La acusación presentada por los fiscales norteamericanos contra el senador activo por New Jersey Robert Menéndez tiene interés en República Dominicana, no solo porque involucra el famoso contrato de los Rayos X, y porque figura como coacusado un dominicano, nacionalizado norteamericano, como lo es el oftalmólogo Salomón Melgen, sino porque las comparaciones con el proceso que se sigue en el patio al también senador Félix Bautista no se harán esperar.
Se trata de una acusación que involucra 22 cargos: el número 1 por conspirar para cometer estafa, el número 2 por violar la ley de viajes de funcionarios públicos, los números 3 al 18 por estafa en perjuicio del gobierno federal, los números 19 al 21 por fraude al servicio honesto que se espera de los funcionarios públicos y el cargo 22 por declaración falsa.
A Melgen se le acusa de conspirar con Menéndez para usar la posición oficial de éste último (senador de los E.U.) para beneficiarse ambos a través de la estafa. Describe punto por punto cómo se beneficiaban o pretendían beneficiarse de los actos realizados y por realizar.
En una primera parte la acusación describe los favores recibidos por Menéndez de parte de Melgen. Incluye seis viajes de vacaciones a la Villa que Melgen posee en Casa de Campo, La Romana, realizados durante los años 2006 a 2010. Era un todo incluido de verdad, con traslados desde Estados Unidos a República Dominicana en el jet privado de Melgen. En una ocasión, el jet de Melgen estaba dañado y éste buscó otro avión privado para trasladar a Menéndez.
En otras ocasiones, el servicio incluía el traslado de Menéndez a Casa de Campo en avión privado, y el regreso del avión a los Estados Unidos a buscar a invitados del senador norteamericano para trasladarlos a Casa de Campo para reunirse con él. Este avión recogía a Menéndez y sus invitados en distintos puntos en E.U, desde New Jersey hasta West Palm Beach, incluyendo Washington, D.C. En otra ocasión, parece que no pudo enviarle el avión a recogerlo en New Jersey, pero entonces el señor Melgen le compró un ticket en primera clase en un vuelo comercial para que el senador viajara desde New Jersey a West Palm Beach y allí tomara el avión privado hasta República Dominicana.
Otro de los favores concedidos por Melgen a Menéndez fue el pago con puntos de American Express de tres noches en el exclusivo hotel Park Hyatt Paris-Vendome en Paris, Francia. Menéndez deseaba acompañar a una amiga que iría a Paris con una hermana en un viaje de trabajo. Investigó en qué hotel se quedarían las hermanas y trató de conseguir una habitación para él y su amiga en el mismo hotel, pero las tarifas eran muy altas y no tenían tarifas especiales para miembros del gobierno norteamericano. Indagó con la hermana de su amiga si ella podría conseguirle tarifa comercial, para poder obtener un descuento. Finalmente decidió acudir a su amigo Melgen, quien le hizo la reservación y además, a petición de Menéndez, le cedió sus puntos acumulados en su tarjeta de crédito American Express para pagar la estadía, que fueron US$4,934.10 por las tres noches.
Otro favor fue trasladar a Menéndez con su esposa y un invitado en avión privado a República Dominicana, hospedarlo por tres días en uno de los mejores hoteles de la República Dominicana, el Tortuga Bay de Punta Cana, libre de todo cargo.
Pero el tema no paraba en favores como los ya descritos, sino que el senador Menéndez recibió donaciones en metálico para sus campañas electorales en New Jersey. De esta manera Melgen contribuyó con el senador aportándole alrededor de un millón de dólares de diversas maneras.
Por ejemplo, en una ocasión el senador formó un fondo especial y allí acudió presto el señor Melgen con un aporte de US$40,000. Para la campaña por la reelección a senador del 2012, Melgen aportó unos US$751,500.
