En la historia reciente de la agitación de los ultranacionalistas contra Haití y los haitianos (después de la Sentencia 168-13), hemos tenido batallas  tan sonadas como las de TNT- movimiento misionero cristiano acusado por desaprensivos de ser una avanzada de la invasión haitiana; los supuestos actos de profanación y quema de banderas dominicanas por haitianos; los alegados asentamientos de inmigrantes indocumentados traídos desde Haití por la fundación El Samaritano para asentarlos en Puerto Plata como parte del fantasioso plan de fusión de las dos naciones; y actualmente ha captado la atención pública la nueva  barrabasada del “peritaje” condenando el libro de texto de estudios sociales de sexto grado por considerarlo anti-patriótico y pro-haitiano. En todos estos lamentables episodios de calumnia, muchos medios de comunicación social- sobre todo los más tradicionales-  han incitado a acciones injustificadas, magnificando y/o distorsionando los hechos al publicar declaraciones pueriles sin escrutinio alguno, y excluyendo o relegando a espacios nimios las oportunas refutaciones de voces autorizadas, privando así a sus lectores de la oportunidad para desarrollar un debate abierto sobre las denuncias irresponsables que han difundido esos medios. Pero sin duda lo más alarmante del fenómeno actual es que las autoridades han reaccionado precipitadamente sin el debido proceso de investigación de las “denuncias”, tomando decisiones que debilitan la institucionalidad y comprometen el futuro de la nación.

En 4 de septiembre 2015, el Listín Diario publicó in extenso un “peritaje” solicitando el retiro del libro de texto de ciencias sociales de sexto grado de las escuelas, alegando que la obra “desinforma”, “descalifica al pueblo dominicano”,  “centra la identidad del dominicano en la raza” y “no obedece a la identidad y el pueblo dominicano”. Este infame “informe” inicia con una mentira mayúscula cuando afirma que el libro de texto de sexto grado lo distribuye el Ministerio de Educación a más de 4 millones de estudiantes del sector público”; pues el sistema escolar dominicano en su conjunto no atiende esa cantidad de estudiantes anualmente, delatando con esa intencional exageración su carácter propagandístico. La  matrícula escolar de todo el nivel básico dominicano ronda  dos millones de alumnos; en las escuelas públicas hay quizás poco más de 1.5 millones, y en el sexto grado menos de 5% de los 4 millones mencionados.*  Evidentemente escribir que el MINERD “distribuye” el calumniado libro de texto “a más de 4 millones de estudiantes del sector público”- cuando solo es asignatura de sexto grado- no augura bien para lo que se quiere hacer pasar por un “peritaje”. En realidad el “informe” no es más que un grosero pasquín anti-haitiano del proclamado candidato de ultraderecha a la diputación por la circunscripción #1 del Distrito Nacional- y colaborador de la Editorial Santillana.**

La primera burrada es argumentar que nunca toda la isla se llamó Haití, delatando claramente el fuerte prejuicio de Manuel Núñez, pues ese- su primer argumento-  es un gran disparate como queda magistralmente expuesto en la réplica del académico de la historia, Lic. Raymundo González, en carta al director del Listín Diario el 6 de septiembre.*** Solo su rechazo ciego a todo lo relacionado con nuestros vecinos haitianos explica cómo Núñez puede ignorar la evidencia documental de que “los aborígenes que habitaban nuestra isla a la llegada de Colón en 1492 la llamaban Haití”. ****

En otro lugar Núñez alega que el libro dice que “en República Dominicana existe el apartheid”, y cita como prueba la absolutamente correcta aseveración del libro de que: El sistema racial y político del apartheid que existió en Sudáfrica, extremo sur del continente africano, es una expresión del racismo en el presente.” No hay que ser historiador para entender que el libro señala la continuada existencia de racismo y xenofobia en el mundo moderno, poniendo como ejemplos el caso extremo del apartheid en la lejana Sudáfrica, y el trato discriminatorio contra latinoamericanos en Estados Unidos y Europa, “así como [contra] los haitianos en nuestro territorio por parte de algunos criollos”. De hecho el libro es muy cauto en no atribuir el anti-haitianismo a los dominicanos en general, como se puede apreciar en el pasaje citado en negritas por el propio Núñez. Lo que el texto en realidad acertadamente asevera es que algunos dominicanos exhiben una actitud de rechazo a los haitianos- como es el evidente caso del propio Núñez- y no dice en ningún lugar que existe el apartheid en nuestro país.

