covid-19, pues los imperios ponen por encima de todo su egoísmo, sino que, como dijo mi cuñado, el Dr. José Brea del Castillo, fue, ¡oh paradoja!, la China nuestro Chapulín quien nos salvó de la pandemia al ofrecer al Gobierno, sea en venta o donación, eso nunca se sabe, como dice el trovador cubano, unos ocho millones de vacunas Sinovac y Sinopharm para entrega entre febrero y abril de 2021.
  • 5. Como todo gobierno nuevo que se estrena, pero, además, ni Abinader ni Raquel Peña tuvieron antes experiencia de Estado. Y por eso el inicio de la vacunación a los mayores de 70 años en adelante comenzó con el resultado caótico que conocemos. Pero ha intentado Abinader enmendar pronto el entuerto y si no siguieron el libro de vacunación "nacional" implementado por el Ministerio de Salud desde la época de Trujillo hasta hoy, se debe al famoso olvido de la historia por parte de los dominicanos, por lo que siempre estarán obligados a repetirla. Y tampoco el Gabinete de Salud que dirige la vicepresidenta Raquel Peña se olió que, al habilitar las mesas de votación de la Junta Central Electoral y su padrón, la experiencia de los votantes les llevaría en derechura a dichas mesas cuando fuesen convocados, por rango descendente de edad, a vacunarse en contra de la Covid-19.
  • 6. Los que fuimos estudiantes de primaria, intermedia y bachillerato en la era de Trujillo sabíamos dónde quedaba el Centro Antituberculoso de la calle Santiago. A dicho Centro íbamos a vacunarnos contra la tuberculosis y llevar el certificado correspondiente al plantel escolar donde estudiaríamos y sin el cual no había inscripción.
  • 7. Pero Abinader y Raquel Peña vienen de la empresa y universidades privadas y quizá desconocían que una empresa y una universidad son un microcosmo de poder que no se gobierna como se gobierna un Estado. Y por Martí sabemos desde el siglo XIX, en su advertencia a Máximo Gómez y su posible autoritarismo militar, que un país no se gobierna como se gobierna un cuartel. Y Duarte nos enseñó que la política es un arte, tan digno como la filosofía. Y hoy se sabe que la política no es un arte, sino una técné o pragmática del conocimiento de la negociación de los intereses de las distintas clases y grupos de poder existentes en la sociedad. Y hay que conocer a los sujetos y al medio, como decía Martí. De lo contrario, es el fracaso. Como se evidenció con la situación caótica de las aglomeraciones de envejecientes en la UNPHU, en la PUCAMAYMA y en la UASD el primer día. Pero en la UASD se subsanó de inmediato el problema al disponer las autoridades la creación a partir del 3 de marzo de cuatro centros de vacunación en las facultades de Medicina, Ingeniería, Ciencias Jurídicas y Políticas y Ciencias Económicas y Sociales.
  • 8. Mientras descienda el rango de edad, más amplio será el espectro de las personas que habrá que vacunar, razón por la cual Abinader deberá concretar una nueva logística del Plan de Vacunación para que tenga el resultado del primer gran logro de su gobierno, que para eso votamos por él, no para otorgarle un cheque en blanco, sino para salir de la hipercorrupción del PLD enclavada durante veinte años. El segundo logro que deberá exhibir, si no desea el fracaso en medio de esta pandemia, es el resultado tangible y creíble de la nueva justicia independiente en los casos de corrupción de los gobiernos pasados, pues con respecto al del presente, Abinader ha aportado pruebas, la primera, del intento de corrupción con el caso de las jeringuillas en el Ministerio de Salud. Y hay que exhortar a Milagros Ortiz Bosch y Carlos Pimentel a estar ultravigilantes y auxiliarse de inmediato con la procuradora general Miriam Germán con el objetivo de cortarle la cabeza a la hidra de la corrupción en el PRM, la cual está al asecho, al menor asomo de descuido. Y no se olvide que el PRM es, sin la D, el viejo PRD desguazado y destruido por Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado y su pacto de las Corbatas Azules, de cuyo provecho se lucró Danilo Medina para partirle todavía más la parpatana al PRD. Y Abinader tendrá que vérselas, en su debido momento, con estos dos gerifaltes que le impidieron el triunfo en 2016.
  • 9. Todo lo ocurrido con el Plan de Vacunación es un viejo resultado que data de 1978: el de entregarle Guzmán, Jorge Blanco e Hipólito Mejía la parte más significativa de la conducción política de su respectivo gobierno a la Universidad Madre y Maestra. Y esto tiene su explicación en que ninguno confió en el PRD como partido organizado y disciplinado para dirigir esas labores políticas. Pero esa universidad es un microcosmo de poder que responde solamente a los intereses propios y a los de los miembros del frente oligárquico recompuesto en nuestro país con el Consejo de Estado y en el resto de América Latina en los años 60 para enfrentar la exportación de la revolución cubana en el continente de la esperanza.
