Uno no tuvo que ser niño para ver y recordar con mucho afán la obra de arte de Disney “La Bella y la Bestia”. La Bella y la Bestia es un musical animado romántico de fantasía de los años 90 basado en el libro de ficción del mismo nombre de la escritora francesa Jeanne-Marie Leprince; es la película número 30 de los clásicos animados de Disney.  También es la primera película animada en la historia que es considerada por la academia de cine estadounidense a mejor película del año. Lo que tal vez no recordarán es el viaje psicológico que representó esta película infantil.

La bella y la bestia es una historia llena de narcisismo, vanidad, depresión y amor. Gastón: el antagonista. Si usted vio la película se recordará lo mucho que odiaba a Gastón. Pero lo chocante del tema no es que a uno le disgustara el personaje fuerte y presumido, lo chocante era lo bien aceptado por la sociedad que era.  Un personaje nutrido por ser idolatrado. Un hombre que dice haber logrado tanto pero nunca prueba sus grandes mitos. En vez, se le demuestra como una persona que vive del soborno y el engaño para poder apuñalar por la espalda a todos. Gastón busca a Belle (Nuestra Protagonista) porque en su mente él se merece lo mejor. No por ella ser inteligente o interesante, solo por ser bonita. El Narcisista.

La Bestia: una persona convertida en bestia por su vanidad se torna agresivo y depresivo por perder la esperanza de encontrar esa persona que lo ame y rompa el hechizo. Durante la película lo vemos deprimido en varios momentos. Cuando libera a Belle todas sus esperanzas de romper el hechizo y ser amado se van; tanto es que cuando atacan el castillo no le importa lo que pase. Hasta en el momento que Gastón está a punto de matarlo con una flecha él no reacciona. La Bestia decidió morir y Gastón era nada más que el medio para lograrlo. Esto cambia en el momento que Belle llega, demostrando que no solo estaba depresivo sino que condicionado a solo ser feliz con ella. El Depresivo y Dependiente.

Belle: La joven soñadora, buena, introvertida pero segura de sí misma. Belle se vuelve prisionera de la Bestia al intercambiar su vida por la vida de su padre. Como toda persona en cautivo se aísla en su habitación hasta darse cuenta que el castillo está lleno de maravillas y que en él solo la Bestia da miedo. Por esto ella comienza a ver a la Bestia como algo diferente (Como dice la canción en la película) “Tal vez hay algo ahí”. Ella decide explorar el ala oeste del castillo que era tan prohibida.  La Bestia se entera y por miedo a que le pase algo a la rosa que es la base del hechizo, él enfurece de una forma tan extrema que hace que Belle se escape. En el bosque ella es atacada por lobos y la salva su apresador, La Bestia. En este momento ella se encariña con el monstruo y el Síndrome de Estocolmo (fenómeno psicológico donde un rehén muestra afecto por su captor) toma su efecto.

Toda esta psicología de los personajes no solo está creada para darle fuerza a la historia sino que también enseña los límites de los comportamientos humanos. Si no la ha visto la recomiendo como una opción agradable y divertida para toda la familia.