Además, en su clara exposición, González desnuda la falta de entereza del “informe” de Núñez al ocultar que el libro de texto no corresponde a una asignatura de historia dominicana (pues en el currículo de educación básica se estudia la historia dominicana desde tercer hasta quinto grado, pero no en sexto), “sino de la expansión colonial del occidente europeo en las épocas moderna y contemporánea en América, África y Asia y de los procesos de independencia y descolonización que le siguieron”. En el contexto del diseño curricular vigente, con sobrada razón figura de manera prominente la epopeya de la primera exitosa revolución de esclavos, la abolición de la esclavitud, y la independencia del vecino estado en el libro de texto de ciencias sociales de sexto grado. Por eso el académico de la historia sentencia que el “informe” no procede honradamente: le sobran mentiras y le falta verdad.

Hasta donde tenemos conocimiento, ningún diario impreso ha reproducido la carta-réplica de González ni siquiera en su edición digital, haciéndose cómplices esos medios en esta gran farsa, sobre todo el Listín Diario, al negar el derecho a réplica a unas declaraciones publicadas irresponsablemente en sus páginas principales y con destacados titulares. En general, los medios de comunicación tradicionales tampoco han actuado “honradamente” en esta ocasión.

Sin antes consultar con los académicos de la historia y expertos pedagógicos en asuntos curriculares, el mismo día en que está fechada la carta-réplica de González- y solo dos días después de publicada la solicitud de Núñez en el Listín Diario– el Ministerio de Educación anuncia precipitadamente el solicitado retiro del libro de las escuelas. Poniéndose de ridículo ante los verdaderos expertos al obviar el diseño curricular que establece que en sexto grado el objeto de estudio no es la historia dominicana, el MINERD acoge los distorsionantes alegatos del político  ultraderechista de que “su contenido está orientado más a la enseñanza de la historia haitiana que dominicana”. Quizás sobren razones para sustituir el libro de texto de ciencias sociales de sexto grado por uno que ojalá resulte mejor, pero desdice mucho del Ministerio  de Educación el hacerlo en reacción a un pasquín político de ningún valor académico-pedagógico. De seguir el MINERD reaccionando de esta manera a las presiones de  políticos histéricos, la actual gestión no augura nada bueno para la educación dominicana en el futuro más allá de la edificación de planteles escolares.

En la batalla política de los libros la principal víctima es la escuela dominicana (léase los  alumnos de hoy- ciudadanos del futuro).

* Según UNICEF: “Para el 2011, estaban matriculados 1, 647,114 niños y niñas en este nivel (básico), un 75% en el sector público”, que significa unos 1.2 millones de alumnos aproximadamente en las escuelas estatales. http://www.unicef.org/republicadominicana/education_25953.htm           Aun si el autor quiso decir que el MINERD ha distribuido el libro a 4 millones de alumnos desde 2006 cuando fuera publicado originalmente, es una grosera exageración pues ni siquiera en los últimos 25 años han pasado por el sexto grado cerca de cuatro millones de alumnos en nuestras escuelas básicas.

**El pasquín evidentemente había circulado entre un selecto grupo de correligionarios, según se desprende de referencias previas en la prensa y la publicación de las declaraciones del diputado Castillo Semán en el portal de la Fuerza Nacional Progresista en fecha 3 de septiembre: http://www.fuerzanacionalprogresista.org/diputado-castillo-pide-a-educacion-retirar-libros-de-historia-de-escuelas/       Pero no fue publicado íntegramente hasta el 4 de septiembre: http://www.listindiario.com/la-republica/2015/09/04/386853/escritor-pide-retirar-libro-de-texto

***Según rastreo en Google, no hay evidencia de que la carta-réplica fuera publicada por el Listín Diario. Ver comentarios de Clodomiro Moquete al respecto en: https://www.facebook.com/AgenciaDeNoticiaCultural

Entendemos que fue el día 8 de septiembre que primero se publicó en El Grillo, siendo posteriormente reproducida en otros medios digitales. En lugar de repetir todo el detallado análisis de González, a continuación el enlace a la carta publicada: http://elgrillo.do/historiador-desmiente-mediante-carta-los-supuestos-errores-de-libro-de-sexto-grado/

****Para constatar que lo escrito por Raymundo González  sobre el nombre de la isla es de amplio conocimiento en el país y no podía ser ignorado por Núñez, ver el artículo de Juan Daniel Balcácer (definitivamente un historiador que no es “antipatriota”) publicado en Diario Libre 29 de septiembre 2012, ¿Cuál es el nombre de nuestra isla?  http://www.diariolibre.com/opinion/lecturas/cul-es-el-nombre-de-nuestra-islaa-CODL353742