  • 10. El PLD ha sido muy celoso, como comesolo al fin, de no compartir su acumulación originaria con ninguna otra clase o grupo social que no sea el suyo. Solo Agripino Núñez pudo arrancarle a Leonel Fernández pingües beneficios para sí, sus amigos y el grupo social oligárquico de Santiago y por razones comprensibles propias de la sicología de este mandatario, pero con Danilo no fue igual. Si los gobiernos del PRD, ahora PRM, no se echan en brazos del frente oligárquico y de la PUCAMAYMA, esa “masa” díscola y fragmentada de dirigentes altos, medios y de base, donde cada cual debe jalar su propia carreta, barre fácilmente con los mejores proyectos e intenciones del gobernante que ella misma eligió y este apartamiento de la militancia perredísta-perremeísta es una herencia que se inauguró con Juan Bosch en 1963 y que han seguido al pie de la letra los demás gobernantes de esos dos partidos que han subido al solio presidencial, pero semejante práctica tiene graves consecuencias para sus mandatorios: el abandono del apoyo de su base social si no se cumple con los deseos de la clientela. Los tres casos de Bosch, Jorge Blanco e Hipólito Mejía son emblemáticos: Bosch prefirió el golpe de Estado al partido para que enfrentara a los golpistas civiles y militares; Jorge Blanco a Balaguer antes que ver a Majluta en la Presidencia; e Hipótlito prefirió a Leonel Fernández antes que apoyar a Milagros Ortiz Bosch, a sabiendas de que su intento de reelección sería un fracaso. Falta de conciencia política y de conciencia nacional de esos líderes políticos estacionales.
  • 11. Hoy estamos lejos de la Guerra Fría y de la influencia internación de la exUnión Soviética, pero la amenaza del capitalismo salvaje con los gobiernos neoliberales a escala planetaria han significado un empobrecimiento global de las clases media y obrera, mientras que, un solo caso demuestra, el de los Estados Unidos, cómo 500 sujetos documentados por la revista Forbes, o a veces por Fortune, detentan el 80 por ciento de la riqueza de aquel imperio, hoy contrarrestado por el emergente imperio chino fundado por Den Tsiao Ping y situado en el pináculo internacional por los gobernantes chinos, hoy encabezado por Xi Jinping. Este es un imperio que, con todas sus vicisitudes, realizó su unidad nacional con el emperador King 200 años después de Cristo y tiene una filosofía y una ideología que lo sustentan: el confucianismo. Los imperios de Occidente apenas se remontan a 1492, con el caso de España luego de ganada la guerra a los moros y apoderarse del continente americano con la empresa comercial de Colón. Francia, Inglaterra y los Países Bajos, que sucedieron a España en el mando, apenas comenzaron como imperio en el siglo XVII-XIX. Los Estados Unidos tiene dos siglos de imperio que dominó el mundo a partir de 1898, pero hoy está, como lo estuvo en su época Roma, su gemelo imperial, cuestionado por fuerzas internas que, desde la Guerra de Secesión, sus participantes sureños derrotadas, han emergido hoy, junto con los campesinos pobres del país, como una fuerza contestataria del gobierno, no del sistema oligopólico implantado en Wall Street. Es un caso parecido al de Hitler en Alemania. Donald Trump, multimillonario como los de Wall Street, es su mesías de ocasión, pero el verdadero Führer de esta fuerza descomunal de desharrapados todavía no ha aparecido en escena.
  • 12. Discreción y prudencia, pues, porque en nuestros asuntos diplomáticos y comerciales con los distintos países con los que mantenemos relaciones es bueno que Abinader entienda, comprenda y juzgue que, aparte de lo apuntado por Stephen Krasner en su libro Soberanía, hipocresía organizada (Barcelona: Paidós Ibérica, 2001), los políticos clientelistas y patrimonialistas que firmaron el 23 de septiembre de 1922 el Plan Hughes-Peynado, cedieron la mitad de la soberanía de nuestro país a los Estados Unidos de América y no lo digo yo, sino Federico García Godoy, Américo Lugo y Félix Evaristo Mejía.
  • 13. Hoy, es de una extrema dificultad política revertir aquella situación creada por los irresponsables del fracaso de la tercera república, según Víctor Medina Benet. Es, poco a poco, avanzando medidas como las que adopta cada día este trabajador incansable que es Abinader con la justicia independiente, las relaciones con China para no depender únicamente de un solo imperio, la lucha en contra de la corrupción, el caso del peaje-sombra cómo se enderezaran estos y otros entuertos de la corrupción generalizada. Y recordar debe el actual mandatario que vivimos en un Estado clientelista y patrimonialista al que le falta “organización y método”, como me dijo su padre, José Rafael Abinader, cuando fui su estudiante de la asignatura de Economía en la Escuela de Periodismo y le cuestioné su decisión de fundar una nueva universidad, si en la UASD le esperaba por delante la rectoría, porque ya había sido vicerrector administrativo. El clientelismo y el patrimonialismo está tan enraizado en la sociedad dominicana que es una fuerza tan poderosa que hasta el más humilde ciudadano, al carecer de conciencia política y conciencia nacional y no haber internalizado la ley como igual para todos, considera que quien va a un cargo público y no roba y no favorece a sus amigos y familiares es un pendejo. Y por esta razón que América Lugo, en su carta a Horacio Vázquez y en las tres que le escribió a Trujillo, sostuvo y mantuvo que no formábamos un Estado nacional verdadero y que él lucharía toda su vida para crear la conciencia en el pueblo dominicano para lograr este objetivo.