El año ha comenzando con mucha efervescencia política. Por ejemplo, el PLD libra una batalla que, para algunos podría acabar con su tradicional cohesión. Todo por una lucha de poder entre leonelistas y danilistas.

Leonel, tres veces presidente, con luces y sombras en su ejercicio gubernamental, ha sido cuestionado por la corrupción de sus últimos períodos y por haber impulsado la Constitución de 2010 a la medida de su eterna reelección. Con esto, la fábrica de presidentes y la democracia peledeista tiene un solo nombre, Leonel. 

Danilo, presidente de la República, líder del PLD, de no repostularse, deberá impulsar un cambio que garantice la permanencia de su partido en el poder, motivando a que otro producto de la fábrica siga en el ruedo con su respaldo.

Danilo no buscará un extraño. Buscará a alguien siempre leal. No ahora, porque es presidente, sino que lo haya acompañado desde antes. Un peledeista histórico y que se la haya jugado con él, un compromisario del pensamiento boschista.

   

Estos pensamientos me asaltaron cuando recibí de Carlos Amarante Baret una carta al pueblo dominicano, en la que propone convertirnos en una nación exportadora, potenciando los medios de producción, la diversificación del turismo, optimizar los recursos en educación, invertir más en salud, generar empleos de calidad, enfrentar la corrupción y la ineficiencia burocrática.

Al trazar la agenda-país, en sinergia con todos los sectores productivos del país, se compromete a implementar políticas públicas. Y es que, ciertamente, solo las alianzas con una mayor cantidad de actores políticos y empresariales, generadores de más canales de información y de coaliciones, como propone Amarante, permitirán tomar las decisiones estructurales necesarias para seguir avanzando.

El candidato presidencial que prometa, logre y cumpla con un proceso de concertación con los diversos sectores, para unificar su visión de país, podrá ser efectivo en la búsqueda de un mayor desarrollo para el país.

La propuesta de Amarante cumple ese objetivo. Por lo que debemos confiar en que los ciudadanos serán racionales en elegir al mejor candidato posible para la presidencia de la República. De recibir el respaldo de Danilo y el PLD, Amarante podría ser el próximo presidente de la República.