Tras la presentación y explicación de la tercera y última entrega del sondeo de opinión electoral de Mark-Penn, el jueves, en el televisual El Despertador, de SIN, su representante local, el exgobernador del Banco Central (1982-1984), Bernardo Vega, conjeturó sobre la causa del “contradictorio”alto porcentaje de corrupción gubernamental (62%), respecto de la valoración alta registrada por el gobierno (60%) y el 51% de favorabilidad para el presidente Danilo Medina.http://hoy.com.do/satisfaccion-con-gobierno-danilo-medina-se-mantiene-en-un-60/.

El exembajador en Washington adelantó que tal “contradicción” no se midió en su estudio, pero dijo que la causa estaría en que el votante ve al Gobierno separado del Presidente porque éste se ha orientado a las “visitas sorpresa” y a la inauguración de obras. Respondería así a opinantes mediáticos que han cuestionado la   “contradicción”.

Tal vez tenga razón. Un caso similares el alto rechazo a la modificación constitucional para rehabilitar la reelección del Presidente (61%), determinado por el mismo estudio.http://hoy.com.do/encuesta-mark-penn-noticias-sin-3/.

La alta valoración del Presidente, pese al alto porcentaje de corrupción gubernamental señalado, sería el producto de alguna estrategia de comunicación orientada ablindarle la imagen, al presentarlo como hombre trabajador extremo, vinculado solo a las acciones positivas. Así, de manera automática, los perceptores atribuirían las falencias de la gestión a los funcionarios subalternos.

Hay, sin embargo, otra mirada con suficiente asidero, a la que muchos rehúyen porque el rosario de vinculaciones es histórico, interminable, y abarca familias “honorables” de la sociedad como actores principalísimos.

Ese enfoque asume que el tema corrupción ha sido tan relajado y relativizado desde siempre por los poderes fáctico y político que a los perceptores ya les sabe a tayota hervida sin sal.No ha pasado de ser un buen pretexto para artificios mediáticos y recursos de chantaje y descalificación política.

Muchos de los políticos, empresarios y otros actores que han asumido con vehemencia el discurso anticorrupción, lo desdicen y banalizan con su práctica histórica. Sus amigotes enriquecidos con base en el erario están ausentes de sus discursos. Y esa es una razón poderosa del poco espacio ganado en la conciencia colectiva.Muy grave porque el problema se ha extrapolado al corazón de miles de familias dominicanas.

Sobran pruebas, desde la balaguerada “la corrupción se detiene en la puerta de mi despacho”, pasando por el suicidio del presidente Guzmán (1982), la corrupción en el gobierno de Jorge Blanco (1982-1986), el megafraude del Banco Intercontinental, que hundió la economía (Mejía, 2000-2004), hasta hoy, con el resonante caso Odebrecht.

OTRA SEPARACIÓN

El 62% de rechazo a la reforma constitucional para rehabilitar al presidente Medina y postularlo para las elecciones del 20 de mayo de 2020, en modo alguno implica una contradicción con la buena valoración asignada al Gobierno y al mandatario.

Se trata de un indicador potente que lleva implícito un rechazo a la reelección del presidente, en caso de que el Congreso aprobara la eliminación del impedimento de por vida que frena a Medina (transitorio 20 y 124).

Y ahí sí los estrategas políticos de esa corriente deberían hilar fino porque el resultado presentado por la Mark-Penn no es exclusivo;coincide con los de otras encuestadoras, como Asisa y Gallup-Hoy.

El 14 de junio de 2015, la Asamblea Nacional reformó la Constitución para facilitar la reelección de Medina, quien agotaba su cuatrienio (2012-2016), y con ello desarticuló la candidatura de Leonel Fernández, presidente del gobernante Partido de la Liberación Dominicana.https://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2015-06-13/proclamada-nueva-constitucion-dominicana-que-permitira-reeleccion-presidente_607090/.

Tras la grave crisis partidaria, con un clima social favorable y una gestión de gobierno percibida como buena, Medina ganó las elecciones del 16 de mayo del año siguiente con el respaldo del expresidente Fernández.

Pero hoy la historia es otra. Solo él sabe si navega contra corrientes sociales poderosas que pueden hundir hasta un crucero.