Hace poco comentaba sobre la importantes razones y beneficios de tener acceso a compañías en bolsas de valores. Y observando el gran “boom” de muchas empresas no tan sólo en los Estados Unidos, sino además  en Asia, Europa y algunas en América Latina, no me he podido resistir a la idea de una institución de esa naturaleza en la República Dominicana.

Está claro que muchos dirán inmediatamente que la Republica Dominicana tiene una bolsa de valores, pero yo respondería:  sí  y no, pues no obstante a que esa institución existe en nuestro país  y hasta diría que su aparición  ha sido un paso gigantesco considerando lo proteccionista que hemos sido a través de la historia, aún  nos falta mucho por recorrer; sin embargo soy de los que cree que se puede lograr.

En una bolsa de valores existen principalmente dos tipos de inversiones: los instrumentos de rentas  fija tales como bonos y certificados, y los títulos representativos de capital mejor conocidos como acciones, pero sucede que al día de hoy el mercado de valores dominicano únicamente cotiza instrumentos de deuda como son los bonos  y los certificados.

¿A qué se debe lo apuntado? Entiendo que se debe a que  las empresas dominicanas en sentido general han comprendido la oportunidad que brinda la bolsa de valores a través del mercado, al optar  por el financiamiento de futuros proyectos bajo instrumentos de renta fija (bonos o certificados ), en vez del financiamiento de bancos, lo cual tiene mucho sentido, pues tomar prestado a un banco por lo regular resulta muchos más costoso, en razón a que las  instituciones bancarias facilitan préstamos a una tasa de interés más alta y en ocasiones con fuertes límites  en las deudas que se sostiene, contrario a emitir bonos con el compromiso de pagar en determinado plazo los cuales son  un tanto más flexibles.

Sin embargo, las empresas dominicanas no se han inclinado a utilizar el principal  y más importante tipo de inversión que son los títulos representativos de capitales mejor conocidos como acciones. Asumo que ello se debe a que aún persiste  un sentido proteccionista y feudal en un sector importante de ellas.

Es bien sabido que  al emitirse  acciones se conllevaría  la participación de personas “ajenas” a la clase empresarial tradicional, pero es muy cierto que a la vez es la forma más barata de acaparar capital sin ningún compromiso de deuda.

Lo mejor sería que la bolsa de valores de la Republica Dominicana se “vulgarice”  y se torne más abierta al público, permitiendo el acceso a cualquier ciudadano que  tenga la disposición y el interés de  invertir, bien  por vía electrónica en un piso financiero conocido como casa de bolsa,  lo que redundaría en grandes ventajas  para nuestro país,  beneficiando  literalmente a todos los sectores de la nación.

Me explico:  crear un piso financiero en la Republica Dominicana, similar al New York Mercantile Exchange o al  London Stock Exchange ayudaría poderosamente en la atracción de capitales frescos  que muy bien podrían ser dirigidos al sector agrícola, pues existen bolsas exclusivamente para este sector. Pero además, reduciría la necesidad de la intervención gubernamental.

Las empresas privadas, además de recibir fondos de manera mucho más rápida, también le ayudaría a su desarrollo  y despertaría  el interés por las marcas de ellas e incluso les agregaría renombre a nivel internacional, como también les  facilitaría  la adquisición de otras compañías vía el mismo piso financiero.

El Estado

Créase o no,  uno de los principales beneficiarios de lo expresado más arriba seria el estado,   tomando en cuenta que muchas empresas tendrían la valiosa oportunidad de exponerse al mercado internacional, brindando al gobierno la oportundiad de  recaudar  más impuestos, en razón a que aumentaría los ingresos  de las instituciones privadas en el exterior. Además, seria sin lugar a dudas una puerta para el estado invertir parte de los fondos de pensión  y con el tiempo privatizarlos  bajo supervisión  estatal.

Juan de los Palotes

En mi artículo anterior hice referencia a cómo bajo el Inicio de Oferta Publica (IPO) existe un sin número de oportunidades que conducen al  camino de la libertad financiera  a fin de que cualquier individuo sin importar su condición social tiene el derecho de  participar, lo que  en buen dominicano sería que hasta Juan de los Palotes haga uso de ese derecho. Pero además,  una bolsa de valores sería el mejor instrumento para un fondo de retiro y a la vez una forma   de ahorro que  incluso  ayudaría a despertar el sentido de inversión del dominicanocomo  apagar un poco ese  espíritu de “resolver hoy  y olvidarnos del mañana” .

El sector agropecuario

Sin lugar a dudas que si  existiera un piso donde se pudieran cotizar tanto el sector ganadero como el agrícola, estoy seguro de que serían muchos los dividendos que la República Dominicana obtendría por esa vía. Una bolsa para ambos sectores  contriburía de manera altamente significativa a una mejor información de los  precios existentes en cada renglón, eliminando  intermediarios, ofertando la producción justa de lo necesitado, así como disminuyendo  la intervención del estado.

Pero además, facilitaría los préstamos a los productores agrícolas y ganaderos mediante la banca privada, debido a que ellos sabrían exactamente cuánto debe producir  y a qué precio. Otra ventaja   podría ser  tomar una posición en la bolsa de valores como manera de protegerse ante el cambio de precios en un futuro inmediato o largo plazo.

Este mismo problema de carencia de información también lo  afrontaron  los Estados Unidos hace más de 100 años atrás y fue resuelto con el Chicago Board of Trade y hoy en día ha sido también una de los principales temas de discusión en el lejano Bangladesh para incentivar  al sector agropecuario.

Es obvio que  no todo es color de rosa, ya que  existe el “fracaso” de la bolsa de valores en la India, donde no ha contribuido  en lo absoluto al productor,  debido a la falta de información y educación. De acuerdo a un reporte publicados por el diario Wall Street Journal.  Los productores agrícolas y los ganaderos actualmente les siguen vendiendo a los mismos intermediarios, manteniendo así los mismos inconvenientes del pasado.

Entiendo que en el eventual lanzamiento de un piso bursátil en nuestro país  y un desarrollo del mercado accionario  se debe  fomentar la educación financiera y una cultura bursátil, pero sobre todo transparencia en las informaciones a todos  los inversionistas, dándoles participación  por igual debido a que a mayor volumen, mayor liquidez, pues esta es  uno de los principales factores para el éxito del piso bursátil.

Nadie discute que si se toman las medidas de lugar  el mundo bursátil en la República Dominicana tendría  un potencial ilimitado  con la capacidad de ser una industria que generaría  grandes oportunidades de empleo.  Y la verdad que a nuestra economía no le caería nada mal.

Englewood, N.J.,

16 de julio, 2011.