Desde el principio, el presidente Joe Biden, ha hecho énfasis en la recuperación de la economía norteamericana a través de enormes inyecciones de recursos económicos, a corto y mediano plazo. Ahora, logró la aprobación del congreso norteamericano de un paquete de recuperación económica con 12 ceros a la derecha, comúnmente llamado trillones, en el idioma anglosajón.

Este paquetazo de US$1,200,000,000,000.00, constituye el salvataje económico más grande de toda la historia de la humanidad. Se denomina el Acta (Ley) para el Empleo e Infraestructura, firmado en noviembre 15, de este año en curso.

NOTA: El paquetazo incluye la cobertura de inversiones ya aprobadas anteriormente más unos US$570 mil millones de nuevas inversiones.

El paquetazo en sí proporciona alrededor de US$550 mil millones para construir y mantener carreteras, puentes, ferrocarriles, puertos y otra infraestructura tradicional en todo el país. El proyecto de ley también contiene fondos para formas de infraestructura menos tradicionales, incluidas decenas de miles de millones de dólares para ampliar el acceso de banda ancha a las familias más pobres y rurales.

Ahora bien, en un país donde a deuda nacional se ha disparado más allá de un punto de recuperación y sigue aumentando después de la COVID-19, pone en entredicho la solvencia crediticia de EE. UU; el gobierno no puede permitirse asumir más deuda a menos que esté dispuesto a enfrentar una insolvencia inminente y una quiebra final.

La carga financiera para estabilizar esta enorme deuda es demasiado grande. Por lo tanto, los rescates podrían tener lugar antes de lo esperado y sin previo aviso.

Lo anterior lo traigo a colación, debido a que este paquetazo, con la actual estructura fiscal de ese país, pondrá a la Reserva Federal en aprietos enormes debido a que tendrá que "emitir" moneda tangible e intangible (títulos de deuda, bonos, etc), a corto y mediano plazo.

Esta acción causará mucha ojeriza a las manipuladoras y clasificadoras de riesgo, debido a posibilidades de insolvencia en el pago de los valores y títulos de deuda emitidos.

Hasta aquí la macroeconomía pudiera tener ciertos aciertos. Sin embargo, el efecto multiplicador previsto, por este paquetazo, es muy promisorio. Veamos.

1-Sectores favorecidos:

La mayor parte del nuevo gasto en el proyecto de ley se destina directamente a reparar el envejecido sistema de transporte del país. La Casa Blanca ha dicho que 173.000 millas en total, de infraestructura vial y carreteras y 45.000 puentes están en malas condiciones.

El proyecto de ley también incluye una inversión sustancial en puentes: el equipo de Biden dijo que los $ 40 mil millones reservados en nuevos fondos para la reparación, reemplazo y rehabilitación de puentes es la mayor inversión dedicada desde la construcción del sistema de carreteras interestatales. El total de las nuevas inversiones es de más de US$305 mil millones.

Para otros sectores de la economía norteamericana las nuevas inversiones rondan los US$265 mil millones.

                     Inversión en el sector Transporte                                                           (En miles de millones US$)

                      Inversión en otros sectores de la economía                                                   (En miles de millones US)

Como el lector podrá apreciar, el efecto multiplicador del paquetazo es muy evidente debido a que estos sectores demandarán mano de obra, insumos y servicios múltiples acelerando la economía norteamericana grandemente.

El tema aquí es que el origen de los recursos para solventar el paquetazo traen serias consideraciones a tomar en cuenta:

La Casa Blanca NO tiene muy claro los montos que podría aplicar a los sectores y/o programas siguientes:

a)-Fortalecer la aplicación de impuestos aplicados a las operaciones realizadas a través de criptomonedas como Bitcoin.

b)-Redirigir los fondos de ayuda del seguro de desempleo no utilizados.

c)-Reorientar el uso de los fondos no utilizados de la legislación de ayuda de emergencia COVID-19 del 2020,

d)-Impuestos a las operaciones comerciales derivadas de la inversión estatal y local en infraestructura de banda ancha.

e)-Permitir que los estados vendan o compren los excedentes de peaje no utilizados para infraestructura.

f)-Extender las tarifas de usuario de aduanas estarían por vencer en este 2021.

g)-Venta de reservas estratégicas de petróleo.

h)-Revisar la estructura fiscal que ampara a las Asociaciones público-privadas, bonos de actividad privada, bonos de pago directo y reciclaje de activos para inversión en infraestructura, etc, etc, etc.

En resumen, muchas posibilidades, pero pocas alternativas viables. Esto así debido a que la movilidad social depende de varios de estos renglones para su sostenibilidad y desarrollo. Sólo el tiempo nos indicará si, a la postre, este paquetazo económico de Joe Biden podrá ver un feliz término, o no.