LA CAMIONA
No hay que sorprenderse si en esta columna de asuntos pertinentes a las lenguas se coloca un título como el que “engalana” la primera sección. El tratamiento que llevará este asunto de “la camiona” será desde el punto de vista del lenguaje. Se analizará aquí el tipo de lengua a que corresponde lo que constituye ya una expresión en el ¿español? dominicano. Aunque no sea del español, sí es del habla dominicana.
La camiona se atribuye como nombre al medio de transporte que se utiliza para enviar a Haití a los haitianos y descendientes de haitianos nacidos en República Dominicana que no poseen condición legal oficial.
En lengua haitiana la palabra que designa al camión es kamyon. Ese vocablo sirve además para denominar a una carga que lleva un camión, es decir, una camionada. Así mismo nombra a cualquier vehículo grande de transporte público.
En la lengua haitiana existe el artículo la. Es una posibilidad que exista también en el haitiano hablado por los dominicanos de ascendencia haitiana nacidos en República Dominicana. En haitiano existen varios artículos definidos, uno de ellos es la, otro es lan; además hay otros, entre ellos an y nan.
En lengua haitiana la palabra que designa al camión es kamyon. Ese vocablo sirve además para denominar a una carga que lleva un camión, es decir, una camionada. Así mismo nombra a cualquier vehículo grande de transporte público
El artículo determinativo la se utiliza después del nombre que acompaña en los casos en que esos sustantivos terminan en consonantes que no sean m o n. Se subrayó el vocablo después en la oración inmediatamente anterior a esta porque en haitiano los artículos definidos se colocan al final de la oración en muchísimos casos.
En los últimos casos esos artículos actúan desempeñando las funciones de “determinantes de frases”, Syntaxe de l´haïtien, de Lefebvre, Magloire-Holly y Piou, 1982. O, como se señaló antes, después del nombre al que acompañan. La función de estos es la de determinar, precisar; por lo tanto, se acomodan al género y número del sintagma principal del cual dependen.
Como consecuencia de lo explicado en el párrafo que precede inmediatamente a este, no es posible que los nacionales haitianos digan la camiona para mencionar ese temido medio de deportación o repatriación.
Ya se mencionó más arriba que en el caso de kamyon el artículo debió ser lan, nan para las voces que terminan en sonido de m, n, ng.
La voz machin en haitiano se pronuncia tal cual se hace en español, solo que con un sonido de ch más suave, y, designa de modo genérico cualquier tipo de vehículo. Esa voz es de género femenino en esa lengua. Quizás por extensión kamyon ha terminado en el haitiano que se habla en República Dominicana adoptando el género femenino.
¿Cómo se llega de lo expuesto a la camiona? Se llega allí como resultado de lo que se llama analogía, que es la “influencia de una palabra sobre otra que está mentalmente asociada a ella”. “Cuando el pueblo oye una palabra nueva, tiende a relacionarla por su sonido con alguna otra ya conocida, y entonces se produce una deformación fonética basada en un error de interpretación”. Las dos citas anteriores pertenecen a la obrita Nociones de gramática histórica española de S. Gili Gaya, (1955). La segunda cita es para explicar la etimología popular.
Ese lan después de camión lo resuelve la lógica del español devolviéndolo a su sitio normal, es decir, delante del sustantivo. La analogía opera así, kamyon la(n). El oído español elimina el sonido que está entre paréntesis y conserva los demás porque les son familiares, para hacer de camión un femenino, pues eso sale de la boca de un extranjero (¿?). De este modo se llega a “la camiona”.
Otra posibilidad es que la camiona sea solo la creación de un nacional dominicano que de esa manera se mofa del mal uso que hacen los haitianos del idioma dominicano.
VIRAR
“. . .que fueron a Cuba en noviembre y VIRARON con las manos vacías”.
La lectura de esta frase produce sorpresa. No se entiende qué desea expresar quien la escribió. En español general no tiene mucho sentido. Para poder dar con un significado que le confiera sentido a la frase habrá que recurrir a los diccionarios de español regionales.
En casos como este el recurso al Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española (2010) da los mejores frutos, pero antes vale la pena revisar otros más modestos y más viejos.
En el Diccionario de regionalismos de la lengua española de Grosschmid y Echegoyen (1998) puede leerse que “virar” en “América Andina. Cono Sur. Volver”. Se dejaron fuera de esta transcripción las partes que no son pertinentes para el objeto de este estudio. Hay que mencionar que esta obra tuvo la colaboración de varias personas más. Fue un esfuerzo serio en su momento.
En el español dominicano el verbo virar(se) posee seis acepciones que no son de curso corriente en la lengua. Tres en funciones transitivas y las restantes como verbo intransitivo
En el Diccionario de americanismos aparece una lista completa de los significados del verbo virar. Para los fines de esta sección solo se retendrá uno que corresponde a Cuba en sus funciones intransitivas: “Regresar, volver al lugar del que se ha partido”.
No hay que sorprenderse si en otros países americanos posee este verbo diferentes acepciones. Se piensa que el verbo “virar” es uno de los primeros verbos “tropicalizados” porque posee en su origen significados propios en marinería y llegó con los “descubridores” y colonizadores.
Se hace necesario mencionar que ese significado mencionado aquí que le imprime sentido al escrito no es el único que posee en Cuba. No se mencionarán aquí los demás.
En el español dominicano el verbo virar(se) posee seis acepciones que no son de curso corriente en la lengua. Tres en funciones transitivas y las restantes como verbo intransitivo. Ninguna de las significaciones dominicanas para este verbo corresponde con la que se mencionó aquí como usual en Cuba para el verbo.
Vale destacar entre los significados dominicanos del verbo el que corresponde a: “Revisar un lugar minuciosamente”. Aquí actúa como verbo transitivo. Luego en tanto verbo intransitivo pronominal, “quedársele los ojos en blanco a alguien”. Estas acepciones se han tomado del Diccionario del español dominicano, publicado por la Academia Dominicana de la Lengua (2013).
Antes de terminar con este tema, hay que destacar que en el Diccionario de americanismos antes mencionado no constan los países de la América Andina o del Cono Sur con las mismas acepciones. Esto equivale a decir que en el lapso de unos pocos años el uso cambió de una manera notable.
De nuevo se insiste en que cuando un redactor escribe para consumo público debe tener en cuenta que se impone que lo haga en un español corriente, común, internacional, estándar. No escapa al entendimiento de quien estas apostillas escribe que en muchos casos esto ocurre sin que lo perciba quien redacta.