Este año celebramos 2,500 años del nacimiento de uno de los pilares de la filosofía occidental: Aristóteles. La ocasión es propicia para rendirle tributo a una de las mentes más geniales del mundo griego que ha dejado un legado de insospechable importancia a la posteridad por dos razones: primero, realiza una organización sistemática de todo el saber producido por la cultura griega sin precedentes y, segundo, el valor epistemológico dado a cada región de ese saber es paradigmática.
La metafísica, la física, la psicología, la biología, la ética, la política, la poética y la retórica son inauguradas en Occidente, en tanto que disciplinas filosóficas, a partir de los tratados publicados por el Estagirita. Cada uno de esos textos será la obra de referencia obligada en la discusión posterior en cada área del saber, de ahí lo paradigmático del pensador griego. Un ejemplo de ello es la recuperación realizada por Paul Ricoeur de la Retórica y la Poética al tratar la cuestión de la conexión entre lenguaje y realidad a través de la metáfora y el relato.
En 1975 Paul Ricoeur publica La Metáfora Viva en donde recupera ambos textos de Aristóteles a través de lo que denomina “La epífora del nombre” y a partir de ella establece una nueva interpretación y conceptualización de las metáforas, en diálogo con la moderna filosofía del lenguaje. La línea de discusión es como sigue: Si bien es cierto que la metáfora en Aristóteles es una “epifora del nombre” o sustitución de la palabra, hay en la metáfora un momento retórico y un momento poético que el estagirita nuclea a través de la lexis o elocución y cuya diferencia solo gira en torno al enfoque dado en su estudio. En otras palabras, para Ricoeur hay dos enfoques para abordar la metáfora en Aristóteles, desde la teoría de la persuasión (el enfoque retórico) o bien desde la teoría de la construcción del discurso (el enfoque poético) pero existe en ella sólo una estructura que es la epífora del nombre o movimiento de sustitución y traslación de un nombre a otra cosa.
En realidad, la Retórica de Aristóteles es una discusión frontal con la teoría del eikon platónica, es decir, con la teoría de la representación de cosas existentes a través del discurso en sus distintos ámbitos de aplicación. Aunque la retórica no es un producto platónico, la concepción de Platón sobre la misma es como una técnica más que ciencia, cuya finalidad está más cerca de la opinión y la falsedad que de la verdad. En su lucha contra los sofistas, Platón había estipulado que los argumentos retóricos sacrificaban la verdad por el efecto a causar en el público, esto es, la persuasión. En cambio, para Aristóteles no necesariamente ello debe ocurrir puesto que no toda representación o imitación es falsa; sino que es imitación o comparación de una cosa con otra y la retórica es precisamente el uso de unas técnicas para la persuasión a través de la lexis o elocución y solo hay lexis si hay producción discursiva.
La teoría de la metáfora de Ricoeur tomará forma a partir de la formulada por Aristóteles cuyo énfasis está en la sustitución del nombre. En la teoría formulada por el estagirita ocurre, primero, una transferencia de sentido de un término a otro dada la relación de semejanza descubierta por el poeta. El añadido de Ricoeur está en la extensión de la función metafórica más allá de la sustitución de una cosa por otra de forma atributiva, puesto que el juego de semejanza y desemejanza, que constituye lo semánticamente paradójico en la construcción metafórica, está en el orden de la frase, del enunciado completo.
De esta forma, la metáfora no será ya una especie de tropo o recurso estilístico del lenguaje, sino que constituye un componente paradigmático de la creatividad humana a través del lenguaje, pues, ella redescribe de manera fundamental la realidad al colocar a nivel de la frase discursiva lo que ontológicamente está distante. De esta forma, la metáfora posee un nuevo enfoque que resulta de la conjunción de la retórica, la semiótica, la semántica y la hermenéutica; pero ello es imposible sin los tratados aristotélicos.