Como ya es conocido el modus de actuación de los grupos pro-aborto, es práctica de su guión estar al asecho de cualquier caso que implique una situación límite en donde se pone en riesgo la vida de la madre en el proceso de desarrollo de un embarazo.  Lamentablemente y bajo tales intereses, se actúa sin la recurrencia al término medio o punto de equilibrio.  Sino que es todo negro o blanco. Es decir, no se habla de intentar salvar las dos vidas a la vez.  Sino que se quiere dar por descontado quien pierde y quien gana en términos estrictamente de existencia.

Mi artículo viene al caso por el revuelo que ha causado en estos días la situación de la joven con leucemia que debía ser sometida a terapia con urgencia, pero que estaba embarazada.  Y básicamente en respuesta al servicio noticioso que recoge la puesta en circulación de un estudio del Dr. Cristóbal Rodríguez titulado "la interrupción del embarazo", y por supuesto, referido al derecho a la vida del no nacido contenido en el artículo 37 de la Constitución Dominicana de 2010. (Aquí la dirección electrónica: http://www.acento.com.do/index.php/news/19619/56/El-Estado-esta-en-la-obligacion-de-defender-el-derecho-a-la-vida-de-la-madre.html)

Quiero analizarlo y por supuesto, ir desenmarañando su entramado. Voy por las partes de los diverso postulados, no sin antes señalar que llama la atención que exactamente saliera este estudio, a petición de pro-familia (todos sabemos a los intereses que sirve pro-familia) con motivo del referido caso de la joven ya mencionado.  Bien podría llevar el título de la novela de García Marquez, "Crónica de una muerte anunciada". Es decir, en pocas palabras, era un guión bien preparado, que solo estaba a la espera de la pieza que daría motivos para tal despliegue.

El resumen de la noticia, toma una cita que después aparece en el texto, veamos: "Obligar a un profesional de la medicina, como pretenden algunos (en un texto del 2009 el autor había utilizado el término la "cúpula del clero católico") a sacrificar a la madre para salvar el feto cuando la continuación del embarazo entraña riesgos de vida para aquella, constituye una intromisión directa en el ámbito de los supuestos éticos que informan la conciencia profesional del galeno".

1.-Da por sentado el Dr. Cristobal Rodríguez que todo médico en arreglo a su conciencia profesional está en la obligación de optar por la vida de la madre.  Y no por el contrario: optar e intentar la salvaguarda de ambas vidas.  Y en este sentido, todo médico por principio estaría obligado en conciencia a ser pro-aborto.  Parece que no sabe el Dr. Rodríguez, aunque lo dudo que no lo sepa, que el llamado Consejo de Europa amparado en el llamado "Informe  McCafferty" pretendía hacer pasar como una recomendación, negar a los médicos, al personal sanitario y a las instituciones asistenciales el derecho a objetar en conciencia la realización o colaboración en abortos provocados. Sin embargo los parlamentarios se vieron obligados por la presión ciudadana ha aprobar una resolución titulada: "Derecho a la objeción de conciencia en la atención médica".

2.-Evita el Dr. Rodríguez referirse  al ser humano por nacer (en esencia, verdadero ser humano con todas sus potencialidades únicas y distintas comenzando por su ADN a efectos biológicos y su código genético) como tal.  Y como siempre es el guión establecido de los grupos pro-abortos, llama feto al niño por nacer.

3.-Que los supuestos éticos que deben informar la conciencia del profesional también estarán permeados, según eso, por unos principios  ("supuestos" le llama el Dr. Rodríguez) tales, que por principio de bienestar el galeno está en la obligación moral de terminar con la vida del ser humano por nacer. Según esto también, se da por definido que la pretendida "neutralidad moral" del estado asume por default una opción de marca, que más adelante el Dr. Rodríguez le da carácter y la eleva a categoría de derecho humano.

4.-Que tratando de "defender" la conciencia de los galenos de la intromisión de "algunos" se entromete El en la de aquellos galenos que por conciencia no optarían por realizar un aborto o en todo caso lucharían por salvar la situación para ambas vidas.