En algunas ocasiones tenían que ser creativos para evadir los límites que la regulación norteamericana establece para ciertos aportes de campaña. Así en un correo de un ayudante de Menéndez a un ayudante de Melgen, el primero señalaba que como hay un límite de US$10,000 por persona, el senador estaría muy agradecido si los aportes podían dividirse entre varios miembros de la familia Melgen. En otra ocasión, la triangulación se hizo a través de otro senador que intentaba reelegirse: éste senador recolectaba fondos para Menéndez, y Menéndez para el senador. Así aparece en un correo donde un ayudante de Menéndez le decía a uno de Melgen: “El Senador me pidió escribirle y solicitarle su ayuda. Estamos recaudando fondos para el Senador (1) porque ella nos ayudó primero esta primavera. Ella recaudó $25K para nuestra campaña y ahora le estamos retornando el favor porque está enfrentando las primarias en agosto. Podría usted (y su esposa) ayudarnos a cumplir con nuestra obligación contribuyendo $5K cada uno a la campaña del senador (1)?”
¿Qué recibía a cambio Salomón Melgen?
En primer lugar, el senador se convirtió en una especie de buscón de visas para el señor Melgen. Tres de las novias del señor Melgen recibieron sus visas norteamericanas gracias a las gestiones del senador Menéndez. Se trata de una actriz y modelo brasileña, una actriz y modelo ucraniana que residía en España y una modelo dominicana y la hermana de ésta última. La acusación describe todos los esfuerzos realizados por el senador para obtener esas visas. Incluso el dato curioso de que en el consulado norteamericano en Santo Domingo se le rechazó la visa a la dominicana y su hermana a pesar de los esfuerzos del senador, pero éste no se dio por vencido, le consiguió una nueva cita, hizo nuevos esfuerzos y al fin las consiguió a pesar de que los oficiales consulares justificaron el primer rechazo porque las candidatas no cumplían con los requisitos necesarios.
Nuestro país brilla en la oscuridad de la corrupción en esta acusación con el famoso caso del contrato de los Rayos X otorgado por el gobierno de Hipólito Mejía, sancionado por el Congreso Nacional a pesar de que otorgaba un monopolio a la empresa beneficiaria pues solo ella y solo ella podía suministrar y operar los Rayos X en todos los puertos dominicanos, presentes y futuros. Este contrato fue otorgado a ICSS, S.A., una compañía controlada por la viuda de Bauchamps Javier, quién luego vendió su participación al señor Melgen. Los tres directores de aduanas que han tenido el país desde 2004, Miguel Cocco, Rafael Camilo y Fernando Fernández, se han negado a cumplir con el contrato por tratarse de un contrato corrupto que generaría ingresos anuales a su beneficiario entre mil y dos mil millones de pesos.
Parece ser que Melgen había escuchado que las autoridades norteamericanas estaban por donar al país equipos de Rayos X, lo que no convenía a su interés de que el contrato comenzara a ejecutarse. Acudió entonces a su amigo el senador Menéndez, quien realizó todos los contactos posibles con las autoridades norteamericanas, incluyendo el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional, para evitar esa donación. Por lo que refiere la acusación parecería que no existían planes en ese momento de realizar una donación, pero el pecado fue que el senador utilizara su tiempo y el de sus ayudantes para favorecer a una persona de la cual estaba recibiendo favores y fondos, sin importar el resultado de esas gestiones.
Un dato escandaloso por lo inmoral es a lo que tuvieron que recurrir para alcanzar la meta que se proponían. La acusación refiere a un individuo identificado como “Person C”, que describe como ex ayudante de Menéndez y amigo de Melgen, utilizado por éste último en sus esfuerzos por boicotear la donación de los equipos de Rayos X. Este “Person C” entró en contacto con un ayudante del Viceministro del Buró Internacional de Narcóticos y Justicia, denominado en la acusación “State 1”.
En fecha 13 de marzo de 2012 “State 1” escribió un correo al Viceministro que dice: “Señor, devolví la llamada (de “Person C”). Él dice que los scanners son inadecuados y la seguridad portuaria se está deteriorando rápidamente. El director de aduanas es altamente corrupto. Él propone ir por las visas por corrupción, lo que tendría un impacto cultural y enviaría un mensaje al presidente.” Como se lee, el lobista de Melgen está señalando como corrupto al Director de Aduanas, que en marzo de 2012, era Rafael Camilo. No queda duda alguna que esta acusación de corrupción se debió a la férrea oposición de Rafael Camilo a ejecutar el contrato de los Rayos X, como también lo hizo Miguel Cocco y actualmente lo hace Fernando Fernández.
