Siempre hemos escuchado decir que nuestras actitudes son determinantes en la manera como enfrentamos la vida, y es que la actitud y el potencial que tenemos van de la mano. John Maxwell en su libro Actitud 101 dice ¨Si usted quiere resultados excepcionales necesita gente buena con gran talento y actitudes fabulosas¨.Las actitudes correctas nos permiten sacarle mejor provecho a nuestro potencial.

Venimos equipados con características personales que influyen en nuestras actitudes, pero el ambiente donde nos desarrollamos influye significativamente en las mismas. Por consiguiente, la base de una actitud está en el ambiente en que nacemos y crecemos.

Lo que escuchamos, lo que nos dijeron, lo que interiorizamos y aceptamos acerca de eso que nos dijeron terminará dirigiendo nuestras respuestas ante la mayoría de las situaciones que debamos enfrentar. Está comprobado que el sistema de creencias afecta nuestras actitudes, pero sucede que muchas veces aquello que creemos quizás no sea cierto y por tanto terminamos repitiendo patrones aprendidos, los cuales hemos dado por verdades absolutas y que serán desmontadas en la medida que la experiencia y la vida nos vayan revelando la realidad.

Hoy en día se vive para la imagen exterior pero descuidamos la de más importancia, que es la condición interior

¿Alguna vez nos hemos detenido a conocer nuestras actitudes? En sentido general vamos dirigiéndonos tan rápido por la vida que no nos detenemos a pensar en estas cosas.Las actitudes hablan y nos comunican todo lo que estamos llevandopor dentro. Proyectamos hacia afuera lo que estamos pensando y sintiendo y lo manifestamos a través de nuestros  comportamientos.

Y es que nuestras actitudes primarias de la infancia quedaron tan impregnadas dentro de nosotros que nos salen de manera automática. Pero lo importante es que sí podemos cambiarlas, sólo debemos tener la determinación y profunda convicción de querer ser diferentes.

William James manifestó ¨El más grande descubrimiento de mi generación es que las personas pueden alterar sus vidas si alteran sus actitudes mentales¨. Como vemos, el elemento de lo que pensamos igualmente incide en nuestras actitudes, por eso es tan importante cuidar todo aquello que invade nuestro sistema de pensamientos. En ese sentido, en psicología son muy valiosos los aportes de Aaron Beck en terapia cognitiva y  de Albert Ellis con la terapia racional emotiva conductual para trabajar con los esquemas de pensamientos y las distorsiones cognitivas que cada uno de nosotros traemos.

Enamórese del desafío de cambiar. Crease que sí puede y comprométase con ese cambio. Observe bien que la palabra clave es ¨comprometerse¨. Busque los recursos que sean necesarios, haga las lecturas que le sirvan de ayuda, reúnase con personas que tengan el mismo sentir y que busquen los mismos objetivos.

Hoy en día se vive para la imagen exterior pero descuidamos la de más importancia, que es la condición interior. Personalmente me he propuesto en estos días retomar ese libro de Maxwell y repasar algunos puntos de interés, pues presenta ejercicios prácticos que nos ayudan a modificar nuestras actitudes. Hace algunos años lo leí, pero estos díasme reencontré con él y haré mi acostumbrada revisión. Les invito a que puedan hacer el mismo ejercicio. Piense  en lo que usted es hoy en día como persona, piense en lo que quiere ser o hacer y trabaje con empeño y sin desmayar para lograr los cambios y conseguir los objetivos propuestos. Recuerde que comprometerse con el mejoramiento continuo es la clave para alcanzar su potencial.

Hasta la próxima!

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