Un correo interesante fue el enviado el 16 de mayo de 2012 nada menos que por el propio Viceministro, a sus asistentes describiéndoles una reunión que sostuvo con Menéndez, que dice: “RD tema de puertos. (“State 1”) recordará que el Senador levantó varios meses atrás el tema de una compañía norteamericana – la compañía de Melgen que había adquirido las acciones de ICSS, S.A- que intentaba vender un sistema de seguridad y seguimiento a las autoridades de puertos de RD, y sugirió que estos esfuerzos podían ser bloqueados por oficiales corruptos. Este fue el tema tratado por él en el día de hoy. Si yo recuerdo correctamente, nuestra investigación la última vez sugirió que esta era más una disputa comercial que una de aplicación de la ley. Le dije al Senador que estaríamos trabajando en algún tipo de iniciativa para los puertos, y que una vez que tuviéramos la iniciativa concreta veríamos si pudiéramos motivar una decisión correcta del gobierno de la Republica Dominicana en lo que se refiere al contrato portuario, y que yo le avisaría del desarrollo de cómo esto se desenvuelve.” Como se aprecia, ahora es Menéndez que para ayudar a su amigo utiliza el argumento de la corrupción de funcionarios dominicanos cuando la corrupción radicaba en el contrato adquirido por Melgen.
Otra de la forma de compensar los favores que Melgen había hecho al senador, fue la labor desempeñada por Menéndez como lobista en las reclamaciones que enfrentaba el primero por parte del Medicare.
Melgen es un exitoso oftalmólogo radicado en West Palm Beach, con varias clínicas en La Florida a través de las cuales administraba un medicamento denominado Lucentis (el genérico es ranibizumab), que se inyecta en los ojos en base mensual, luego trimestral, para evitar degeneración macular por la formación de nuevos vasos sanguíneos debajo de la retina en personas de edad. Su envase prohíbe utilizar una dosis (una ampolla) en más de un paciente para evitar riesgo de infección. El Dr. Melgen utilizaba una dosis hasta para tres pacientes, pero cobraba como si hubiese utilizado tres dosis, lo que generó una inspección de su práctica por el Medicare y posteriormente una reclamación por US$8.9 millones.
El Dr. Melgen contestó firmemente la reclamación a través de sus abogados, pero pensando que todavía vivía en República Dominicana acudió a su Senador favorito, Menéndez, para que lo ayudara en el caso. La acusación describe como por varios años Menéndez y su equipo de varios ayudantes se dedicaron a cabildear a favor de Melgen antes las autoridades competentes. En un correo de Menéndez a uno de sus ayudantes le dice: “Por favor llámalo ASAP – a Melgen- en referencia a un problema con el Medicare en el que necesitamos ayudarlo. “
Menéndez llegó al extremo de amenazar a uno de los altos funcionarios relacionados con el Medicare con abrir una audiencia en el Senado de los Estados Unidos y llamarlo a declarar. Sin embargo, todos los esfuerzos de Menéndez se estrellaron con la firme posición de estos funcionarios que mantuvieron la reclamación contra Melgen, quien ha perdido en todas las instancias a la que ha recurrido pero aún sigue litigando el caso.
Un cargo interesante solo contra Menéndez es la declaración falsa que se le atribuye. Por ley Menéndez, como senador, tiene la obligación de reportar cada año los regalos que recibe. Para esos fines llena un formulario anual en el que describe los regalos de ese año y antes de firmar declara que se trata de una relación veraz, completa y correcta. Pues ocurre que Menéndez no reportó los regalos recibidos de Melgen durante los años 2006 al 2011. Posteriormente hizo un cheque a Melgen por US$57 mil para reembolsarle parte de los regalos, lo que implica prácticamente una admisión de que había realizado declaraciones falsas.
En este caso los acusados enfrentan posibles condenas de hasta quince años de prisión por cada cargo que se logre probar. El juicio será ante jurado y podrían estar comenzando en los próximos cuatro meses, pues la fiscalía ha informado estar lista para probar su caso. Ya veremos cómo le va al senador en lo judicial, porque en lo político me parece que su suerte está sellada.